Mal humor y buen humor

Puedes caer en el mal humor cuando nada parece salir como esperabas. En esa situación todo te parece negativo: detestas tu trabajo, estás decepcionado por tus amistades y familiares, nada de lo que haces te satisface…

Habrás de admitir que no eres objetivo y recordar que ese estado de ánimo no es permanente. Pasará tan rápido como te lo permitas. No es el momento para que tomes decisiones importantes o de lo contrario te hundirás aún más. Más vale que reflexiones sobre lo que te pasa, pues será la mejor manera de abandonar ese estado.

Y cuidado también con la euforia acompañante al buen humor. Puede confundirte al pintar de color de rosa todo aquello a lo que te enfrentas. En esa situación tendrás tendencia a tomar decisiones impulsivas sin considerar suficientemente las consecuencias de tus acciones.