Los conocimientos y habilidades que te gustaría poseer no son algo que otros te ofrezcan. No son un producto que alguien te sirve en la mesa de un aula para que lo “ingieras”. Tu aprendizaje y desarrollo es algo a lo que debes aspirar, que tu eliges y que nadie te puede imponer....
Haz algo
No te quedes quieto. Lee sobre temas de tu interés, comparte descubrimientos, pregunta en las reuniones, escribe notas y dalas a conocer, pon en marcha iniciativas, publica fotos o un video, emprende algo que te apasione. No te acomodes. Actuar así te proporcionará una identidad propia. De otro modo, si sólo haces lo que señala tu guión, pronto encontrarán alguien más barato que te sustituya....
Lo que puedas
Si haces “lo más que puedes” no siempre significa que estés haciendo “todo lo que puedes”. La diferencia está en dónde te paras y habitualmente la barrera está en tu comodidad. Pero generalmente los grandes resultados sólo se alcanzan después de superar notables incomodidades....
Abrevia
El impacto que tiene la presentación de tus ideas no suele coincidir con la intención con la que las has formulado. Si juzgaras la calidad de tus conversaciones por los efectos que generan, probablemente dirías que es extremadamente baja. Una prueba de ello la tienes en el entorno del trabajo en equipo, donde se consume mucho tiempo en discusiones que podrían decidirse en minutos. Es habitual observar en ellas que se reacciona de manera inapropiada a interpretaciones erróneas de algo que ni siquiera fue dicho. Estas situaciones se producen porque: Se emplean demasiadas palabras para describir las propias ideas. Los oyentes desconectan y cada intervención se convierte en una sucesión de monólogos. No se comprende lo que el ponente está diciendo. De ahí que el objetivo de la reunión comúnmente no se alcance. El ponente no usa un lenguaje y unos conceptos que el resto de asistentes esté en condiciones de entender de inmediato. Todo esto conduce a discusiones sobre aspectos formales o superficiales y no a debatir sobre los asuntos reales. Si te comunicaras con brevedad, facilitarías a quienes te escuchan el implicarse en la conversación que deseas mantener con ellos, dado que…: Te obliga a tener claro lo relevante de tu mensaje antes de hablar. Esto ayuda a centrar las conversaciones. Un par de frases pueden bastar. Y quien te escucha lo hará entonces con gusto al valorar tu actitud. Permite a la audiencia procesar la información en vez de gastar tiempo en digerir un montón de ideas, dado que su capacidad de procesarlas es limitada. Ser breve ahorra tiempo y energía. Tardas menos en transmitir tus ideas y éstas son comprendidas con más rapidez y menor debate. Esto libera tiempo para profundizar en los asuntos o para avanzar hacia otros temas...
Distánciate
Necesitas distanciarte para descubrir lo que se oculta en el sistema que observas y poder controlarlo. Observa cómo se desarrollan los acontecimientos y trata de comprenderlos. No te pierdas en los detalles pues te traerán confusión. Abandona prejuicios que te desorientarán. Suspende tus intenciones para ganar en claridad. Y calma tus emociones o te equivocarás....
Lo que escuchas
Cuando dices escuchar a otra persona, la mayor parte del tiempo tu atención está distraída en hacer juicios, valoraciones, pensando en cómo quedar bien o en tus propios asuntos. A menos que decidas adoptar de manera consciente una determinada manera de escuchar, estarás, por defecto, tratando de confirmar tus prejuicios sobre esa persona....
Autocrítica
Si eres como la mayoría, te pasas la vida criticándote continuamente, preocupado, imaginando lo peor. Y tu desempeño viene condicionado por tus emociones que a su vez están condicionadas por tu forma de pensar. Por eso tus dudas y miedos entorpecen tu rendimiento, impiden que tus capacidades afloren y que tu conducta destaque....
Dales autonomía
No pretendas pensar por ellos (quienes quieran que sean) ni imponerles tus ideas. Es una pérdida de tiempo. Ten la habilidad de crear el entorno donde puedan pensar por ellos mismos y facilítales el camino para que puedan tomar sus propias decisiones....
Incomodidad
En una época de constantes cambios, el objetivo para quien tiene responsabilidades directivas debería ser estar dispuesto a reinventarse y anticiparse a las nuevas demandas lo más rápidamente posible. Eso significa trabajar por adquirir nuevas competencias antes incluso de que puedan asignártelas. Para poder gestionar tu trayectoria profesional y directiva has de buscar voluntaria e intencionadamente la incomodidad. Sólo si te comprometes a salir de tu zona de confort podrás ganar la perspectiva necesaria para visualizar el camino a seguir. Lograrlo exige vencer la inercia de mantenerte en aquello que sabes hacer bien con la intención de llegar a ser incluso mejor. Todos los incentivos parecen empujarte a ello. Pero ese comportamiento rutinario te lleva a no dedicar tiempo a aprender otras cosas nuevas e importantes. Sentirte cómodo con las competencias actuales te traerá notables incertidumbres cuando las circunstancias cambien. Tu gran preparación se demostrará menos valiosa o incluso obsoleta en esos nuevos contextos. Para evitar caer en esa trampa pon en marcha estas prácticas: Reserva tiempo en tu agenda para participar en proyectos y actividades fuera de tu área fundamental de experiencia. Busca activamente desarrollar contactos y relaciones con personas que trabajen en otros sectores y que posean competencias distintas a las tuyas. Descubre situaciones fuera de tu comportamiento normal en las que puedes sentirte incómodo y participa activamente en ellas. Tratar de desarrollar una nueva identidad no significa perder autenticidad ni querer engañar a nadie. Al contrario, responde a la necesidad de superar la tendencia a no preocuparse por desarrollar nuevas competencias hasta que no se necesiten, lo que puede llegar demasiado tarde y poner en peligro la carrera profesional. Independientemente de la posición y antigüedad en tu puesto de trabajo, nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para obligarte a salir de...
Distintos estilos
El desarrollo de la capacidad de liderazgo es un factor fundamental para crear y mantener una organización que logre unos resultados sobresalientes y de manera sostenida. Pero su desarrollo no puede responder a propuestas o soluciones genéricas. La manera de dirigir debe ajustarse a la situación o estado de desarrollo de una organización. De manera simplista podrían identificarse en las organizaciones estos tres estados: – De estabilidad. Se caracteriza por: Unos resultados y desempeño consistentes. Claridad en los objetivos y prioridades. Unas políticas, procedimientos y sistemas bien definidos Coincidencia en papeles y responsabilidades asignadas Unos sistemas de control bien establecidos – De caos. Esta situación se asocia con: Resultados inciertos e inconsistentes. Necesidad de responder a crisis y orientación al corto plazo. Se desconoce la dirección y las prioridades se cambian de continuo. Se carece de políticas, procedimientos y sistemas claros. Ausencia de colaboración y trabajo en equipo, acompañada de frustración y aislamiento. – De elevado desempeño. Que se acredita por: Unos resultados excelentes. Una cultura singular resultante de una misión y valores destacados. La implicación, el respeto y la asignación de poder a las personas. La flexibilidad y capacidad de innovación. Una estructura organizativa alineada con la estrategia. Sería ilógico tratar de perseguir un desempeño elevado cuando no se parte de una posición de estabilidad. Y la estabilidad requiere abandonar actitudes reactivas y de apagar fuegos propias de situaciones de caos. Se necesita consolidar primero unas rutinas y unas disciplinas antes de aspirar a dirigir organizaciones capaces de destacar por sus resultados....