Trato de revisitar de nuevo maneras concretas de prestar atención a los clientes de manera que se puedan establecer las bases para una relación más estrecha. Por ejemplo: Hablar con ellos. Pregúntales de qué manera puedes ayudarles major. Escucha con atención y pon los medios para responder a sus demandas. Cuidar el lenguaje corporal. No dejes que tus posturas desmientan a tus palabras. Son muy conscientes de la relación, de lo que esperan de ti y detectarán enseguida si tratas de engañarles. Atenderles rápidamente. Ya sea un correo electrónico, una llamada, una petición, atiéndelas de manera diligente. Y mide el tiempo que tardas en hacerlo (se trata de un objetivo y habrás de tener un indicador y una meta) Mantenerte al día. Actualiza tu oferta de productos y servicios, tu imagen de marca, tus canales de comunicación. No te acomodes o lo notarán y se descolgarán. Cuidar a tus empleados. Ellos son la primera línea de contacto con los clientes y pueden tener información clave que haría prosperar tu negocio. Según los trates así tratarán a tus clientes. En definitiva, has de estar centrado en dar respuesta a lo que necesitan cuando te buscan. Si lo haces a su satisfacción te atraerán a sus propios contactos. Si les ignoras ellos te ignorarán a ti. Define objetivos y busca indicadores de esta atención más allá de la cifra de...
No los pierdas
No dejes que se te vayan de la empresa tus mejores empleados. Quizás no te parece una preocupación razonable en los tiempos que corren. Eso lo hace aún más peligroso pues precisamente te lleva a descuidar un activo crítico para poder superar este bache (mas bien socavón, ¿verdad?). Mi experiencia confirma que se dirigen mal las organizaciones y sus personas por falta de preparación específica de sus directivos. Hay una concentración desmedida en los aspectos técnicos del negocio y se olvidan los relativos a las personas y la cultura de la organización.Estas son algunas cosas que deberías considerar: Dales formación. La posibilidad de aprender y de crecer en su desarrollo personal es lo que más les motivará. No puedes pensar que han de aprender a su aire y por su cuenta. En ese caso, nada les ligará a ti. Despacha con cada uno de ellos todas las semanas. Debería ser lo normal y sin embargo está totalmente descuidado. Es imposible que puedan saber qué se espera de ellos y conocer cómo lo están haciendo sin estas reuniones individuales. No es creíble que digas que les conoces y que puedes evaluarles si no las mantienes. Requiere profesionalidad en su realización y el compromiso de su continuidad semanal. Valora sus actuaciones. Es parte fundamental de su desarrollo el que se les diga lo que hacen mal, y sobre todo lo que hacen bien. El 90% de los comentarios de valoración deberían ser positivos y continuos. No te representan más de 10 segundo cada uno. Habrás de aprender cómo hacerlos. Reconoce públicamente el trabajo bien hecho. Les demuestras así tu apoyo y respeto, y su motivación será mucho mayor al sentirse apreciados y valorados. No he mencionado la remuneración económica porque su papel es marginal respecto a...
Renault
Ayer fui testigo de nuevo del excelente servicio prestado por un concesionario de Renault.Esta vez llevé el coche para las tareas habituales de revisión y mantenimiento. Y opté por el concesionario más próximo al despacho sugerido por la aplicación de Mapas, del iPhone claro ;-). Se trataba más bien de uno pequeño y discreto, pero oficial. Desde la recepción hasta la entrega final hicieron gala de un trato exquisito. Nada que envidiar al trato personalizado que te ofrecen otros servicios de más lujo. Incluso llegaron a hacer algo más de lo debido en la revisión (walked the extra mile). Además me proporcionaron un descuento significativo para un próximo servicio. Mientras esperaba para pagar se interesaron por mi salud (el fuerte catarro era muy evidente). Y para acabar me regalaron una excelente guía para hacer el Camino de Santiago en coche. (Dejo sin enumerar otros pequeños detalles que no pasan desapercibidos para un ojo entrenado pero que aquí sería excesivo comentar).En la factura me “desplumaron” como corresponde a los precios oficiales de la mano de obra y de los repuestos originales. Pero no puedo quejarme. Para ser un cliente de primera vez, lo hicieron perfecto. Ya lo había observado en otros concesionarios Renault. Imagino que no debe ser casualidad. Me pareció un buen ejemplo práctico de las indicaciones del modelo Delta para la fase inicial del proceso de vinculación por el cliente. ¿Tienes otros...
