Autoevaluación personal (III)
Finalmente, después de haber realizado el proceso estructurado de reflexión propuesto, ya deberías conocer cuales son tus fortalezas o competencias naturales y cuales no lo son. Ahora se trata de realizar un ambicioso plan de crecimiento personal en los ámbitos competenciales que decidas apostar.
No olvides que, hay que buscar un equilibrio entre potenciar las competencias donde tenemos mas potencial de desarrollo y las competencias requeridas para el puesto u ocupación profesional a la que nos dediquemos. Si existe una intersección entre ambos grupos de competencias la decisión será mucho mas fácil como apuntábamos en un anterior post.
En ese sentido hay que considerar que en ocasiones puede ser mas rentable potenciar competencias que ya tenemos cierta destreza pero están muy relacionadas con nuestra actividad frente a otras que dominamos menos pero no tienen relación alguna.
Aún así también es muy necesario diversificar y que nuestros esfuerzos formativos no siempre pivoten sobre los mismos ámbitos. Así que tendrás que buscar un cierto equilibrio entre los criterios definidos. No en vano, como decía Aristóteles, la virtud está en el punto de medio de las cosas.
Así pues, ¿te atreves a establecer ya tus objetivos de crecimiento competencial para este maravilloso año 2012 que tenemos por delante?