Lo esencial

Son tres los elementos esenciales en toda forma de comunicación oral o escrita: saber lo que quieres, conocer quién puede proporcionártelo y comprender cómo obtenerlo. Saber lo que esperas de esa interacción te permite centrarte en la obtención del resultado que buscas. Conocer quién es la persona te sirve para identificar aquel que tiene el poder para ayudarte a obtener eso que buscas. Para discernir el modo de obtenerlo has de poner en práctica tu capacidad de persuasión....

Te echan en falta

Es la prueba definitiva del talento, de haber ganado la atención. Pero no puedes pretender ser importante para todo el mundo. No es realista y sin embargo todavía muchas empresas tratan de serlo para todo el mundo, sin distinción. El resultado es que no son nada para nadie. Busca ser importante para un grupo concreto de personas o clientes, con quienes puedas conectar y que confíen en ti, que valoren tu punto de vista, tu propuesta de valor. Y el día que no la reciban, te echarán en falta....

Cambio de aires

A lo largo de la carrera profesional se dan ocasiones en las que es preciso cambiar de trayectoria para acceder a nuevas oportunidades de innovar o para encontrar un nuevo sentido al trabajo que realizas. Este cambio no sólo evita el acomodamiento o el desgaste del directivo sino que empuja a seguir aprendiendo, a buscar nuevos retos y a encontrar nuevas maneras de dejar huella. Estas son algunas consideraciones que ayudan a reconocer cuándo llega el momento de cambiar de aires y cómo llevarlo a cabo. Reconocer cuándo toca hacerlo. No se pueden establecer períodos concretos para realizar ese cambio. Lo importante es saber preguntárselo periódicamente. Si ves que ya funcionas en modo piloto automático o no te sientes implicado en el desarrollo futuro de tu empresa, quizás es el momento de cambiar. Activa tu red de contactos. Te beneficiarás de su amplitud y de lo bien que la hayas cultivado en los últimos años. Te podrán orientar acerca de las distintas posibilidades y los campos que te pueden interesar. Acepta la incertidumbre. Un cambio radical puede incluir el volver a la universidad o empezar en una responsabilidad inferior en la nueva empresa de un sector diferente. Es normal tener dudas y más cuando las personas más cercanas no entienden que abandones una pretendida seguridad. Tendrás que hacerte fuerte y mostrar confianza en que cambias para mejor. Buscar apoyos. No se cambia sin compartir las ideas y contar con la ayuda de otros, en particular cuando los cambios son significativos tanto desde el punto de vista geográfico como del impacto económico. Es normal no tener claro qué pasos dar o cómo vas a acabar. Lo importante es que la nueva dirección te interese de verdad. Haz valer tu experiencia. Frente a quienes defienden que cambiar...

Déjalos ir

Hay personas que quien sabe por qué razones no son capaces de trabajar contigo ni con nadie más. Tienen una personalidad desagradable o una actitud particularmente negativa sobre algo. No están abiertos a responder de manera lógica a hechos o emociones. No suelen tener idea de lo que están haciendo y están convencidos de que son los más comprensivos del mundo. Y no está en tu mano cambiarlos. Déjalos ir. No trates de persuadir a quien no lo desea. Sólo te generará frustración y les resultará enojoso....

Tus maneras

El modo en que respondes puede convertir un enemigo potencial en un amigo. Saludar, agradecer o disculparse hará que te correspondan de forma recíproca, incluso para su propia sorpresa. Aunque no lleven razón, muéstrate cortés. Te sentirás mejor y saldrás ganado....

Crea problemas

Mientras los demás tratan de atender en competencia problemas de sobra conocidos, busca innovar diseñando soluciones para problemas que has creado o que para el resto del mundo pasan desapercibidos. Es mucho más valioso y divertido....

No te quejes

Tu problema no es singular, ni único, ni excepcional, ni nunca visto, ni insólito, ni anómalo, ni… Es posible, pero no probable. Su solución depende más de tu actitud que de la naturaleza del problema. En tu resistencia a abordarlo está la verdadera limitación....

Compatibilidad

Las personas responden mejor a aquellas otras con las comparten similitudes. Tener cosas en común aumenta las posibilidades de entenderse. Pero no siempre se dan esas circunstancias y te puedes encontrar con alguien que, a primera vista, te resulta totalmente ajeno. En esos casos necesitas amoldarte y encontrar alguna base de entendimiento, por muy lejana o forzada que resulte, como por ejemplo… ¿proceder del mismo planeta?...

Tu sonrisa

Pocos sonríen sin una razón para hacerlo. De ahí que sonreír te proporcione una ventaja sobre quien no lo hace. Una sonrisa genuina es una de las herramientas más eficaces en la relaciones interpersonales. Muéstrala de manera sincera en toda interacción y tendrás muchas más posibilidades de que te correspondan con otra y dispuestos a atender lo que les pidas. Practica constantemente la sonrisa. Te hará sentir mejor y aparecerá más auténtica, persuasiva y propia....

El cómo importa más...

Que tengas problemas o no estés de buen humor no significa que lo debas manifestar ni extender a los demás. La gente responde mejor a quienes se comportan de manera positiva, a quienes sonríen, hacen sentir bien y contribuyen a la mejora de los otros. Las palabras que usas son importantes, pero el modo en que las dices lo es aún más. Para conseguir lo que necesitas de otras personas, sé amable y respetuoso, sonríe y utiliza la entonación adecuada....

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