Muchas personas pasan la vida enjauladas, ya sea en su pasado o en las expectativas de otros. Nunca se aventuran en lo desconocido ni tratan de romper las barreras que otros o ellos mismos se han levantado. Su identidad está atrapada en una jaula estrecha que encierra sus convicciones acerca de lo que son capaces. Sus «cuidadores» determinan la imagen que deben presentar al mundo. Les convencen para que sigan el comportamiento esperado a cambio de ser aceptados. El resultado final inevitable es que su comportamiento se acomoda a las recompensas externas y aceptan esa realidad como normal. Toda su existencia es una proyección de los deseos de los demás y jamás se preguntan lo que realmente quieren. Sólo hay dos maneras de salir de la jaula. La primera cuando la casualidad del destino destroza esa confortable realidad y rompe la jaula para bien. El segundo modo, el deliberado, requiere un tremendo esfuerzo personal. Sucede cuando se decide superar el miedo a ser rechazado y se descubre que hay vida más allá de esa jaula que otros han construido. Esto tiene lugar cuando se diseña un destino diferente: se elige conscientemente una nueva imagen y tipo de vida, y se lucha por hacerla realidad alineando la manera de pensar y el modo de comportarse. La puerta de la jaula está abierta. ¡Sólo hay que empujar con fuerza!...
Sus opiniones
Todo es una elaboración de tu mente. Las opiniones de otras personas, sus juicios, los has asimilado como rasgos de tu propia personalidad. Te han dicho que eres inútil o malo, perezoso o desorganizado, cobarde o descuidado. Pero nada de eso puede definir en verdad quién eres. Esos comentarios, influidos por estados de ánimo, por el buen o mal humor de otros, no han condicionarte ni son acertados. En cualquier caso tu supuesta personalidad tampoco puedes tomarla como algo determinante. Tienes que abandonar todas esas características que parecen definirte, dejar de lado las historias de tu pasado y emprender un nuevo camino de manera decidida. Sólo necesitas tener claro lo que debes hacer y sacar el coraje necesario para realizarlo. Y ésta no es una cualidad excepcional, ni de sólo unos pocos. La compartes con todos aquellos héroes a los que...
Igual sí puedes
Ante determinadas circunstancias tienes claro que debes descartarte. Tu experiencia pasada te dice que no puedes aplicarte a algunas cosas: No hablas bien en público, no escribes bien, no eres buen comercial, se te dan mal las relaciones sociales, no tienes condiciones para… Lo tienes tan claro que cuando se presenta la ocasión simplemente renuncias a prepararte adecuadamente. De antemano das a conocer tu incapacidad para así ganarte la condescendencia de los demás. Pero tienes otra opción, porque igual sí puedes hacerlo bien si te pones a ello. ¿Cómo…? Siendo consciente primero de ese estado mental de derrota anticipada. Porque lo que das por hecho igual no se sustenta en una realidad bien establecida. Poniendo por escrito y analizando en detalle esos pensamientos negativos. Estudiando cuánto hay de verdad en esa actitud y cuánto procede de una percepción condicionada por el miedo a fracasar. Reconociendo los elementos positivos con los que sin duda cuentas y que puedes poner trabajar en tu favor. Elige entonces abandonar esa actitud victimista y actúa en la forma conveniente. No caigas en la trampa y asume el control. El resultado, en cualquier caso, será siempre mejor de lo que habías imaginado y dará origen a una espiral de...
Quédate con su nombre...
Al contrario de lo que hacen otros, olvida el de quienes actúan en tu contra, de quienes esperan que fracases. No tiene sentido que pierdas el tiempo con ellos. Quédate con los nombres de quienes te apoyan y simpatizan contigo, de quienes cooperan para tu éxito. Es más divertido, productivo y eficaz....
Enfocado en la solución...
Los hay que prefieren centrarse en los problemas. Los encuentran más interesantes aunque en verdad es poco útil, pues te mantienen en el pasado, en tratar de cambiar lo que ya no se puede, en buscar culpables, excusas o justificaciones. Enfocarse en las soluciones, por el contrario, genera energía, te abre a nuevas ideas y posibilidades. No se ignoran los problemas sino que se analizan desde el punto de vista de cómo avanzar en vez de entretenerse en las causas. Es una elección que has de hacer en cada ocasión, una disciplina, un hábito mental que, si aún no lo tienes, habrías de desarrollar....
Ríete de ti
El humor amable, no sarcástico, te ayudará en tus relaciones sociales y a conseguir lo que necesites. Particularmente si eres capaz de reírte de ti mismo y de tus limitaciones ante los retos que debes afrontar. Pero si no crees que vaya con tu personalidad, no lo fuerces; porque si lo haces conseguirás el efecto contrario. En cualquier caso, si contribuyes a disminuir la seriedad de determinadas situaciones tendrás más fácil ganarte la atención y la confianza de los...
Felicitaciones
¿Cuándo días seguidos llevas sin hacer cinco cumplidos o felicitaciones diarias? Esto es hacer al menos un halago a cinco personas cada día. Sólo compites contigo mismo y si ganas imagina el efecto en tu capacidad de atracción....
Un matiz
Has de tener la ambición de crecer con el objetivo de poder servir, que no es lo mismo que el deseo de alcanzar la propia excelencia. Esto último sería soberbia por buscarte a ti mismo en lo que haces o en el modo en que te manifiestas....
Inconsistentes
Hacen la vida difícil a los que les rodean. Un día se comportan de una manera y al día siguiente de otra. Ahora dicen una cosa y momentos después cambian de idea. Nunca sabes donde están y es muy difícil relacionarse o trabajar con ellos. Opta por ser consistente que no es lo mismo que ser aburrido. Podrán no estar de acuerdo con tus decisiones pero tu manera de actuar genera seguridad y confianza....
Cuando te faltan el respeto...
En esas situaciones puedes pensar que eso es algo que no puedes tolerar ni debes ignorar. Sin embargo, el enfrentamiento no siempre proporciona los resultados deseados. Compensa mantener una actitud positiva y educada a la vez que se muestran ligeros signos de descontento o insatisfacción. En ocasiones puede estar justificada una respuesta directa a la vez que respetuosa, pero si anticipas que no conducirá a nada, si crees que sólo lograrás que adopten una posición defensiva, es inteligente adoptar una actitud más sutil e indirecta. Suele dar mejores resultados....