En mejor ocasión

No ayuda esperar a que las cosas se asienten, que las circunstancias mejoren, o que aparezca la fortuna que facilite esas iniciativas. El momento idóneo nunca llega. Si quieres marcar la diferencia, no esperes. Ponte a hacerlo ahora, cuando objetivamente las condiciones son desfavorables y nadie más se anima. Aprovecha esa ventaja que te ofrecen....

Debate incomprensible...

Cuanto mayor es la diferencia entre lo viejo y lo nuevo, menor es la posibilidad de que se mantenga la antigua manera de hacer las cosas. Sin embargo, cada día vemos los problemas de las organizaciones para asumir e incorporar el cambio y la innovación. Para comprender el impacto del distinto modo de abordar la incorporación de innovaciones, analicemos los posibles escenarios que podrían darse en las instituciones afectadas: Escenario Radical. Aceptemos tanto caos como sea necesario. Independientemente de las normas ya existentes y de los riesgos acompañantes probemos de incorporar todo aquello que sea novedoso. Escenario Conservador. Dejemos que sean los tradicionalistas los que lo aprueben. Pongamos en las manos de los responsables del modo actual de hacer las cosas la decisión de incorporar las novedades. Escenario Pactista. Negociemos la transición. Busquemos el equilibrio entre las dos posiciones anteriores; los radicales proponen las novedades y negocian con los conservadores cómo aprovecharse de lo nuevo manteniendo lo mejor de lo antiguo. Pero si evaluamos cada uno de estos escenarios nos encontramos con que: El escenario conservador conduce al desastre. Los tradicionalistas tienen el poder de veto, lo que mata toda innovación. Los más comprometidos con una determinada manera de resolver los problemas se sienten obligados a mantener los problemas para que su solución siga siendo la única viable. Son incapaces de descubrir el valor de algo que es, en sí mismo, perturbador. El pactismo, aparente más atractivo, es inviable por la incapacidad de los radicales para imaginar el valor de otras opciones que no sean las que ellos defienden y la imposibilidad para los tradicionalistas de confiar en algo desconocido. La vía radical es la más sensata pues contiene en sí misma su propia limitación. Sólo será capaz de crear tanto cambio como los...

Toma tu tiempo

No puedes abordar todos tus compromisos con la misma intensidad. No puedes multiplicar tu tiempo. Habrá asuntos sobre los que pasarás con rapidez y de forma superficial y otros a los que habrás dedicar toda tu atención y durante un largo rato. ¿Tienes claro que no puedes tratar todo ni a todos por igual? ¿Se refleja eso en tu agenda diaria?...

Más paciencia

Es lo que me faltó ayer. Bien es verdad que me pillaron desprevenido y sin tiempo a reaccionar…; pero perdí la paciencia. Ese tropiezo me da pie para escribir esta nota y evitar que te pueda pasar a ti, o si te ocurre, para que no te preocupes en exceso. Estamos en un momento en que todos tenemos una voz y que además se escucha amplificada en las distintas redes sociales. Este fenómeno también llega al ámbito empresarial y de manera particular afecta a los denominados asesores de empresas. Cualquiera puede alzar su voz y presentarse como consultor de estrategia y coach directivo pues, para muchos, los criterios de evaluación de las opiniones no están claros. En unos momentos de cambios radicales y continuados, la necesidad de orientación es evidente. Y manifestar las propias opiniones sobre cómo sortear momentos complicados tiene un coste: el de equivocarse, el de experimentar en la incertidumbre, el de tener que rectificar… Sin embargo, hay quien encuentra un modo muy eficaz de estar ahí sin incurrir en esos costes, de estar en la batalla sin pegar un tiro. Sólo se trata de opinar sin “mojarse”, de repetir lo obvio, como por ejemplo alertar de potenciales peligros si se toman decisiones en los tiempos que corren, de sugerir la demora de compromisos hasta tener una mejor información, o el defender los comportamientos tradicionales que tan bien se han demostrado en el pasado. No parecen importar la contradicciones en que con frecuencia se incurre o la vacuidad de los mensajes: nada que valga la pena repetir o recordar pues no aporta valor a las cuestiones que se llevan entre manos. Pero lo grave es que esa actitud tiene unos costes aún mayores que los de comprometerse: los costes de la banalidad,...

Vergüenza

Tu marca personal responde a determinados valores y se sostiene sobre su cumplimiento. Si te apartas de ellos caes en comportamientos que perjudican tu marca, quizá ya sin remedio y de los que te acabarás avergonzando. Piensa dos veces antes de actuar contra aquellos....

Precavidos

Hay quienes andan siempre a la defensiva para evitar cualquier tropiezo. Aunque pudieran parecer prudentes, no hacen más que anticipar un fracaso que raramente se produce. Tener esa actitud no ayuda a evitar el contratiempo temido y limita significativamente la posibilidad de aprovechar oportunidades, de marcar la diferencia o de dejar huella....

¿Fácil o difícil?

Una opción es elegir hacer eso que te resulta fácil y sencillo y conseguir que te paguen por ello. Otra posibilidad es buscar aquellas cosas verdaderamente difíciles, que a nadie se le ocurriría hacer y tratar de llevarlas a cabo. Adivina cual es la opción más satisfactoria. ¿Tu cuál eliges?...

Entorno genérico

El análisis del entorno genérico (político, económico, social y tecnológico) en el que se mueven las empresas ha formado parte del proceso tradicional de planificación estratégica. Sin embargo, su relevancia hoy es discutible ante la complejidad geopolítica en la que nos encontramos y el carácter mundial de los problemas. Las crisis aparecen y se transforman; se desplazan rápidamente de unos lugares a otros. La expansión de las operaciones de las empresas, dispersas por múltiples países y escenarios se acompaña de incertidumbres que hacen difícil tomar decisiones que garanticen el éxito a largo plazo. Los mercados emergentes crecen de manera más consistente que los desarrollados que paradójicamente, demuestran una mayor volatilidad. Lo único seguro es la ubicuidad y continuidad de las crisis. Las estrategias corporativas y de aplicación universal carecen, por tanto, de sentido. El tipo de decisiones que funcionaban en entornos estables ahora no sirven. En un entorno volátil y hostil, tener éxito y sobrevivir son términos sinónimos. Para prosperar en estos contextos ya no es tan determinante el trabajo de análisis como priorizar el desarrollo de las siguientes capacidades que ayudan a desenvolverse ellos: El equilibrio. No se trata de crecer al precio que sea para satisfacción de los accionistas que esperan retornos a corto plazo, pues puede conducir al fracaso. Se ha de buscar un desarrollo más consciente y deliberado que permita el equilibrio y transmita seguridad. De este modo la empresa seguirá atrayendo a profesionales e inversores y asegurará su viabilidad. La resistencia. Esta capacidad permite evitar los peores efectos de las crisis y superar sus consecuencias negativas. Necesariamente se ha de realizar de manera descentralizada, allí donde cada unidad opere, y ha de permitir responder de manera rápida y adecuada a las amenazas que se presenten. A la vez, ha de...

Ritmo

¿A quien ajustas tu ritmo de trabajo? No defiendas que sigues el tuyo propio. No es garantía de que están dando todo lo que puedes y de hecho te influyen los que te rodean. Para mejorar tu desempeño y destacar, decide a quien debes seguir, y hazlo sin lo que sepa....

No funciona

¿Cómo abordas ese incidente que tienes cerca de ti? ¿Lo reconoces o evitas admitirlo? ¿Lo arreglas o te despreocupas? ¿Sabes cómo resolverlo o buscas ayuda? Lo aceptes o no, te condiciona más de lo que quieres reconocer....

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