Tu comportamiento es el resultado de unas iniciativas conscientes, planificadas y determinadas por tus intenciones, por tus aspiraciones. Y al mismo tiempo es en gran medida una respuesta inconsciente a las circunstancias en las que te encuentras. Algunas de tus actuaciones son más automáticas que planificadas, mientras que otras son fundamentalmente intencionadas y escasamente impulsivas. Acabar con viejos hábitos y desarrollar otros nuevos es un proceso difícil y en ocasiones molesto o doloroso....
¡Rebélate!
Innovar es un estado mental. Eres un innovador cuando buscas una oportunidad en cada contratiempo, en cada dificultad, cuando ves el mundo de manera diferente. Este punto de vista singular te convierte en agente del cambio y capaz de aprovechar sus oportunidades. La innovación no es algo que padeces sino el modo en que respondes a aquello que te ocurre. La transformación de tu propio yo pasa por eliminar las barreras internas y externas que limitan tu capacidad de progresión y que condicionan la definición de quién eres. Este no es un proceso cómodo ni fácil. Desde la infancia te han asignado, y te has creído, que tienes unas limitaciones insalvables. Te han alabado o criticado, te han señalado ese único camino que tenías abierto ante ti. Y has condicionado tus ambiciones por las opiniones que sobre ti han expresado quienes te rodean. El modo en que te presentes no puede venir determinado por la manera en la que otros te ven. Tu vida y tu carrera profesional son el resultado del modo en que aceptas o rechazas lo que percibes como tus limitaciones. Lamentablemente, lo que te frena, como a la mayoría de la gente, es tu propia creencia de no ser lo suficientemente bueno, de no merecer determinados logros. De hecho, alcanzarás sólo aquello que creas que te mereces. ¡Rebélate!...
Acomodados
La seguridad ahoga la ambición. O mejor, el espejismo de esa seguridad. La mayoría de las personas no están dispuestas a arriesgar lo que ya tienen por la oportunidad de obtener algo mejor. Parecen ser muchos los profesionales hastiados de su trabajo, atrapados en lo que consideran un salario seguro y unas cómodas rutinas. Pero mientras ellos se lamentan tan tranquilos, otros se afanan en generar discontinuidades que transformen los mercados y pongan a sus competidores fuera de juego. Transforma tu manera de pensar. Idea un nuevo negocio o pon en discusión el valor que aportas en tu actual trabajo, reinvéntate y adopta una nueva carrera profesional. Observa las discontinuidades generadas en otros sectores, descubre nuevas ideas y el modo de aplicarlas a tus modelos de negocio....
Ten paciencia
Cambiar no es fácil; se logra poco a poco y necesita mucho tiempo. Nunca se produce con la rapidez que te gustaría. Además, para que tengas éxito, necesitarás una preparación mental que no suele tenerse en cuenta. Debes dedicar tiempo a determinar exactamente lo que deseas o de otro modo tus posibilidades de lograrlo serán mínimas....
Certezas
Hay estudios que defienden que la fuerza de voluntad disminuye cuando el resultado que se anticipa es ambiguo. Eso explica que la mayoría de los decisores quieran evitar la incertidumbre. No sólo muestran rechazo a esa inseguridad sino también a la complejidad que suele acompañar a la evaluación de los factores que condicionan el resultado una determinada decisión. Optar por la apuesta segura es el equivalente mental de encogerse de hombros con resignación. Quizás ahora entiendes el porqué de muchas decisiones inesperadas que te imponen, para ti incomprensibles. Pero esa actitud, en los momentos actuales de intenso cambio e incertidumbre, no es compatible con el crecimiento y el desarrollo de iniciativas innovadoras. Las certezas hoy no son garantía de viabilidad. Quienes optan por ellas olvidan que los resultados dependen más de la voluntad y el esfuerzo de quienes los trabajan que del entorno en el que se mueven. O de otro modo todos estaríamos aún en la Edad de Piedra....
No es sólo voluntarismo...
Tu comportamiento no viene condicionado sólo por decisiones conscientes. También influyen los estímulos que te llegan del entorno que te rodea, capaces de desencadenar hábitos automáticos que te hacen sentir seguro y cómodo. Para que determinados cambios se puedan realizar, para que tus resoluciones se lleven a cabo, deberás superar algunos viejos hábitos que pueden significar ciertas dificultades. Resolver esos problemas no es sólo cuestión de fuerza de voluntad. No se trata tan solo de hacer más de lo mismo, sino de hacer las cosas de otro modo. Para lograr el cambio que te propones, habrás de ser capaz de gestionar tanto tus intenciones como las circunstancias que influyen en tu comportamiento....
Concreta
No requiere mucho esfuerzo soñar con la obtención de unos resultados deseados. Sin embargo, es mucho más costoso determinar el comportamiento necesario para lograr esos objetivos. Que tus propósitos se traduzcan en actuaciones requiere que se formulen de manera muy concreta y específica. Que una aspiración se haga realidad exige saber exactamente cuáles son las acciones necesarias para lograrlo. Es un error concentrarse en la descripción de los resultados que se pretenden y no formular los comportamientos necesarios para llegar a ellos. Eso conduce a no emprender acción alguna o realizar las equivocadas. Es el comportamiento lo que une las intenciones y los resultados. El comportamiento está en la naturaleza de todo cambio....
Tú puedes
No importa cuán grande sea tu carga, reconoce que dispones de la fortaleza interior para sobrellevarla. Y pon en marcha estas medidas de prudencia: No te enredes más allá de lo necesario. El mundo no espera que seas tú quien le solucione sus enormes problemas. Resuelve tus propios problemas y sé selectivo a la hora de aceptar los problemas de los demás. Hay muchos que quieren descargarse de sus responsabilidades pasándotelas a ti. Afronta un solo problema cada vez. El de ahora. No les des vueltas a los de ayer ni te preocupes por los de más tarde y menos por los de mañana....
No basta la intención...
Así como hay muchos cambios que se desencadenan como consecuencia de acontecimientos ajenos a tu control, hay un cambio en el que puedes tomar la iniciativa e influir de continuo: tu cambio de comportamiento. En ocasiones puede venir condicionado por las circunstancias, unas veces atractivas, otras amenazadoras. Es preciso conocer y trabajar las técnicas para llevar a cabo ese cambio, aunque no basta tener la intención de cambiar para lograrlo. Es cierto que parte de tu comportamiento obedece a tus deseos e intenciones, pero hay una parte significativa del mismo que viene determinado por automatismos gobernados por las circunstancias más inmediatas que te rodean. Si no puedes controlar esos impulsos espontáneos, te resultará muy difícil cambiar....
Cambia de comportamiento...
Cambiar es costoso. Exige voluntad, energía y tiempo. Pero es posible y necesario, dado que cambiar de comportamiento te hace capaz de alcanzar logros importantes. Ese cambio puede tener un impacto enorme en tu vida privada, incluso en tu salud, que viene tan condicionada por esos comportamientos y estilos de vida. También influye en tu vida profesional y en la social por el modo en que tratas a los demás, lo que determina en gran medida la calidad de tu vida diaria. Cambiar de comportamiento no parece fácil si te lo miras desde la distancia, pero es posible aprender cómo lograrlo, siempre y cuando lo consideres importante para ti. Te requerirá: Establecer qué resultados futuros son importantes para ti y trasladarlos a cambios de hábitos personales hoy. Definir un plan de actuación para esos cambios incluso en las condiciones más difíciles Medir primero ese cambio de desempeño y sólo más tarde los resultados de ese cambio. Y acompañarlo recompensas inmediatas por cada logro....