Mitos sobre la innovación...

Scott Anthony en este post del HBR Blog Network recoge algunos mitos acerca de la innovación empresarial que me parecen interesantes para considerar. Comentaré aquí sólo aquellos que me parecen más relevantes o con los que coincido. La innovación aparece aleatoriamente. En absoluto. La innovación es una disciplina que puede ser  gestionada y evaluada. Organizada adecuadamente, las iniciativas que se emprendan alcanzarán unos mejores resultados. La innovación la generan sólo genios creativos. Error.  Creatividad e Innovación no son la misma cosa. Ser de natural creativo puede ayudar, pero quienes no lo son pueden destacar como innovadores si se atienen a un proceso adecuado. Se es innovador o no se es. No. Hay estudios que sugieren que en toda innovación la contribución de las competencias innatas es limitada. La mayor parte se deriva de los esfuerzos de desarrollo. La innovación tiene lugar en los laboratorios de I+D. Ni mucho menos. La innovación puede aparecer en cualquier lugar de la empresa. Todos pueden contribuir con nuevas soluciones a los problemas. La tecnología nos proporcionará la innovación ganadora. No necesariamente. La mayoría de las trasformaciones radicales de los mercados responden a innovaciones en los modelos de negocio, a nuevas maneras de crear, retener o proporcionar valor. Mejorar el rendimiento ya es innovar. No del todo. Hay innovaciones que mejoran el desempeño en dimensiones tradicionales del negocio, pero las innovaciones más significativas y radicales pueden llegar a sacrificar rendimiento para ganar en accesibilidad o hacerlo más asequible. Sólo los emprendedores independientes generan innovaciones radicales. No exactamente. La misma motivación e iniciativa emprendedora puede y debe encontrarse y desarrollarse en empresas establecidas. Hay que innovar a lo grande. Tampoco. Es habitual que las innovaciones sean de pequeña dimensión e impacto limitado inicialmente. Eventualmente algunas llegarán a ser significativas y...

Hábitos para hoy

Este libro recientemente publicado, The Innovator’s DNA: Mastering the Five Skills of Disruptive Innovators,  enumera los cinco hábitos que caracterizan a los innovadores radicales: Asociar ideas.Ser capaz de conectar cosas, ideas, conceptos aparentemente alejados o imposibles de relacionar. Ser inquisitivo.Preguntarse de continuo porqué las cosas no pueden hacerse de manera diferente. Observar.Es prestar atención a los comportamientos de la gente como fuente de inspiración de nuevas ideas. Tener una amplia red de contactos.No tanto para conseguir contratos como para descubrir ideas procedentes de otros entornos y mercados, nuevos puntos de vista. Experimentar.Los innovadores andan siempre «trasteando», enredados en introducir modificaciones en sus productos y modelos de negocio. Dichas características también se aplican a las empresas. Las más innovadoras buscan contratar gente creativa y les estimulan a ser observadores e inquisitivos. Si bien defienden sus autores que todo lo anterior puede aprenderse, también reconocen la existencia de genios, especialmente dotados para la innovación radical. Independientemente de tu ADN, ¿cultivas esos cinco...

¿Cómo innovas?

Me ha parecido interesante la propuesta de este artículo sobre la forma de categorizar los tipos de innovación. Se basa en la manera en que tiene lugar en tres grandes empresas indiscutiblemente innovadoras. Trata de identificar la predominancia de alguna de estas tres cualidades necesarias para  la innovación: Visión: Que señala dónde quieres llegar. Estrategia: Que te indica cómo llegar. Ejecución: Que te lleva al lugar deseado. Según estas cualidades, puede hablarse de: Innovación estructurada. Propia de Apple, se trataría de un proceso metódico, que evoluciona de manera descendente en la organización. El enfoque es en la ejecución de la visión que emana desde la dirección general; abundan los profesionales que destacan por su capacidad de ejecución. Innovación desestructurada. Propia de Amazon, consistiría en un proceso más descentralizado, con diversos visionarios que persiguen vías de innovación en los distintos ámbitos. Llegan a muchos mercados en los que experimentan diversos modelos de negocio. Comparativamente, abundan visionarios y estrategas. Innovación abierta. Propia de Google, consistiría en un proceso más caótico, con muchos proyectos de innovación que cualquiera está en condiciones de promover. Sus profesionales son innovadores de raza que participan de las dotes de los visionarios, estrategas y ejecutores. La alineación con una visión global de la empresa es difícil de conseguir. El autor propone que el tipo de innovación estructurada es la más apropiada para una empresa de nuevo establecimiento. No me parece mal. Es una propuesta sugerente y descriptiva, resultado de una investigación quizás no muy rigurosa metodológicamente. En todo caso, me quedo con que nuestras empresas necesitan innovar, por iniciativa de todos los que en ellas trabajan.¡Ojalá que el problema fuera el caos que se...

