Quedan cuatro días y espero que ya estés sintiendo el miedo. Eso significaría que estás a punto de empezar algo nuevo, algo que te ponga en sincronía con los tiempos que corren. Imagino que ves cómo, a tu alrededor, todo cambia. Muchos otros, ante esa incertidumbre, tratan de defenderse haciendo lo mismo que siempre, lo que otros han establecido, lo que parece seguro. Aquello que les han enseñado a hacer, que hasta ahora ha funcionado y que, mal que bien, aún sigue sirviendo. No es extraño que esto sea así. Hemos padecido un sistema educativo que premiaba el aprender y seguir las reglas y que castigaba la curiosidad y la iniciativa. Esto hace que no sean muchos los dispuestos a emprender aventuras. La mayoría prefiere caminar por senderos trillados, aparentemente más cómodos y seguros. El resultado de este comportamiento es pernicioso: la mediocridad. Tener iniciativa asusta. Realizar tareas repetitivas, claras y seguras, está al alcance de cualquiera. No es de extrañar por tanto que cada día se pague más barato. En cambio, promover o descubrir nuevas cosas, es vivir una aventura que proporciona una satisfacción inigualable. Sin embargo, son pocos los que quieren empezar nuevos proyectos. El riesgo a lo inesperado bloquea a la mayoría. Pero el que las cosas a veces no funcionen o tarden en hacerlo te ha de dar confianza: estás haciendo algo singular y que asusta a otros. Es posible que en ocasiones te equivoques, que tomes un camino erróneo que no lleve a ningún lado, que pierdas tiempo…, pero eso es lo valioso. No habrá otros que quieran jugar ese papel, por temerosos, por haber sido penalizados por hacerlo, por conformistas, por estar contestos con que otros se la jueguen. La única manera de prosperar en este mundo cambiante...
Aprendiendo
Más peligroso que cometer errores es no hacerlos públicos. Como explicaba ayer, lo natural es tener equivocaciones y lo importante es saber qué hacer con ellas. ¿Ves que repites las mismas con frecuencia? ¿Aprendes de ellas? ¿Investigas la maneras de resolverlas? Para lograr ese entorno de aprendizaje tienes la responsabilidad de crear un ambiente de trabajo abierto y agradable, basado en la confianza. Necesitas colaboradores con los que mantener una comunicación directa, capaces de aceptar y proporcionar una crítica constructiva. Te propongo algunas ideas que podrías considerar para poner en práctica de cara al nuevo año: Evita el uso abusivo del correo electrónico: no es la herramienta para resolver disputas ni aclarar discrepancias. Es mucho más sencillo y eficaz hablar a la cara y corregir malos entendidos. Rodéate de buena gente. La selección de personas es un elemento determinante del buen funcionamiento de cualquier organización. Y esta selección va más allá de los empleados. Incluye a los proveedores, clientes y socios. Ya sé que a algunos de estos es difícil rechazarlos cuando te propones crecer y necesitas recursos y aumentar las ventas. Créeme, es muy decepcionante vender a quien no sabe valorar en su justa medida lo que le ofreces. Acaba siendo una fuente inacabable de problemas. Lo mismo aplica a proveedores, socios y empleados cuando no compartes con ellos los mismos objetivos y expectativas. Todo esfuerzo es poco para asegurar la comunicación y la vinculación con aquellos con los que has de trabajar. Que sepan, sin que haya lugar a confusión, a dónde os dirigís. Reúnete con ellos con frecuencia y empieza a poner en marcha en tu organización un entorno de trabajo abierto y colaborador. Esa será la característica distintiva de las tecnologías del 2012 (ya hablaremos…). De cara a los objetivos para...
¡Una Buena Noticia!
La nota de hoy se escribe sola. Felicitar la Navidad es compartir la Buena Noticia. En el fondo todas las notas de este blog tienen algún sentido en la medida en que están referidas al acontecimiento que se conmemora hoy y por el que nos felicitamos. Esta es una historia de Amor, la de Dios por los hombres. De hecho la humanidad sólo debiera clasificarse entre los que conocen de verdad esta noticia y los que están a punto de descubrirla. Comparto contigo este Nacimiento, regalo de Nancy Barry, elaborado con hojas de plátano por un refugiado en un campo de acogida en Kenia. Un ejemplo de trabajo admirable. Paz para siempre, para ti y para...
Por favor, ¡fracasa muchas veces…!...
