Poco razonables

La racionalidad parece el resultado de la aplicación de tus capacidades intelectuales, de una operación adecuada de una mente sana, de la aplicación de un juicio ponderado. Ser poco razonable significa que no dejas que tus actos sean gobernados de manera acorde a la razón. No siempre es razonable utilizar la capacidad intelectual para actuar con sentido. De hecho, en muchas ocasiones, para lograr que determinadas metas se alcancen, tendrás que actuar fuera de toda razón y de todo juicio, obsesionado, como si hubieras enloquecido. No escuches a quienes te aconsejen actuar con sentido común. Esa mentalidad, la generalmente aceptada, te llevará a comportarte como todos harían, te conducirá a la mediocridad. Al romper las normas, al no actuar como ellos, ya no compites sino que haces algo completamente diferente; de eso se trata, de evitar competir para ganar. Al hacerlo, paradójicamente, estás reduciendo riesgos para tu negocio, para tu estabilidad y tu futuro, y demuestras el compromiso para hacer cuanto sea preciso para convertirte en el líder. Actuar así tiene su recompensa....

Riesgo calculado

Por mucho que se hable en el entorno empresarial y directivo del riesgo en términos generales, proponiendo la conveniencia de experimentar y no temer una penalización si se fracasa, lo cierto es que tanto el riesgo como el fracaso pueden impactar de manera profunda en cualquier persona. Estamos en una época que empuja a adaptarse, a innovar, a introducirse en áreas potencialmente arriesgadas. Aunque al mismo tiempo, en un mundo que sólo valora a los triunfadores, las consecuencias de hacerlo así son más preocupantes por la mayor visibilidad de las acciones y el mayor coste de los fracasos, . Los directivos tienen la responsabilidad de desarrollar esta cultura de asunción de riesgos dando ejemplo. Y lo pueden hacer manifestando la confianza en su gente al descentralizar la toma de decisiones y premiando el aprendizaje que acompaña a los fracasos. Pero esta delegación de autoridad sólo funciona si los colaboradores tienen la mentalidad y competencias adecuadas, a la vez que el acceso a toda la información relevante. De ahí la importancia del desarrollo interno de las personas de la propia organización....

Oportunidad camuflada...

En la empresa, y en la vida…, todo problema es una oportunidad camuflada. No los rehuyas, avanza sin retirarte, busca maneras creativas de resolverlos. Tienes la experiencia de que esas situaciones que te parecían difíciles y que has sido capaz de superar, más tarde ni siquiera te parecían problemas; sólo reclamaban ser abordadas prontamente. Por el contrario, quienes abandonan hasta el punto de casi desaparecer se caracterizan por responder siempre de manera negativa, y sentirse tan agobiados que no son capaces de ver soluciones y carecer de expectativas. El resultado de esas actitudes es que los segundos acabarán con una imagen dañada y olvidados por el mercado mientras que si eres de los primeros podrás aprovecharte de esa menor competencia para destacar y aumentar tu cuota de mercado....

En el redil

Se ha observado que la mayoría de las personas, las conformistas, tienden a racionalizar su situación y considerarla como algo legítimo, aunque vaya en contra de sus propios intereses. Justificar y defender el sistema establecido tiene un efecto reconfortante. Es como un analgésico emocional; que el mundo sea así es señal inequívoca de que no debes estar descontento con él. Pero esa resignación aplaca la furia para hacer frente a la injusticia, ahoga la capacidad de iniciativa para hacer que el mundo funcione de otro modo. ¡Hay que escaparse…!...

Llorón

Acepta de una vez la idea de que el mercado ha cambiado, que las cosas son diferentes, que es más difícil, pero no imposible, tener trabajo, vender tus productos y servicios, hacer crecer tu negocio. Reconoce que te exige un nivel de compromiso y actuación excepcionales. Es duro no tener posibilidad de endeudamiento, ni liquidez, que se escapen los clientes, que no quieran escucharte… Sabes que no eres el único porque estás rodeado de quejicas, pesimistas, llorones, gente que se excusa, carentes de ideas o con soluciones inútiles. Pero esas mismas circunstancias se demuestran idóneas para descubrir y aprovechar oportunidades, para crecer, singularizarte y ganar clientes. Cuando otros se rinden, tú puedes conquistar lo que ellos abandonan si desarrollas nuevas competencias, si te esfuerzas de manera extraordinaria. No sirve comparar la situación actual con el pasado y esperar a que regresen aquellos buenos tiempos. Lo único que funciona es olvidarse de ellos y concentrarse en ganar el futuro. Tampoco vale mirar a los que andan mal y alegrarse de estar mejor que ellos. El objetivo no es conformarse con estar en la media, sino salir de la mediocridad para ser el primero....

