Elige entre responder o reaccionar. Responder es una actitud positiva; actúas de manera reflexiva y madura, y contribuye a que alcances tus logros. Reaccionar es una disposición negativa, caracterizada por la pérdida de control y que tiene el efecto contrario....
Tacto
Es la capacidad de decir o expresar una opinión de tal manera que la otra persona no se ofende sino que incluso acoge tu sugerencia. Escucha lo que dices en tus conversaciones habituales y seguramente te sorprenderá descubrir la falta de tacto y sensibilidad en el modo en que te relacionas con los demás....
Participa
Participar es actuar poniendo de manifiesto que tu contribución importa. Tu respuesta a lo que ves o escuchas es parte fundamental de lo que ocurre....
Defiende tu personalidad...
Pocos reconocen la verdadera importancia de la propia personalidad y muchos menos se preocupan de protegerla. Tu personalidad es tu posesión más valiosa, es un activo que debes custodiar y vigilar. Es una obligación que nace del valor que representa para ti. Si no la cuidas no podrás transmitir ese valor a las personas con las que te relacionas. Ni tampoco podrás sacar el máximo partido de ella. No tienes que convertirte en una persona diferente de quien eres sino en una persona diferente de las demás. No tienes que ser perfecto en todo sino extraordinario en algo....
Ser un genio
No es suficiente ser un genio. A la hora de comunicar tu propuesta de valor, tu mensaje puede quedar oculto tras tu genialidad. Para destacar, no sirve sólo lo bueno que seas sino lo capaz que puedas llegar a ser en tu relación con las personas....
Mensajes
Cuanto más clara sea tu comunicación y con más respeto la realices mayor será el impacto de tu mensaje y menos responsable te harán si las cosas evolucionan mal....
Debate incomprensible...
Cuanto mayor es la diferencia entre lo viejo y lo nuevo, menor es la posibilidad de que se mantenga la antigua manera de hacer las cosas. Sin embargo, cada día vemos los problemas de las organizaciones para asumir e incorporar el cambio y la innovación. Para comprender el impacto del distinto modo de abordar la incorporación de innovaciones, analicemos los posibles escenarios que podrían darse en las instituciones afectadas: Escenario Radical. Aceptemos tanto caos como sea necesario. Independientemente de las normas ya existentes y de los riesgos acompañantes probemos de incorporar todo aquello que sea novedoso. Escenario Conservador. Dejemos que sean los tradicionalistas los que lo aprueben. Pongamos en las manos de los responsables del modo actual de hacer las cosas la decisión de incorporar las novedades. Escenario Pactista. Negociemos la transición. Busquemos el equilibrio entre las dos posiciones anteriores; los radicales proponen las novedades y negocian con los conservadores cómo aprovecharse de lo nuevo manteniendo lo mejor de lo antiguo. Pero si evaluamos cada uno de estos escenarios nos encontramos con que: El escenario conservador conduce al desastre. Los tradicionalistas tienen el poder de veto, lo que mata toda innovación. Los más comprometidos con una determinada manera de resolver los problemas se sienten obligados a mantener los problemas para que su solución siga siendo la única viable. Son incapaces de descubrir el valor de algo que es, en sí mismo, perturbador. El pactismo, aparente más atractivo, es inviable por la incapacidad de los radicales para imaginar el valor de otras opciones que no sean las que ellos defienden y la imposibilidad para los tradicionalistas de confiar en algo desconocido. La vía radical es la más sensata pues contiene en sí misma su propia limitación. Sólo será capaz de crear tanto cambio como los...
Tu mensaje
Hoy, con tantos mensajes como se cruzan a través de los distintos medios, no basta sólo con que tú emitas los tuyos. La eficacia de tu mensaje se mide no tanto por el número de los que lo reciben o lo recuerdan sino por cuántos lo han atendido y comentado con otros y se han sentido inspirados y motivados a actuar....
Historias
En muchas empresas la declaración de su Misión, en caso de disponer de ella, se caracteriza por tener un fin en sí misma, desconectada de las tareas que se desarrollan, de las competencias disponibles, de las políticas institucionales y de otras actividades que caracterizan su día a día. Establecer esa conexión requiere esfuerzo y compromiso. Una manera de lograrlo es mediante el uso de historias donde la Misión cobra vida. En ellas quedan de manifiesto la relevancia y el atractivo del propósito institucional, sacando a la luz ejemplos y prácticas menos conocidas o ignoradas. Las historias que expliquen como se realiza la Misión deben ser breves y concretas y destacar por su espíritu e idoneidad más que por la calidad literaria. La redacción debe estar a cargo de las personas implicadas que le habrán de dar su propio estilo; podrán nacer de cualquier puesto o función en el que hayan surgido experiencias valiosas que conviene dar a conocer. Sus contenidos pueden dar información sobre los fines y valores de la organización, estructuras, desempeño de las personas, mejoras obtenidas, políticas de compensación, etc. O describir también el modo de coordinarse distintas unidades y de alinearse con los objetivos institucionales. De este modo, todos los partícipes de la empresa, internos y externos, podrán comprender con más claridad el cómo y el porqué de la manera particular en la que se hacen las cosas. La difusión de historias es la forma más poderosa de comunicación, además de ser la más antigua y perdurable. Sus ejemplos y testimonios ayudan a la comprensión y estimulan la identificación y el compromiso. Únicamente hay que tener la precaución de que no se conviertan en Historia (con mayúscula) de la empresa, recuerdos de un pasado ya lejano. Han de responder más a...
Tu atractivo
Muéstrate atrayente. Si los demás te perciben como un personaje común y ordinario, te considerarán reemplazable y débil. Para sobresalir, céntrate en manifestar tu preparación para resolver ciertos problemas y aprovechar determinadas oportunidades....