Para mejorar la eficiencia de tu organización has de investigar maneras de agilizar y aligerar las operaciones, asegurarte de que tus colaboradores están bien cualificados y entrenados, y tomar medidas para evitar el despilfarro. A continuación te presento algunos puntos concretos en los que trabajar: Descarta lo sobrante. Suprime de la organización todo proceso que no aporte valor. Elimina cuellos de botella. Te señalan puntos mejorables de los procesos. Ten en cuenta que en muchos casos no tienen su origen en el propio sistema sino en el comportamiento de las personas que participan. Encuentra los puntos débiles. Haz una valoración honesta de tus operaciones y emprende acciones correctoras. Elude las reparaciones. Hazlo mediante la mejora de la calidad. Analiza cada paso del proceso y corrige los errores. Nuevas tecnologías. Sustituye las herramientas que utilizas por otras nuevas más adecuadas. La inversión no suele ser significativa y las ganancias, indiscutibles. Evalúa los puestos de trabajo. Elimina redundancias y reasigna las personas a otros trabajos. Evita reuniones. Y las que se hayan de celebrar gestiónalas adecuadamente. Forma y apoya a tus colaboradores. Han de estar al día de las mejores prácticas en sus tareas y recibir el asesoramiento que precisen. Estimula la colaboración. Promueve la comunicación, el trabajo coordinado y que se compartan recursos entre departamentos y equipos. Programa descansos. Está comprobado que el parar periódica y brevemente mejora la productividad de tus colaboradores y su capacidad de recuperación. Actualiza las relaciones. Estudia la manera de reforzar la conexión con tus clientes actuales y pon en marcha iniciativas concretas para lograrlo. La mejora de la productividad resultante de aplicar medidas como las anteriores puede alcanzar un impacto muy significativo y con frecuencia se logra sin necesidad de grandes inversiones de capital....
Comodidad
Son muchos lo que optan por buscar su zona de confort y deciden no moverse de ella. Al hacerlo se convierten rápidamente en obsoletos y prescindibles. Si se comprometieran verían que la incomodidad no es tanta y las recompensas extraordinarias....
Programa 7×52
Esta nota es para presentarte una de las propuestas singulares de este curso. Si sigues este Blog, seguro que te interesa la mejora de la productividad, la capacidad de iniciativa y el crecimiento de tus actividades, tanto para ti como para tus colaboradores. En el documento adjunto encontrarás información del Programa 7×52. Es mi compromiso para ayudarte a conseguir los objetivos anteriores mediante una actividad de coaching compatible con las actividades profesionales. No es fácil que encuentres una propuesta de orientación y acompañamiento tan comprometida como la que te presento. El Programa 7×52 dará comienzo el día 1 de Octubre. Verás que hay que estar loco como para ofrecerlo. Seguro que te interesará. No te pierdas esta oportunidad. Un fuerte abrazo. Paco Guillén...
Entrégalo
Acaba lo que llevas entre manos o te quedarás sin trabajo. Atente a tu compromiso y huye del perfeccionismo. En ocasiones aparecerán o cometerás errores, pero de ordinario demostrarás que eres productivo, que se puede confiar en ti....
Renuncia a ellas
Renuncia a esas actividades que te requieren esfuerzos, te consumen un tiempo del que careces y que no te conducen a donde pretendes llegar. No tienes razones para seguir con ellas sino excusas para no abandonarlas....
Qué medir
Cuantificar desempeño y productividad no es el problema principal, sino decidir la actividad que debe ser evaluada. Si te equivocas de tarea, obtendrás unos resultados que no serán los que necesitas. Decide desde el punto de visita del cliente....
Compromiso
Para que la empresa pueda alcanzar sus objetivos precisa de unos profesionales comprometidos. No basta con que los colaboradores desarrollen un trabajo normal, de cumplir el expediente, sino que se necesita un desempeño extraordinario para alcanzar unos resultados significativos. Un profesional comprometido desea realizar una contribución destacada a su organización y está dispuesto a poner un empeño extraordinario en la realización de las tareas que conducen al logro de los objetivos. Pero el compromiso es algo muy distinto al grado de satisfacción que tratan de medir las encuestas de clima laboral. Puede darse el trabajador satisfecho pero acomodado, lo que no le hace particularmente responsable. Para empezar a trabajar en el desarrollo de profesionales comprometidos se necesita actuar en estos ámbitos: Cuidar la selección y promoción de los colaboradores. Hay que asegurar que cada uno de ellos se encuentra en la posición adecuada. Solicitar de ellos un desempeño destacado. De este modo se les reta a que den lo mejor de sus capacidades. Proporcionarles información. De este modo pueden reconocer la importancia de lo que hacen, valorar su desempeño en relación a los objetivos y asumir la responsabilidad de sus iniciativas. Animarles a que asuman un punto de vista directivo. Esto eleva su nivel de desempeño al comprender su impacto en el éxito de la organización. Les permite ganar confianza, asumir riesgos y funcionar autónomamente, sin necesidad de supervisión. De este modo resulta evidente cómo los directivos que actúan con favoritismos, que retienen información a sus colaboradores para aparentar más poder, o que no delegan ocasionan un grave perjuicio a su empresa y demuestran ser muy poco inteligentes. La calidad del directivo se mide por el nivel de desempeño de sus colaboradores. Y su objetivo, conseguir que estén verdaderamente comprometidos....
Desidia
Con mayor o menor intensidad la desidia nos afecta a todos. ¿Quién no tiene tareas pendientes aplazadas, compromisos pospuestos y obligaciones relegadas para mejor ocasión…? La desidia implica el retrasar tareas, actividades o decisiones que nos ayudarían a alcanzar nuestros objetivos. Lleva a comenzar esas obligaciones más tarde de lo debido y genera un estrés innecesario conforme vemos que se avecina la fecha de entrega y que contamos cada vez con menos tiempo para cumplir con ella. Se puede caer en la desidia por pereza o comodidad, pero también porque se prefiere realizar unas tareas más gratificantes en el corto plazo a expensas de las otras más difíciles o incómodas. Hay dos factores subyacentes que condicionan la facilidad con que se puede caer en la desidia: La baja tolerancia a la frustración. Ésta se evita optando por las tareas más sencillas y no las más provechosas. La falta de confianza en uno mismo. La inseguridad en la consecución de los resultados lleva a retrasar la ocasión de poner nuestra reputación en riesgo. La motivación para actuar no siempre es elevada, los proyectos en ocasiones son largos y la gratificación por nuestras acciones puede tardar en aparecer. Todo ello parece empujar a la desidia. Pero la desidia tiene arreglo si se reconocen con naturalidad dos ideas básicas: que la vida no siempre es fácil y sencilla y que la propia valía no depende los éxitos que se alcancen. Hay que aceptar que el fracaso es parte del proceso fuente de aprendizaje. No significa que no se sea bueno en algo sino que no se disponía del conocimiento suficiente para desarrollar esa tarea. La próxima vez que empieces a imaginar las razones para aplazar un compromiso, ponte a cumplirlo en el momento. Afronta las tareas más...
Trabajo-adicto
Ya está muy desprestigiado. Es absurdo, pues ese exceso en el trabajo no significa ni mayor interés ni compromiso. Confunde presencia obligada con...
Despacha
Acaba las cosas y entrégalas a quienes se beneficiarán de ellas. Y te pagarán más por la originalidad que les...