Promoción a manager
Un manager es por definición un profesional encargado de dirigir o coordinar un área o departamento y, por lo general, un equipo humano asociado.
Por otro lado, podríamos llamar colaboradores individuales a las personas que son responsables de realizar una serie tareas y actividades en el marco de su puesto de trabajo y, por el contrario, no tienen ese marco de responsabilidad en la dirección y coordinación.
Una tendencia habitual es pensar que la evolución profesional de cualquier persona pasa por una transición desde colaborador individual a manager. Es decir, cuando una persona destaca en el desempeño de su puesto, pensamos que puede evolucionar a tareas de mayor contenido organizativo y de dirección.
Sin embargo, este es un modelo mental de alto riesgo ya que, el desempeño exitoso de un puesto determinado no garantiza el buen desempeño en puestos que requieren de perfiles competeciales distintos. Podríamos encontrarnos en la tesitura de estar sacrificando a un excelente profesional en su puesto y condenándolo al fracaso en un puesto para el que realmente no es competente.
Caben aquí, por tanto, dos reflexiones; la primera, que existen muchísimas formas de hacer crecer a una persona con un buen desempeño sin necesidad de convertirlo en manager, como darle mas contenido a su puesto, otorgarle responsabilidades trasversales de valor añadido o, incluso, apostar por una rotación horizontal a otro puesto distinto como colaborador individual.
La segunda reflexión es que para decidir si la persona esta preparada para esa promoción a manager, como siempre, deberemos fijarnos en la disposición por el candidato de las competencias requeridas en el puesto objetivo. En ningún caso bastara únicamente con asegurar un buen desempeño, incluso excelente, en su puesto actual.
Una pista; generalmente una persona tiene potencial como manager cuando disfruta formando, desarrollando y haciendo crecer a los demás. Esa es la semilla del manager potencial.