Quién eres

¿Te han dicho que no eres suficientemente bueno, o inteligente o simpático? ¿O que te falta… quien sabe qué? Pese a las pruebas a tu favor, podrías acobardarte, apocar tu personalidad y esconderte. Grave error. Aunque es razonable que busques en los demás el reconocimiento por lo que haces, tu valía no depende de ellos. Identifica lo que posees de extraordinario, tus talentos ocultos, tus capacidades no explotadas, tu potencial por realizar. Así descubrirás cómo te verán los que te rodean, cómo habrás de comunicar esos valores que te hacen singular. No tienes que cambiar quién eres, sino ser más quien verdaderamente eres....

Desarrolla el liderazgo...

Si tienes gente a tu cargo, ya serás consciente de tu responsabilidad en desarrollar sus capacidades y en particular en estos tiempos, la de liderazgo. Recuerda como te trataron a ti en similares circunstancias. Quizás no apreciaban ni tus ideas ni tu necesidad de contribuir. Sólo esperaban que “picaras piedra”. Y el no ver la posibilidad de que tu trabajo tuviera impacto, de poder influir en otros, de que tus sugerencias fueran escuchadas, te condujo a la desmoralización, a un bajo desempeño y eventualmente a abandonar aquel puesto. No puedes permitir que eso les pase a tus colaboradores. Se supone que los contrataste por sus cualidades y si no te preocupas de que desarrollen y ejerzan su capacidad de liderazgo puedes encontrarte en una mala situación, la de tener que seleccionar otros nuevos, con el coste económico, de tiempo e incertidumbre que eso representa. Lo más frustrante para quienes pretenden desarrollar su liderazgo es no ser capaz de tomar decisiones o tomarlas y que sean anuladas posteriormente. Además de la responsabilidad debes darles autoridad, y podrán ejercerla si les dejas que decidan sin tener que pedirte permiso. Considera las siguientes actitudes e iniciativas para facilitar el desarrollo de la competencia de liderazgo entre tus colaboradores: Facilita el que se identifiquen con la misión, aspiración y valores institucionales. Encamínales hacia el éxito, respaldándoles con tu total confianza y poniéndola de manifiesto delante de todo el mundo. Dales la autoridad para que tomen decisiones en los ámbitos de los gastos a realizar, de la contratación o despido de personas, y la orientación de la estrategia en sus áreas de responsabilidad. Quítate de en medio y déjales que puedan ejercer sus cualidades de liderazgo. Mantén una conexión continuada, para responder a sus consultas, para premiar o corregir determinados comportamientos, de manera que puedan progresar. Haz preguntas y no impongas respuestas para que...

Capacidad de reacción...

La mayoría de las empresas aún se rigen por unas reglas de juego del siglo pasado. La eficiencia y las economías de escala eran determinantes cuando había que entregar a mucha gente los mismos productos y servicios con la máxima rapidez. Pero seguir centradas en la eficiencia les hace mucho más difícil cambiar por su compromiso con procesos y procedimientos. En un contexto de cambio continuo de las expectativas de los clientes, la capacidad de reacción se ha convertido en la nueva regla que permite atender sus demandas. La agilidad que precisan las empresas reclama un cambio cultural caracterizado por: La transparencia. Frente al secretismo de la información restringida que caracterizaba las prácticas del pasado, las organizaciones hoy precisan de una información ampliamente compartida entre todos sus miembros para maximizar las oportunidades de creación de valor. La experimentación. Frente a la planificación a largo y para sacar partido a situaciones de incertidumbre, se necesita una cultura capaz de probar distintas hipótesis y adaptar los cambios a los resultados obtenidos. Distribuir el poder. Frente al dominio de los sistemas de control, las organizaciones hoy han de dar libertad a sus miembros para que asuman su responsabilidad y busquen maneras de innovar que aporten valor. Ante cualquier reto empresarial, las decisiones se deberían tomar considerando el modo de aplicar las tres características anteriores. Esto tiene también impacto en la estructura de la organización, que deberá experimentar con cambios e incorporarlos según su idoneidad. El mensaje a transmitir es que lo importante es el logro del objetivo y no el proceso por el que se llega a él. La eficiencia no es ya la base de la ventaja competitiva ni puede condicionar las decisiones. Lo determinante es conocer las necesidades del cliente y tener la capacidad de reacción que...

Evaluación de las capacidades...

El papel del las capacidades en la ejecución de la estrategia está bien reconocido. Sin embargo, la dificultad para evaluarlas de manera objetiva hace que pueda darse una disparidad entre las capacidades necesarias para llevar a acabo la estrategia y las disponibles. Es difícil determinar de manera objetiva las capacidades de las personas, de ahí que tanto empresas como individuos crean poseerlas de manera más firme y distintiva de lo que en realidad son. Es necesario contar con un punto de vista externo para obtener una valoración honesta de las mismas; alguien con un buen conocimiento de la empresa y las personas, probablemente proveedores y clientes, además de expertos del sector o antiguos colaboradores. Otra manera de investigarlas es repasar los factores que han contribuido a los éxitos y fracasos de los últimos años. La intención es descubrir las áreas con mayores deficiencias tanto en el ámbito personal como en la organización. Esta es una información definitiva para la formulación de las nuevas estrategias así como para establecer cuáles serán las capacidades necesarias en el futuro y cómo adquirirlas. Si nos centramos en la organización, para disponer de una determinada competencia (entendida como la integración de capacidades individuales), puede obtenerse por diversas vías: El desarrollo interno. Es la forma más habitual cuando se pretende que esa competencia sustente una ventaja estratégica a largo plazo. La adquisición en el mercado. Es una opción con sus pros y contras desde el punto de vista económico y de las incertidumbres acompañantes. La colaboración con terceros. Creo que debe considerarse como la vía idónea en los tiempos actuales por la volatilidad de los mercados y la agilidad que reclaman. Y otra decisión estratégica no siempre bien recordada en este ámbito es la de deshacerse de competencias obsoletas que...

