Escucha activa

Estos son los elementos que te ayudan a escuchar de forma activa a tu interlocutor y que le confirman que estás escuchando:

Presta atención. No te distraigas y muestra tu asentimiento (que no necesariamente significa estar de acuerdo) de manera explítica y con el lenguaje corporal.

  • Mira a los ojos
  • No pienses en tus respuestas
  • Aíslate del entorno
  • Fíjate en lo que significa lo que dice, más allá de sus palabras
  • No trates de llevar dos conversaciones si estás en un grupo

Demuestra que escuchas. Tus expresiones y lenguaje corporal confirman que estás atento.

  • Asiente periódicamente, con palabras y gestos
  • Sonríe
  • Adopta una postura relajada y receptiva

Confirma que estás conprendiendo. No dejes que tus prejuicios distorsionen el mensaje. Reflexiona sobre lo que estás escuchando y haz preguntas.

  • Repite con tus propias palabras lo que has entendido
  • Pregunta para aclarar algunos puntos
  • Resumen periódicamente lo escuchado

No anticipes juicios. Pierdes tiempo si interrumpes, limitas tu capacidad de comprensión y molestar a tu interlocutor.

  • Deja que acabe
  • No interrumpas con tus contra argumentos

Responde de manera adecuada. Demuestra respeto y comprensión. No trates de atacarle o humillarle.

  • Haz afirmaciones sencillas, abiertas y honestas
  • Presenta tus opiniones de manera respetuosa
  • Trátale como te gustaría ser tratado

Como ves, hacerlo bien requiere esfuerzo y determinación, romper con malos hábitos. Recuerda que tu objetivo es comprender lo que tu interlocutor quiere decirte y deja de lado todo lo demás.

Si lo haces reducirás los malos entendidos, serás un mejor comunicador, aumentará tu productividad y generarás confianza y estabilidad en tus relaciones.