Llorón

Acepta de una vez la idea de que el mercado ha cambiado, que las cosas son diferentes, que es más difícil, pero no imposible, tener trabajo, vender tus productos y servicios, hacer crecer tu negocio. Reconoce que te exige un nivel de compromiso y actuación excepcionales.

Es duro no tener posibilidad de endeudamiento, ni liquidez, que se escapen los clientes, que no quieran escucharte… Sabes que no eres el único porque estás rodeado de quejicas, pesimistas, llorones, gente que se excusa, carentes de ideas o con soluciones inútiles.

Pero esas mismas circunstancias se demuestran idóneas para descubrir y aprovechar oportunidades, para crecer, singularizarte y ganar clientes. Cuando otros se rinden, tú puedes conquistar lo que ellos abandonan si desarrollas nuevas competencias, si te esfuerzas de manera extraordinaria.

No sirve comparar la situación actual con el pasado y esperar a que regresen aquellos buenos tiempos. Lo único que funciona es olvidarse de ellos y concentrarse en ganar el futuro.

Tampoco vale mirar a los que andan mal y alegrarse de estar mejor que ellos. El objetivo no es conformarse con estar en la media, sino salir de la mediocridad para ser el primero.