Esmérate

Muchos planes de empresa que me llegan describen el producto, el entorno, las oportunidades y amenazas (!?), los puntos fuertes y débiles (!?), cómo se comercializará, qué recursos financieros se necesitan y la extraordinaria rentabilidad resultante. Y qué pocas veces hay una descripción detallada de los clientes, de sus necesidades, del problema que tienen para satisfacerlas, del modo de resolver el problema con la nueva iniciativa y los beneficios que se les acabará proporcionando a aquellos clientes. Ponte a pensarlo y a...

¡Cuánta ceguera…!...

Hace unas horas escuchaba a un influyente economista sobre cómo salir de la crisis. Afirmaba que la recuperación de la productividad pasa necesariamente por una reducción de los costes de las empresas, dado que no estamos en condiciones de devaluar la moneda como en otras épocas. Anticipaba que esta reducción habrá de ser de una dimensión muy significativa y que será dura porque demandará importantes sacrificios. Seguro que carezco de la experiencia y la autoridad académica de quien manifestaba esa opinión. Aun coincidiendo en el diagnóstico no puedo estar de acuerdo en el tratamiento. Las propuestas de reducción de costes, que acaban afectando fundamentalmente a las personas y sus empleos, no pueden ser la solución. Es una sangría que sólo nos debilitará aún más. Recuerdan a las prescripciones médicas de épocas medievales. ¿Nadie ve el otro lado de la ecuación? En vez de reducir costes, subamos los ingresos. ¿Cómo? Pues proporcionando más valor a quienes nos compran, dentro y fuera del país. Demos mucho más de lo que esperan nuestros clientes, más de lo que ofrecen otros países y otras empresas y, sin tocar los precios, nos comprarán muchos más, en más cantidad y más veces. La gente trabajará más, es verdad, y más a gusto, porque tendrán trabajo y porque verán los efectos positivos del mismo. Y si quienes nunca tuvieron un empleo y quienes lo han perdido se esfuerzan en generar nuevas ideas y ponerlas en marcha, con el apoyo de las empresas que ya producen y de la gente que tiene ingresos, si todos nos hacemos cómplices para poner más productos y servicios en el mercado, al país le damos la vuelta. Si esperamos a las iniciativas de los políticos y los bancos nos encontraremos con sus brillantes propuestas. Un ejemplo...

Consejos para emprendedores...

Reid Hoffman, co-fundador de LinkedIn, anteriormente vicepresidente ejecutivo de PayPal, y socio de le empresa de capital riesgo Greylock Partners,  propone estos principios para los emprendedores: Sé rompedor. Pregúntate a ti mismo: «¿Es esto significativamente grande y distinto? Tiene que ser diez veces diferente, un salto de magnitud, algo que cambie un sector. Apunta alto. Probablemente necesitarás dedicar la misma cantidad de tiempo en un negocio pequeño como en uno grande. Por lo tanto, no te dejes intimidar por las grandes ideas, ya que hay múltiples maneras de llevarlas a cabo. Haz crecer tu red de contactos. Tu red incluye a inversores, asesores, empleados y clientes. Con una red amplia, tendrás la posibilidad de realizar cambios muy importantes. Planifica distintos escenarios. Acepta que en tu plan te puedas encontrar con situaciones no esperadas y que te obliguen a introducir cambios. Y si algo no funciona aplica el plan B. Se persistente y flexible. Por un lado, el objetivo es tener perseguir tu visión y ser persistente. Por otro lado es primordial tener la flexibilidad necesaria para poder cambiar en función de lo que quieren tus clientes. El arte está en saber cuando ser persistente o flexible y la forma de combinarlas. Haz el lanzamiento enseguida. Lo más probable es que tu propuesta sea parcialmente errónea. Por tanto empieza cuanto antes y repite tantas veces como sea necesario. Los clientes iniciales suelen estar muy comprometidos y te orientarán en lo que hay que corregir. Busca una ayuda sincera. Necesitas amigos que te digan si tienes un producto malo. Mantén aspiraciones elevadas y a la vez escucha los consejos de tus amigos. Que te encuentren por todos lados. Es importante tener una gran idea para el producto, pero es absolutamente vital conseguir una amplia distribución pues si no llega a mucha gente de...

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