Para hacer frente a la revolución apuntada ayer podrías plantearte: Liderar la revolución. Abandona lo convencional y tradicional y persigue tus sueños. Cambiar el modelo de negocio. ¿Que todavía funciona…? Desde luego añadir otros nuevos ya. Empieza a innovar en sistemas y procesos, en todos los componentes de tu organización. Escucha a todos y con ellos identifica las nuevas oportunidades. Premia a quienes desafían “el sistema”, buscan aprender y promueven innovaciones. ¡No tengo recursos…! No es cierto. Quizás no tengas dinero (nadie te lo pide), pero dispones de todos los demás. Ponlos en...
¡Bien hecho…!
¿Cuántas veces felicitas a tus colaboradores por sus logros? Y no se trata de reconocer sólo el resultado. Es importante interesarse por los detalles, por todo el proceso que ha llevado a alcanzarlo. Hacerlo, mejora la autoestima de los colaboradores y les anima a afrontar retos aún mayores. Es además la base para generar la confianza que precisas para que ellos sean capaces de corregirte cuando observen que te equivocas. Te será muy valiosa la crítica constructiva que puedan hacerte. Pídela con frecuencia y no les des razones para que se arrepientan de haberlo hecho. Sé constante. No se consigue en un...
La selección
Parte determinante del éxito de una empresa, del desarrollo de su cultura, del cumplimiento de sus valores…, es la selección de las personas que trabajan en ella. El proceso de decisión de quién ha de trabajar en nuestra empresa es muy crítico y requiere mucho trabajo. En teoría todo el mundo lo reconoce, pero en la práctica los procesos no son todo lo rigurosos que debieran. De hecho deberías crear una cultura organizativa dónde aquellos a quienes has contratado estén preparados y deseosos de hacer lo que tienen que hacer, y que no te necesiten para hacerlo. Siempre estarán dispuestos y motivados para realizar su trabajo, y excepcionalmente podrán necesitar de tu ayuda para temas concretos. Para que la organización funcione sin necesidad de mucha intervención directiva en el día a día, el proceso de selección ha de ser muy riguroso de modo que se identifique con escasa posibilidad de error a quienes formarán parte de...
No es lo que parece
Mirando hacia atrás observo que las oportunidades de avance significativo en mi carrera profesional se produjeron en momentos singulares que poco anticipaban las consecuencias que de ellos se derivarían. Es una experiencia en la que coinciden muchas otras personas y que suelen atribuir a estar en el lugar adecuado en el momento oportuno. Pasados los años se felicitan por haber optado por algo que otros rechazaban y que les ha reportado grandes beneficios. A mi no me parece un análisis correcto, ni un planteamiento del que se pueda aprender. Si eso fuera así, nuestra progresión sería el resultado de un azar, en el que nuestro papel no iría más allá del acto de comprar el número de lotería. Se generalizaría un conformismo y una resignación entre aquellos que parecen no progresar. O lo que sería peor, se instalarían en un resentimiento ante las desigualdades que de manera injusta reparte la vida. Mi opinión es otra. Si recordamos esos momentos como singulares es porque fueron el origen de unas decisiones concretas que se siguieron de compromisos y esfuerzos, de asunciones de determinados liderazgos que fueron la causa final de los avances de nuestra carrera. Y eso sí que se puede transmitir y de ahí se puede aprender. No niego que la suerte, o la originalidad de determinadas decisiones, o la ausencia de otros voluntarios para asumir aquellas responsabilidades puedan jugar algún papel favorecedor, pero en modo alguno significativo. Los resultados no se consiguen por haber realizado una apuesta acertada sino por el desempeño esforzado de todas las tareas que acabaron conduciendo a ellos. En efecto, el azar es el nombre tras el que se oculta alguien que no quiere aparecer, pero que seguro...
¿En qué piensas?
