Cuando te ves incapaz te sientes motivado para hacer algo o superarte. Tratas de escapar de la incomodidad emocional que te representa esa carencia que percibes. La motivación la originó esa causa externa. Cuando reconoces tu valía, te sientes inspirado para lograr nuevas metas, para crecer y prosperar. Esa inspiración se originó internamente. Hay una notable diferencia…...
Tu atractivo
Muéstrate atrayente. Si los demás te perciben como un personaje común y ordinario, te considerarán reemplazable y débil. Para sobresalir, céntrate en manifestar tu preparación para resolver ciertos problemas y aprovechar determinadas oportunidades....
Tu personalidad
Las distracciones impiden que puedas comunicar con tu audiencia. Sólo apoyándote en los recursos de tu personalidad podrás imponerte a la indiferencia. Una primera impresión cautivadora te allanará el camino para establecer una relación duradera y leal. No pierdas el tiempo con mensajes que no añaden valor....
Diferente
No pongas toda tu energía en ser el mejor. Centra tu atención en el modo de ser diferente, en tu singularidad para afrontar determinados problemas. Importa más quién eres que lo que haces....
Conocerse
El optimismo te ayudará a mantener la motivación, pero un toque de pesimismo puede ayudarte a alcanzar tus objetivos. Si eres capaz de anticipar y reconocer las circunstancias en las que puedes sentir la tentación de romper tu compromiso, tendrás más posibilidades de conservar tu determinación....
Escúchale
No des crédito a esa voz interior que te hace dudar de tus capacidades, que se burla de tus limitaciones. Escucharla no te ayudará a conseguir lo que te propones. Por el contrario, presta atención al criterio de un buen amigo o de un mentor que crea en ti, que quiera lo mejor para ti, que te aliente cuando se sientas desmoralizado....
Progresa
Proponte objetivos de mejora y perfeccionamiento. Asume nuevos retos en vez de tratar de impresionar a los demás con tus conocimientos. Pon el énfasis en lo que puedes aprender y no en lo que tienes que probar. Lo pasarás mejor y llegarás más lejos....
Quién eres
¿Te han dicho que no eres suficientemente bueno, o inteligente o simpático? ¿O que te falta… quien sabe qué? Pese a las pruebas a tu favor, podrías acobardarte, apocar tu personalidad y esconderte. Grave error. Aunque es razonable que busques en los demás el reconocimiento por lo que haces, tu valía no depende de ellos. Identifica lo que posees de extraordinario, tus talentos ocultos, tus capacidades no explotadas, tu potencial por realizar. Así descubrirás cómo te verán los que te rodean, cómo habrás de comunicar esos valores que te hacen singular. No tienes que cambiar quién eres, sino ser más quien verdaderamente eres....
Ritmo
¿A quien ajustas tu ritmo de trabajo? No defiendas que sigues el tuyo propio. No es garantía de que están dando todo lo que puedes y de hecho te influyen los que te rodean. Para mejorar tu desempeño y destacar, decide a quien debes seguir, y hazlo sin lo que sepa....
Desarrolla el liderazgo...
Si tienes gente a tu cargo, ya serás consciente de tu responsabilidad en desarrollar sus capacidades y en particular en estos tiempos, la de liderazgo. Recuerda como te trataron a ti en similares circunstancias. Quizás no apreciaban ni tus ideas ni tu necesidad de contribuir. Sólo esperaban que “picaras piedra”. Y el no ver la posibilidad de que tu trabajo tuviera impacto, de poder influir en otros, de que tus sugerencias fueran escuchadas, te condujo a la desmoralización, a un bajo desempeño y eventualmente a abandonar aquel puesto. No puedes permitir que eso les pase a tus colaboradores. Se supone que los contrataste por sus cualidades y si no te preocupas de que desarrollen y ejerzan su capacidad de liderazgo puedes encontrarte en una mala situación, la de tener que seleccionar otros nuevos, con el coste económico, de tiempo e incertidumbre que eso representa. Lo más frustrante para quienes pretenden desarrollar su liderazgo es no ser capaz de tomar decisiones o tomarlas y que sean anuladas posteriormente. Además de la responsabilidad debes darles autoridad, y podrán ejercerla si les dejas que decidan sin tener que pedirte permiso. Considera las siguientes actitudes e iniciativas para facilitar el desarrollo de la competencia de liderazgo entre tus colaboradores: Facilita el que se identifiquen con la misión, aspiración y valores institucionales. Encamínales hacia el éxito, respaldándoles con tu total confianza y poniéndola de manifiesto delante de todo el mundo. Dales la autoridad para que tomen decisiones en los ámbitos de los gastos a realizar, de la contratación o despido de personas, y la orientación de la estrategia en sus áreas de responsabilidad. Quítate de en medio y déjales que puedan ejercer sus cualidades de liderazgo. Mantén una conexión continuada, para responder a sus consultas, para premiar o corregir determinados comportamientos, de manera que puedan progresar. Haz preguntas y no impongas respuestas para que...