Pide hora
Insisto hoy en el papel determinante de la innovación para crear una propuesta de valor significativa ante tus clientes. No se trata de una actividad reservada a las grandes empresas y centros de investigación sino que es parte inexcusable de la estrategia. De entre las distintas áreas en las que podrías iniciar las tareas de innovación deberías quedarte con la idea de que la primordial es aquella relativa a las necesidades de tus clientes. Necesitas tener un conocimiento profundo de cuáles son esas necesidades y del problema que tiene para satisfacerlas. Y para lograrlo tendrás que acumular datos de tu cliente y observar sus problemas. ¿Pero cuáles y dónde?. Pues en la empresa y actividades de tu cliente, en su relación con sus propios clientes y en las dificultades que pueda encontrar para realizar su trabajo.Por tanto, es ese proceso de estímulo de tu creatividad e innovación necesitas la opinión y valoración de tu cliente. Deberías obtenerla con frecuencia y estructurarla de una manera formal. Más que hablar, observa, pregunta y escucha; luego presenta tus propuestas y analiza conjuntamente los beneficios. De este modo no sólo podrás responder a las demandas que haya identificado, sino proponer mejoras radicales que no había ni imaginado.Sin duda puedes innovar en productos y servicios mirando sólo al interior de tu empresa, pero su impacto es relativo y su éxito mucho menos frecuente. De lo que se trata es de alcanzar propuesta de valor singulares para tu cliente. Concreta esas...
Empieza a practicar
Si no sabes por donde empezar para construir unas relaciones estrechas con tus clientes actuales o potenciales he aquí algunas ideas que nos propone Michelle Tillis Lederman en su libro “The 11 Laws of Likability”: Se tú mismo. Y trata de mejorar cada día. No te ocultes tras un máscara pues te descubrirán y no generarás confianza. Descubre lo bueno de los demás y en toda circunstancia. Ten autoestima. Si tu no te aprecias, lo demás tendrán muy difícil valorarte. Reconoce tus logros. Causa buen impresión. Para quienes te rodean, tu eres como ellos te perciben. La primera impresión es determinante. Transmite energía. Si lo haces en todas tus acciones es lo que recibirás de los demás. Y especialmente en momentos de dificultad. Demuestra interés. Ten curiosidad por la vida, el trabajo, las opiniones, los intereses o las necesidades de tus clientes. Escúchales. Presta una sincera atención a lo que te están comunicando. No olvides de asegurar que el lenguaje corporal es coherente con tu actitud de escucha. Muéstrate como ellos. Pon de manifiesto las coincidencias en intereses, experiencias y modos de pensar. Y entre las coincidencias más potentes que se deberían compartir, según mi criterio, está la capacidad para discrepar respetuosamente. Crea buenos recuerdos. Da pie a que te asocien a circunstancias agradables y satisfactorias para ellos. Mantente en contacto. Haz el seguimiento de su trabajo, de los acontecimientos de su vida, de sus necesidades. Si estás “presente” se sentirán cercanos a ti. Da sin buscar reciprocidad. Te compensarán sin esperarlo. Sé paciente. No esperes un beneficio inmediato. Los resultados llegarán con el tiempo y de la manera más insospechada. ¡Empieza a...
Es tu jefe
¿Has pensado en tratar a tu cliente como tu jefe? Esta es otra manera de expresar el nivel de dedicación y servicio que debes prestarle. Toda ocasión es buena para “rendirle pleitesía”. Decía como “tu jefe”, y no como “a tu jefe”. Y es que, pensando en según qué jefes (y mientras no los cambies), quizás la comparación más acertada sería tratarle con más devoción que a tu propio jefe. La declaración escrita de tu Misión será correcta en la medida en que en que recoja la manera en la que te obligas a atender las demandas y necesidades de tu cliente. Si estás centrado en cumplirla serás capaz de vincularlo y evolucionar con él de acuerdo a los cambios en sus necesidades. Esta es la muestra de la importancia de tu obligación hacia él. Está en la raíz de la naturaleza de la empresa. Además busca canales de comunicación directa y frecuente con él. Mira de tenerle informado. Hoy día, además, puedes hacer que esa vinculación sea más extensa e intensa haciéndole participar en una comunidad virtual de clientes y proveedores con intereses compartidos. Y demuestra que estás verdaderamente dispuesto a escucharle y a resolverle los problemas a los que pueda tener que enfrentarse. Cuando te llame… ¡ponte a sus órdenes! O mejor, vete a verle mañana...
Tu huerto
Ha comenzado un nuevo curso económico y seguramente has reemprendido de nuevo, como yo, la relación con los clientes. Ya sabes mi opinión de lo determinante que es para el desarrollo de tu negocio el trato personalizado con cada uno de ellos. Nunca he dicho que sea fácil. Pero no hay que rendirse pues es estratégico. Te toca, de nuevo tratar de servirles a todos con el mismo aprecio y mismo respeto, tratando a cada uno de manera individual, teniendo en cuenta sus circunstancias peculiares, su modo de ser, el estado en que se encuentra su negocio. No puedes aplicarles a todos la misma receta. Recuerda que acuden a ti en la creencia de que puedes atender sus necesidades singulares y que podrían no hacerlo. Y además, su opinión será fundamental para atraer a otros clientes nuevos Aunque te dé pereza, por las fechas en las que estamos y por las peculiaridades de algunos de ellos, te toca ir a buscarlos. Es una tarea que requiere paciencia y constancia. Como la que tiene el agricultor con la tierra que trabaja. De hecho ese es “tu huerto”. Y no te preocupes. Te están...
