Te equivocas al buscar en el exterior la aprobación que te dé fortaleza y confianza. La confianza no depende de que te la den; nace de dentro, de tu fe en ti mismo y en tu capacidad. Aunque es cierto que no es estática y que puede verse condicionada por tu interacción con quienes te rodean. Lo importante es que puedes pensar en la confianza como algo que logras desarrollar a través de diferentes comportamientos, como por ejemplo: Cuida tu imagen. Destaca por tu buena presencia y el modo en que mantienes tu compostura. Guíate por tus valores. Actúa de manera acorde con ellos. Elige el lugar de trabajo. Busca uno en el que puedas desarrollarte. Sal de tu zona de confort. Hacer algo distinto de lo ordinario puede impulsar tu confianza. No esperes a ser elegido. Toma la iniciativa, da a conocer tus capacidades. Desarrolla competencias. Decide las que te convienen y estudia y practica cada día. No te dejes intimidar: Tus ideas y tu participación pueden ser igual de valiosas que las de los demás. Habla con calma. No te expreses de manera apresurada. Lo que dices tiene interés en ser escuchado. Aborda asuntos que retrasas. Ponte con uno de ellos a primera hora y resuélvelo. Pon orden. Corrige algo del desorden que te rodee en casa o en el despacho. Ayuda a otros. Ofrece tus conocimientos, tus recursos económicos o tu trabajo. Muéstrate agradecido. Reconoce siempre cualquier ayuda por pequeña que sea. No estés sólo. Rodéate de gente que te apoye y te ofrezcan opiniones sinceras que te ayuden a mejorar. No aparentes lo que no eres. Aunque en alguna ocasión te salve, a largo plazo te perjudica. Ignora el rechazo. No lo tomes como un reflejo de tus capacidades. Evita...
Tus opciones
La persona en quien te conviertes y la influencia que desarrollas en los demás es el resultado de tus decisiones. En la medida en que te decidas por las opciones menos obvias, por las más difíciles, por las que nadie ha sabido identificar, te conviertes en una persona singular. Aquello por lo que optas cada día determina tu trabajo, el impacto que realizas en tu organización y el personaje que eres....
Cronómetro
Atrévete a usarlo. No te lances a tareas o reuniones sin un programa claro, ni saltes de una actividad a otra sin concierto. Haz una estimación de cuánto ha de durar cada uno de tus compromisos, asígnales bloques de tiempo y trata de ganar al cronómetro en su realización. Ganarás en concentración, productividad y eficacia....
Nunca es tarde
La mayoría se equivoca al estimar las satisfacciones que espera de su vida futura, y con frecuencia ajusta sus expectativas a la baja para evitar decepciones y sufrir menos si las aspiraciones no se cumplen. En efecto, pensar así es la manera más segura de que esas profecías se cumplan. Pero también podrías pensar de manera más positiva y ambiciosa y es sólo responsabilidad tuya emprender las acciones que te permitirían alcanzar esos objetivos. Nada indica que sea tarde para ti aspirar a un futuro más satisfactorio que el actual....
Ahora no toca
Esta expresión se hizo famosa hace ya unos años. Igual tu también la usas con frecuencia para posponer compromisos en espera de mejor ocasión, de que se calmen las cosas, de que tengas tiempo libre, de que haga mejor tiempo, de que pase la crisis, de que… A estas alturas ya deberías saber por experiencia que esas circunstancias que esperas nunca se darán, que el momento adecuado nunca aparece. Estés como estés, el momento para hacerlo es...
No es difícil
Para destacar en el ámbito profesional o personal que desees probablemente te baste con dominar no más de media docena de competencias. Y si crees que ya has cumplido tu ciclo donde estás, si no te motiva ni te interesa y deseas cambiar, determina cuáles son las nuevas competencias que precisas y ponte a...
No esperes
Las decisiones arriesgadas te ponen nervioso y te descentran. El cuerpo te pide retrasarlas a la espera de nueva información que pueda hacerlas más sencillas. Habitualmente es una estrategia inadecuada. Nunca tendrás una perfecta información y los costes de tu vacilación no harán sino crecer. Si te acostumbras de decidir con diligencia sacarás ventaja a la mayoría de...
Está escrito
Reconócelo. No tienes excusa para estar perdido. Tu problema no es singular y la solución existe y la tienes por escrito. Sólo tienes que buscarla y estudiarla. O preguntar a quien haya pasado por la misma experiencia. Tienes el conocimiento al alcance de tu mano. Como siempre, la responsabilidad es tuya. No tienes tiempo que perder y la solución es más fácil de implantar de lo que crees. No esperes y cambia de hábitos hoy mismo....
Buenas decisiones
A la hora de tomar decisiones, amplía las opciones a considerar. No te dejes cegar por la alternativa que te parece más inmediata y familiar. Las buenas decisiones requieren una mente abierta, capaz de considerar mucha información procedente de diversas fuentes y la opinión de terceras personas, expertos, amigos y familiares. Contrariamente a lo que pudiera parecer, tener sólo una opción lleva a darle más vueltas y sentirse más comprometido con ella, lo que puede retrasar más la toma de decisiones que el buscar información adicional. Y ayuda mucho una sencilla pregunta: ¿Qué aconsejaría a alguien que se encontrara en mi lugar?...
Tu reacción
Cuando respondemos a una provocación le otorgamos a esa acción o a esa persona la capacidad de gobernarnos. Le permitimos que prescriba nuestro comportamiento o nuestra actitud. Cuando decides no reaccionar de la manera que otros normalmente harían, estás ejerciendo tu capacidad de liderazgo. Exige coraje y autodominio el decidir el modo en que deseas responder en circunstancias en las que otros reaccionarían sin pensar. Pero cada vez que actúas así refuerzas tu papel de...