Nadie quiere experimentar un fracaso. Nadie desea contar haber pasado por esa experiencia. Parece que haberlo sufrido dijera de nosotros que somos unos inútiles e incapaces, buenos para nada. Tener un fracaso equivale a ser un fracasado. Esto es un gravísimo ERROR. En el mundo de hoy, un fracaso nunca es terminal. Si un producto no funciona, fabricas otro, si una página web no atrae, diseñas otra, si esta nota del blog de hoy no gusta, mañana escribiré otra. ¿Cuál es tu actitud en el trabajo? Con la que está cayendo, ¿estás más que contento con tener uno, y miras de hacer lo mismo que todos los demás para evitarte problemas? ¿Te conformas con hacer las tareas que se te piden procurando desesperadamente no meter “la pata”? La mayoría de nosotros hemos crecido en una cultura en la que nos han dicho siempre lo que debíamos hacer y lo que debíamos evitar. De ahí que nos sorprenda que haya alguien que haga algo distinto e inesperado y acierte de pleno. Los más osados si acaso nos quedamos pensando ¿cómo no se me ocurrió a mi..?, ¿porqué no lo intenté yo…? No somos conscientes de vivir en una dictadura muy sutil que aceptamos sin rechistar. Parece que estuviéramos programados para cumplir obligaciones y ser obedientes. Estamos acostumbrados a que nos penalicen por intentar cosas nuevas que quien nos juzga se encarga de inmediato de bloquear. No nos es posible, por tanto, ver el resultado de nuestras iniciativas, lo que confirma a terceros nuestro fracaso. Se refuerza así esa situación de bloqueo. Esto tiene consecuencias negativas en el nivel personal y colectivo. Si en tu trabajo sólo haces las tareas que se te piden, lo inmediato es que tu jefe sólo tenga en la cabeza si...
Locuras
En estos días en que ando metido en mi enésima locura, adquiere una relevancia especial el mensaje tantas veces comentado en las últimas horas de “Stay Hungry, Stay Foolish” popularizado, que no original, por Steve Jobs.(Ahora caigo que su discurso en la Graduación de Standford fue materia del examen final de mis alumnos en una de mis asignaturas hace ya unos años…). Las traducciones que he leído, como “seguid hambrientos, seguid alocados”, no hacen justicia a la expresión inglesa. No es fácil resumir en castellano, en tan pocas palabras, un mensaje tan vibrante y revolucionario.La expresión original transmite ansiedad, avidez y pasión por buscar el conocimiento y el desarrollo personal, a la vez que anima a la insensatez, a la imprudencia, al disparate de abandonar los caminos transitados por una mayoría acomodada. Este mensaje que Steve quería para él y deseaba para todos, resulta tan atractivo porque enlaza con lo mejor de nuestra condición humana.Mi traducción personal: Nunca conformistas. Siempre...
¿A qué te dedicas…?...
Estos días te lo habrán preguntado en más de una ocasión. Y la contestación habitual la habrás centrado en la explicación de tu trabajo y tu puesto en la empresa. Que distinto sería si pudieras trasmitir una respuesta apasionada, que refleje el sentido de tu vida y el modo en que contribuyes a la mejora del mundo en que vivimos. Si no se te ocurre una respuesta adecuada, quizás estos días cuentes con tiempo para reflexionar sobre ella. Te puede ayudar si la estructuras de este modo: Quiénes son aquéllos a los que quieres o debes atender. Cuál es su necesidad. Qué problema tienen para satisfacerla. Cuál es tu propuesta de valor para resolver ese problema. Cómo mantienes la vinculación con ellos. Qué actividades te permiten desarrollar tu propuesta de valor. Con qué recursos cuentas para realizarla. Qué beneficios obtienen aquellos a los que atiendes. Qué resultados te reporta a ti todo lo anterior. Pon las respuestas por escrito, y edítala para que no se extienda más de 250 palabras. Y luego acórtala aún más, en versiones de 100 palabras y de 50 (dos frases). Ya que te pones a pensar, no lo hagas sólo en el ámbito profesional; resuélvelo también en lo personal. Cuando tengas las ideas claras, la respuesta te saldrá automáticamente, de manera apasionada y durará poco más de un minuto. Y verás como querrán saber...
Renovación
Imagino que ya nadie duda de que “Renovación” es lo que exige el tiempo presente. Quizás he buscado atajos en estas notas para orientar acerca de la manera de llevarlo a cabo. A veces pienso que equivocadamente, por no seguir un hilo narrativo lineal, lógico y progresivo. Pero tampoco eso es lo propio de estos tiempos ni de esta herramienta. Me la seguiré jugando… Volveré por un momento al origen; trataré de empezar por el principio. Lo he comentado en otros foros pero quizás no aquí. La renovación ha de comenzar en la Misión y la Aspiración de tu empresa. Sin duda afectará a los sistemas y procesos de la misma, pero eso será después. Ellos vendrán condicionados por la nueva Visión que orientará el camino a seguir. Camino que no es una senda ya trazada sino que lo construirás por medio de las decisiones, muchas, continuadas, contradictorias a veces, que habrás de tomar. Esas decisiones te permitirán afrontar con ventaja, en tu beneficio, las constantes encrucijadas que se te presentarán como consecuencia del permanente cambio en todo lo que te rodea. Las incertidumbres son enormes, si, porque las posibilidades son infinitas. Como nunca antes en la historia de la humanidad. Por tanto, hoy toca volver a las raíces y repensar la Misión. Es el faro que evitará que nos perdamos en esta tormenta....