Apasionado

La pasión es ese entusiasmo que no sólo te da energía y concentración, sino que te proporciona la potencia para avanzar. Es un elemento inspirador crítico para alcanzar un ideal, pues el camino para llegar hasta él está tan lleno de problemas y decepciones que, sin la pasión, los sueños se desvanecen y los retos se abandonan. La pasión…: Te eleva y te permite superar la adversidad que siempre aparece cuando tratas de lograr algo valioso. Te genera la fuerza para creer, planificar, decidir, trabajar y perseverar. Te saca de tu zona de confort, pese a tu resistencia a abandonar su comodidad y seguridad. Te aleja de la complacencia que te conduce a la mediocridad y te empuja a desarrollar iniciativas poco razonables, a asumir riesgos. Te coloca en el camino de la recompensa, que muchos, por carecer de esa pasión, se pierden, quedando frustrados e infelices. Tus ambiciones se hacen realidad cuando tus capacidades se ven estimuladas por la pasión....

Inconstantes

Son los que se rajan y abandonan porque piensan que no hay nada que puedan hacer para sacar su empresa adelante. Esperan sólo que vuelvan tiempos mejores sin comprender que quedarán financiera y moralmente arruinados. Se engañan cambiando de sectores y de localizaciones que consideran más sencillas y estables, pero nunca avanzan ni logran nada por ellos mismos. Nunca se tropiezan con el éxito porque no son capaces de desarrollar la disciplina necesaria para alcanzarlo. Su actitud contamina al resto de su organización. Acabarán excluidos de sus puestos de trabajo y tendrán difícil reincorporarse porque carecerán de competencias significativas. Aléjate de ellos....

Tiempos difíciles

En las actuales circunstancias, rápidamente cambiantes, toda iniciativa requiere actuaciones singulares, nunca antes experimentadas. No podrás avanzar en tu negocio si te limitas a aplicar los viejos principios estratégicos y comerciales que siempre funcionaron. Ya no aplican; también ellos cambiaron. Si no te actualizas, te quedarás atrás. Estás obligado a realizar movimientos importantes y significativos en períodos muy cortos de tiempo. Para prosperar en una situación económica como la actual tendrás que tomar de continuo decisiones que a muchos no les parecerán razonables. Pero no asumirlas te dejará en último lugar. No son tiempos para la ingenuidad sino para actuaciones desmesuradas. Tanto tú como tu organización habréis de estar preparados para crear un futuro extraordinario en vez de pensar meramente en hacer lo mismo de siempre. Tendréis que comprometeros en llevar a cabo lo que sea preciso para ganar audiencia, para realizar aquello a lo que otros competidores se resisten. Es lo único que os permitirá sobresalir de la mediocridad. Habréis de adoptar un nivel de desempeño formidable en un entorno de menores oportunidades, de recursos limitados, de falta de fidelidad, de incertidumbres globales, con unos clientes más escépticos que nunca. ¡Pero estás rodeado de gente que no se entera…!...

Tú no tienes límites...

Ese es el eslogan de la campaña de nuestra Universidad cuyo spot está arrasando en las redes sociales. Pero esa idea no se debe aplicar sólo a gente joven que comienza a construir su carrera profesional. Probablemente tú mismo desearías obtener más de la vida que llevas. Quizás no estás alcanzado todo lo que te gustaría y no estás satisfecho con tu progreso. No importa la edad que tengas, siempre es saludable tener aspiraciones aún no satisfechas. Pero ¿sabes lo que te limita? Si lo ignoras no podrás eliminar esos obstáculos. Tus capacidades no han sido preestablecidas pese a que en la práctica te hayas acomodado con un determinado nivel de desempeño. Tu potencial no está acotado. No puedes ver al mundo ni definir a las personas, o a ti mismo, por las limitaciones sino por sus posibilidades. Puedes tener condicionantes, pero no tienen por qué ser inamovibles ni frenar tu desarrollo. Avanzar en el auto conocimiento y adquirir la conciencia de lo que careces te pone en el camino de hacer crecer tus capacidades, de ver con más claridad y tomar decisiones. Rompe ese techo que retiene y limita tu potencial. Ensancha tu forma de pensar y tu capacidad. Acepta el reto y cambia de vida....

Acomodados

La seguridad ahoga la ambición. O mejor, el espejismo de esa seguridad. La mayoría de las personas no están dispuestas a arriesgar lo que ya tienen por la oportunidad de obtener algo mejor. Parecen ser muchos los profesionales hastiados de su trabajo, atrapados en lo que consideran un salario seguro y unas cómodas rutinas. Pero mientras ellos se lamentan tan tranquilos, otros se afanan en generar discontinuidades que transformen los mercados y pongan a sus competidores fuera de juego. Transforma tu manera de pensar. Idea un nuevo negocio o pon en discusión el valor que aportas en tu actual trabajo, reinvéntate y adopta una nueva carrera profesional. Observa las discontinuidades generadas en otros sectores, descubre nuevas ideas y el modo de aplicarlas a tus modelos de negocio....

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