Un factor crítico en la toma de decisiones por los directivos es el del tiempo. En momentos de cambios acelerados, conocer cuál es el momento adecuado para tomar una decisión tiene un impacto decisivo en los resultados. No basta acertar con hacer lo que corresponde sino realizarlo cuando resulta más indicado. En el caso de la introducción de innovaciones tecnológicas, la complejidad es aún mayor por tres razones: Si se trata de tecnologías completamente nuevas, los tiempos de desarrollo para algunos productos se alargan. El ritmo de introducción de nuevos productos tecnológicos ocasiona una más rápida obsolescencia de los ya existentes. El acertar con el momento oportuno puede determinar una ventaja competitiva fundamental. El reto reside, por tanto, en tomar decisiones que han de considerar no sólo la situación actual sino las condiciones del futuro. Ello requiere un equilibrio entre unas posiciones excesivamente cautelosas y otras demasiado apresuradas. Habitualmente los retrasos en la toma de decisiones por mantener la prudencia suelen ocasionar más problemas, pero la precipitación no está exenta de riesgos. Toda decisión suele implicar además un compromiso de recursos que pueden ser muy significativos en el caso de innovaciones tecnológicas. Ante la incertidumbre del éxito en la implantación de la tecnología muchos directivos optan por esperar y abandonan la oportunidad de ser los primeros en abrir el mercado. Esta opción no es negativa si permite aprender de los errores de otros y reducir los costes de entrada. Ese es el reto del directivo: No sólo determinar cuál es la decisión correcta sino acertar con el momento oportuno para llevarla a cabo....
Acéptalo
Nada dura por siempre. Prepárate mentalmente para el cambio y emprende las acciones oportunas cuando la ocasión lo reclame. Olvídate de las inversiones realizadas, del tiempo y dinero gastados. Si dudas, estás perdido....
Desviaciones
En las organizaciones, la innovación nace en ocasiones cuando se autorizan iniciativas que se alejan de la norma, cuando se permite e incluso se fomenta experimentar con productos que se desvían de la línea central o...
La imitación
No es discutible al valor de la innovación como generadora de crecimiento económico. Desde estas notas se ha defendido innumerables veces su selección como estrategia empresarial. Pero hay que reconocer también la relevancia de sus costes en determinados sectores. Las inversiones necesarias limitan en muchos casos la adopción de esta estrategia a unas pocas empresas que disponen de los recursos suficientes. Otras empresas, en contextos de escasez de recursos, pueden optar válidamente por una estrategia de imitación para aumentar su productividad y asentar su crecimiento. Hay buenos ejemplos históricos de países cuyo rápido desarrollo se fundamentó en la adopción de tecnologías desarrolladas por otros: Japón, Corea del Sur, China… Esta opción estratégica de la imitación puede tener mucho sentido en un país como el nuestro: Por un lado, carecemos de recursos suficientes para comprometerlos en avanzados proyectos de innovación Pero disponemos de suficiente desarrollo tecnológico como para incorporar las innovaciones de otros y aplicarlas a la generación de empleo y crecimiento. Apuntar a ser innovadores y pioneros quizás está sólo al alcance de unos pocos, pero el coste de adoptar las tecnologías de otros es asumible para una gran mayoría. Habría que promover y confiar en la capacidad de miles de empresas para imitar sistemas y tecnologías de eficacia probada. Puede ser el camino más rápido para lograr la recuperación. Para algunos la imitación puede ser más viable y rentable que perseguir innovaciones radicales. Otros podrán buscar un equilibrio entre las dos opciones. En cualquier caso, no puedes quedarte anclado en tecnologías obsoletas. P.S.: Puedes profundizar en estas ideas aquí: Equilibrium Imitation and Growth....
Angustia
Es el malestar que sentimos por la tensión entre la comodidad de dejarse llevar por la inercia que ahora nos mueve y la necesidad de cambiar e innovar. La superas avanzando, acometiendo esa decisión que no es tan ardua como...
La nueva tienda
Hay una necesidad perentoria de innovación en el comercio al por menor. El comercio electrónico seguirá creciendo, pero las tiendas físicas mantendrán su protagonismo por mucho tiempo siempre que sean capaces de adaptarse a los intereses de los clientes. O de otro modo se quedarán sin ellos y desaparecerán. Contrariamente a lo que te parecería lógico, has de atraer a la gente a la tienda para que lo pase bien, no para que compre. No puedes tener vendedores, por tanto, que trabajen por comisión sobre las ventas, sino asesores que enseñen a sacar el mayor partido de los productos o servicios ofrecidos. Identifica lo que los clientes pueden necesitar y mira de proporcionárselo en tu negocio mediante el asentamiento de una relación personal. Descubre el componente emocional de los problemas de tus clientes y dales el servicio que les proporcione la tranquilidad y la seguridad que no encuentran en otros lugares. Casi nunca es el producto lo determinante en la elección de compra: En un bar no es la cerveza, en un concesionario no son los coches, en un restaurante no es la carta, en un gran almacén no es la amplitud de la oferta, en una tienda de ropa no son las prendas, en una perfumería no son las fragancias… Tampoco disponer de una amplia gama de precios te atraerá a más clientes. Establece con claridad el precio que tus clientes están dispuestos a pagar y que será el que consideren ventajoso para la calidad de la oferta y el servicio que les entregas. Es un proceso de aprendizaje lento: conocer a los clientes y ganárselos, acertar con la posición que te llenará la tienda con los clientes que deseas y que generará las ventas esperadas. Y es posible que debas rediseñar todo...
Reinventarse
Es la única opción. Tus conocimientos y capacidades se quedan obsoletas. Has de adquirir otras nuevas y hoy tienes la ventaja de que los recursos para lograrlo están fácilmente a tu alcance. Te has de obligar con un compromiso firme pues la transformación ha de ser...
Excusas
No se puede hacer nada. Es la frase que todos te repiten y, en ocasiones, la que tu mismo quieres escuchar. Hoy, cuando nos enfrentamos a retos que nos parecen nuevos, las excusas se convierten en razones para hacernos la vida más cómoda y tranquila. Ante la inquietud de tener que cambiar algo que siempre ha funcionado respondemos con docenas de argumentos por los que no vale la pena arriesgarse. Lo que ocurre es que no se trata de razones en contra sino de excusas. Al aparecer como razones te evitan la molestia de tener que comprobarlas y parecen protegerte del riesgo de fracasar. Todo empieza con esa idea que te parece plausible hasta que se ve abatida por las excusas. No trates de hacer una lista de pros y contras. Siempre encontrarás una abrumadora mayoría de noes por una única posible y determinante razón para hacerlo. Deja de racionalizar y elaborar justificaciones para no actuar. Para enfrentarse a las excusas hay que cambiar de actitud, abandonar el pesimismo y creer que es posible alcanzar lo que te propones, por encima de los potenciales riesgos y fracasos. Cuando te veas repasándolas, utilízalas en tu provecho; pueden ser la pista para encontrar mejores soluciones. No dejes que las excusas te muevan a la inacción. Experimenta, intenta algo nuevo, averigua los resultados y si no funciona introduce las modificaciones necesarias. Y así hasta lograr lo que buscas. De todo lo valioso te separan únicamente tantas excusas como puedas imaginar. Ignóralas y pon toda tu energía en actuar. Depende sólo de ti....
Descubre
Tu vida no consiste en mantenerte en el mismo puesto de la misma empresa en la misma ciudad y haciendo las mismas cosas. Empieza a pensar y comienza a...
Atrevido
Te lo llamarán por comparación con ellos. Es mejor eso a que te llamen discreto por no salir de la comodidad de compararte sólo contigo...