Te esperan
Quizás aún eres escéptico respecto a la necesidad de tener presencia en las redes sociales. No debes retrasarlo más. Independiente de si ya están en ellas tus competidores, te interesa que estén tus clientes, animarles a estar si aún no lo estuvieran. Debe formar parte de tu estrategia de vinculación personal con cada uno de ellos. Son las herramientas más adecuadas para lograrlo. Además son una buena manera para que te encuentren clientes nuevos. Tus clientes esperan encontrar en ellas contenidos valiosos que forman parte de tus mensajes de comunicación con ellos y que pueden ser una manera sencilla de construir tu singularidad. Ten presente que has de cumplir con las siguientes características: Transparencia. No puedes esconderte ni disimular. La información acerca de tus productos y servicios, sobre posibles incidencias, ha de ser honesta y compartida sin reservas ante tu audiencia. Eso incluye incluso las opiniones negativas. Relevancia. Lo que publiques ha de ser de interés para tu audiencia y adecuado a ella. Esto te obliga a conocerla muy bien, a seleccionar la plataforma idónea y a personalizar la comunicación de la manera más individualizada posible. Colaboración. Ha de permitir que los clientes hagan sus propias contribuciones que te ayuden a configurar tu oferta de valor para ellos. Los canales de comunicación han de estar abiertos a las aportaciones de los clientes, de donde pueden surgir ideas innovadoras. Todavía recuerdo la posición, no hace ni dos años, del Presidente de una empresa cliente que, ante la transparencia que caracterizaba a un blog institucional, decidió cerrarlo. ¡No seas ni tan ciego ni tan...
Escucha activa
Estos son los elementos que te ayudan a escuchar de forma activa a tu interlocutor y que le confirman que estás escuchando: – Presta atención. No te distraigas y muestra tu asentimiento (que no necesariamente significa estar de acuerdo) de manera explítica y con el lenguaje corporal. Mira a los ojos No pienses en tus respuestas Aíslate del entorno Fíjate en lo que significa lo que dice, más allá de sus palabras No trates de llevar dos conversaciones si estás en un grupo – Demuestra que escuchas. Tus expresiones y lenguaje corporal confirman que estás atento. Asiente periódicamente, con palabras y gestos Sonríe Adopta una postura relajada y receptiva – Confirma que estás conprendiendo. No dejes que tus prejuicios distorsionen el mensaje. Reflexiona sobre lo que estás escuchando y haz preguntas. Repite con tus propias palabras lo que has entendido Pregunta para aclarar algunos puntos Resumen periódicamente lo escuchado – No anticipes juicios. Pierdes tiempo si interrumpes, limitas tu capacidad de comprensión y molestar a tu interlocutor. Deja que acabe No interrumpas con tus contra argumentos – Responde de manera adecuada. Demuestra respeto y comprensión. No trates de atacarle o humillarle. Haz afirmaciones sencillas, abiertas y honestas Presenta tus opiniones de manera respetuosa Trátale como te gustaría ser tratado Como ves, hacerlo bien requiere esfuerzo y determinación, romper con malos hábitos. Recuerda que tu objetivo es comprender lo que tu interlocutor quiere decirte y deja de lado todo lo demás. Si lo haces reducirás los malos entendidos, serás un mejor comunicador, aumentará tu productividad y generarás confianza y estabilidad en tus...
No existe competencia...
Si persistes en fabricar y ofrecer hacer productos o servicios genéricos y para todo tipo de clientes, te encontrarás, sin duda, con competidores y en una batalla más sangrienta que nunca. Cada vez es más evidente que la estrategia competitiva es cosa del pasado. Pero sólo si tu quieres y decides desenvolverte en otros terrernos y con tus propias reglas. Entonces no te encontrarás competidores…: Ni cuando analizas e identificas a tus clientes Ni cuando descubres sus necesidades Ni cuando les ofreces una solución a su problema Ni cuando vas una milla más allá para asegurar su plena satisfacción y vinculación Ni cuando les presentas a otras empresas que complementan tu oferta de valor Ni cuendo fijas los precios de tus productos y servicios Deja que los demás compitan entre sí. Tu dedícate a proporcionar un valor singular e inigualable a cada uno de tus clientes...