La originalidad

Si no entiendes bien su significado hoy, perseguir una teórica originalidad puede llevarte a la inacción y a perder oportunidades. El contexto mundial desarrollado por Internet hace que cualquier idea que se te ocurra difícilmente sea la primera y única imaginada. Pero esto no impide que pueda ser original. Su singularidad radica en que eres tu quien se ha atrevido a desarrollarla para un grupo de clientes que sólo tu conoces. No dejes de aprovechar esa...

Buenas ideas

Los innovadores no nacen, se hacen. La innovación es una competencia que, como cualquier otra, puede desarrollarse. Para tener una buena idea hay que tener antes muchas, la mayoría de ellas malas. Experimentar es la clave. Reclama virtudes como la humildad, coraje y perseverancia. Pero la creatividad de boquea en entornos cargados de negativismo y personas pesimistas. Busca la manera de...

Competentes 15Dic

Competentes

La competencia personal puede escribirse como la capacidad para comprender, actuar y destacar en un ámbito determinado. Te consideras competente cuando confías en esos recursos para hacer frente a los retos y oportunidades con que te encuentres. El reto al que nos enfrentamos hoy en cualquier área de la vida es el ritmo del cambio al que estamos sometidos. Debemos aprender más y más rápido aunque sólo sea para lograr mantenernos a flote. Carecer de las competencias necesarias puede afectar seriamente a tu desarrollo futuro, dado que tu nivel de competencia…: Determina aquello a lo que prestas atención. Cuando no te sientes competente tiendes a no prestar atención a los problemas y conflictos o a los retos y oportunidades puesto que no crees que puedas llevarlos a cabo. Establece las tareas y actividades que eliges realizar. Cuando te sientes capacitado y confías en que puedes operar satisfactoriamente en un ámbito determinado estás dispuesto asumir tareas más complejas. Esto conduce a un mayor aprendizaje y mejores resultados. Si te consideras incapaz, te centrarás en las tareas sencillas y rápidamente te acomodarás. Especifica tu nivel de esfuerzo. Los trabajadores más productivos creen que pueden generar grandes resultados con sus esfuerzos, por lo que trabajan con más intensidad. Parece simplista pero está demostrado que si te crees competente trabajarás con más entusiasmo. Define tu adaptabilidad y capacidad de resistencia. Esto tiene implicaciones en el grado de éxito que serás capaz de alcanzar. Si confías en tus capacidades estarás dispuesto a modificar el rumbo si algo se tuerce. Si caes te levantarás antes porque lo tomarás como una lección y no como una derrota. Señala si eres un líder o un seguidor. Sólo podrás tomar la iniciativa y asumir responsabilidades si crees en ti mismo y en tus...

El lado oscuro

La capacidad de establecer relaciones es crítica para obtener resultados en el entorno laboral. El desempeño personal, ya sea en posiciones de liderazgo o de dirección de equipos, depende de la capacidad para relacionarse con los demás. Determinadas características de tu personalidad pueden influir de manera favorable o adversa en las relaciones que mantienes con quienes trabajas. En muchas ocasiones te pasará desapercibido el modo en que tus comportamientos pueden afectar al desarrollo de tu carrera. Suele ocurrir en situaciones de estrés, cansancio o distracción, cuando determinados rasgos de tu personalidad que podrían ser aceptables en condiciones normales, pasan a manifestarse con un impacto negativo en la relación con tus colaboradores. La prudencia puede transformarse en indecisión, el entusiasmo en malhumor, la perspicacia en agresividad, la discreción en individualismo, la serenidad en terquedad, la audacia en arrogancia. Bajo presión, la brillantez se convierte en displicencia, la impulsividad en falta de compromiso, la creatividad en excentricidad, la diligencia en desconfianza, la responsabilidad en insensatez. Es muy probable que los rasgos más destacados de tu personalidad te hayan conducido a posiciones destacadas en la organización. Pero también es posible que en circunstancias críticas tu lado oscuro haya emergido sin que hayas sido consciente y sin que los que te rodeaban estuvieran dispuestos a comentártelo. Dedica un tiempo a reflexionar sobre tus comportamientos, particularmente en las situaciones de mayor exigencia, y busca alguien de confianza, un colega o tu jefe, que pueda orientarte....

Capacidades

Identifica la capacidad más importante e invierte en su desarrollo. Tienes que hacer crecer tus competencias al ritmo que crecen las demandas de ellas como consecuencia del cambio o quedarás desfasado. De momento, la competencia más importante del siglo XXI parece ser el controlar la atención y mantenerse centrado. Ahí tienes un gran reto....

Elige

Procura destacar en alguna cosa concreta y olvida el ser mediocre en muchas de ellas. Reconoce aquello en lo que no eres bueno, tus limitaciones. Pasará el tiempo y seguirás sin mejorar porque no tienes las cualidades para destacar en ello. El tiempo es un recurso muy valioso, demasiado, como para perderlo intentando hacer de todo. El tiempo debes invertirlo en unas pocas actividades importantes y significativas que sabes hacer bien y que tienen el máximo impacto en tu futuro....

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