Nuestros sentimientos, creencias y saberes se basan en nuestros pensamientos internos, conscientes e inconscientes. Depende de nosotros el ser positivos, entusiastas, activos, o ser lo contrario. Es la actitud la que establece las diferencias entre las personas. Tu actitud se ha construido a partir de muchos factores y experiencias del pasado que han conformado la imagen que tienes de ti mismo y del mundo que te rodea. Y se mantiene por la conversaciones, conscientes e inconscientes, que tienes de continuo contigo mismo. Si quieres cambiar o mejorar esa actitud deberás modificar esas conversaciones de manera acorde. En qué deberías pensar…: Compromiso. Contigo mismo, con aprender, con tu trabajo, familia, amigos y otras causas que merezcan el esfuerzo. Ten elogios para los demás y para contigo. Ten entusiasmo. Piensa que lograrás lo que deseas. Dominio. Céntrate en las cosas importantes. Establece objetivos y prioridades para lo que haces. Practica visualizando tus acciones. Desarrolla una estrategia para afrontar los problemas. Disfruta con tus éxitos. Se honesto contigo mismo. Coraje. Ten arrojo. Mejora cada día. Da lo mejor de ti mismo y no mires atrás. Descubre oportunidades de aprendizaje. Prueba nuevas cosas. Busca otras opciones. Escoge nuevos caminos. Conoce a nuevas personas. Haz preguntas. Cuida tu salud física y mental. Sé optimista. Esto te llevará a mejorar tu desempeño, desarrollará tu autoestima, promoverá pensamientos positivos, aumentará tu...
Empeño común
El trabajo en equipo y la integración de sus componentes se traduce en una mayor eficacia de la organización. Y si a esa integración se le añade un propósito común se consigue la unidad, que es lo máximo a lo que la empresa puede aspirar. En ese contexto puede prosperar la creatividad, se genera innovación, las ideas se extienden con facilidad y aparece el cambio que lleva a progresar personal y colectivamente. ¿Tienes claro cuál es el empeño común en tu...
Cópialas
En estos tiempos, de post-crisis ya en determinados países, se confirma la aparición de un nuevo tipo de organización. Su éxito se fundamenta en tener el valor y el coraje para luchar por un objetivo que está más allá del beneficio económico. Se relacionan y vinculan con sus clientes y empleados a quienes ven como miembros de una comunidad con intereses comunes. Todos se identifican con su marca, dentro y fuera de la organización y son fervientes promotores de la misma. Comparten una aspiración audaz y osada y están comprometidos en el esfuerzo por hacerla realidad. ¿Lo que estas empresas tienen en común…?: Su misión se basa en un compromiso claro con sus clientes Están dispuestas a sacrificar el beneficio a corto plazo para alcanzar su aspiración a largo plazo Alinean la estrategia, la construcción de su marca y la atención a las necesidades de sus clientes de modo que las tres conforman una unidad. Nunca abandonan el seguimiento de su aspiración que les sirve de norte. No importa que todavía sean mayoría las otras. Los clientes serán de...
Cómo generar innovación en la empresa...
Aquí tienes algunas acciones que pueden ayudar. En primer lugar, dedicar recursos: personas, tiempo, dinero, patentes. Suena lógico pero son pocas las empresas que invierten en estas áreas. Se escudan en diversas razones: «No tenemos tiempo para pensar en el futuro; de momento tratamos de sobrevivir…» Un exceso de prudencia y otras prioridades más inmediatas, terminan por anular o retrasar la innovación. El resultado es que los recursos se agotan, y los productos y procesos envejecen. En segundo lugar, se han de asumir riesgos. Esto supone moverse en la frontera de la incertidumbre y lo desconocido, apostar por nuevas ideas y tecnologías que a corto plazo podrán no dar resultados, pero cuya repercusión a medio y largo plazo podría ser decisiva. En tercer lugar se ha de cambiar la manera de pensar. Se han de abandonar las ideas tradicionales del diseño de los negocios y pensar en nuevos modelos con opciones innovadoras que imaginan un futuro distinto y señalan cómo alcanzarlo. Estas nuevas ideas se inician la mayoría de las veces en la mente de los clientes. Además está la gestión de la innovación. La falta de autonomía de los colaboradores, estar excesivamente encima de ellos, puede matar la innovación. Se ha de crear un entorno adecuado en el que puedan prosperar ideas originales que acaben en nuevos productos y servicios. Una dirección eficaz es la que proporciona una orientación estratégica clara, constante y frecuente, y recompensa adecuadamente la creatividad. Por último, se ha de premiar, en todos los niveles de la organización, la innovación y la valía de las personas. Una manera de hacerlo es mediante mejoras económicas y la promoción en la carrera profesional. Pero una motivación aún más poderosa y duradera es la de promover el esfuerzo común y la unidad de...
Aprender… ¡cuesta!...
Ahora que ya has decidido dedicar tiempo a tu desarrollo personal, no tengas prisa. Ver resultados lleva tiempo. Se necesita mucha autodisciplina, constancia y motivación para aprender cada día lo que necesitarás mañana. Lo bueno es que obtendrás unos resultados extraordinarios. Puedes seguirme en...