¡Rebélate!

Innovar es un estado mental. Eres un innovador cuando buscas una oportunidad en cada contratiempo, en cada dificultad, cuando ves el mundo de manera diferente. Este punto de vista singular te convierte en agente del cambio y capaz de aprovechar sus oportunidades. La innovación no es algo que padeces sino el modo en que respondes a aquello que te ocurre.

La transformación de tu propio yo pasa por eliminar las barreras internas y externas que limitan tu capacidad de progresión y que condicionan la definición de quién eres.

Este no es un proceso cómodo ni fácil. Desde la infancia te han asignado, y te has creído, que tienes unas limitaciones insalvables. Te han alabado o criticado, te han señalado ese único camino que tenías abierto ante ti. Y has condicionado tus ambiciones por las opiniones que sobre ti han expresado quienes te rodean.

El modo en que te presentes no puede venir determinado por la manera en la que otros te ven. Tu vida y tu carrera profesional son el resultado del modo en que aceptas o rechazas lo que percibes como tus limitaciones.

Lamentablemente, lo que te frena, como a la mayoría de la gente, es tu propia creencia de no ser lo suficientemente bueno, de no merecer determinados logros. De hecho, alcanzarás sólo aquello que creas que te mereces.

¡Rebélate!