Las decisiones que toman las personas con poder en las empresas tienen un impacto a largo plazo tanto en sus organizaciones como en sus empleados. Este artículo describe cómo quienes detentan ese poder desestiman una parte crucial del proceso de toma de decisiones: la de escuchar las opiniones de otros. Tener poder aumenta la sensación de confianza, lo que parece conducir a una valoración excesiva del propio juicio y da lugar a decisiones equivocadas. Estudios anteriores han demostrado que la calidad de las decisiones disminuye si la gente se apoya en exceso en sus propias opiniones y desoye las observaciones de los demás. La información que otros pueden proporcionar ayuda a corregir las desviaciones que se producen cuando se da excesiva importancia a las propias opiniones y a las primeras impresiones. El trabajo analizado estudia el papel del poder (definido como la capacidad de influir en otros debido al control de los recursos y los incentivos) en la disponibilidad para aceptar las opiniones de terceros. Sus resultados confirman que quienes tienen el poder son menos propensos a dejarse asesorar, confían en exceso en sus propias respuestas, y éstas son menos acertadas que las de quienes carecen de ese poder. Estos resultados tienen serios efectos en las organizaciones. El poder puede afectar significativamente no sólo a la capacidad para aceptar asesoramiento y consejo sino también a la disponibilidad para buscar ayuda o aprobar la evaluación del propio desempeño. Se han de buscar por tanto maneras de minimizar esos problemas. Las propias organizaciones deberían ser capaces de ayudar a quienes tienen el poder para que se dejen asesorar en las decisiones especialmente críticas. Un modo de hacerlo es el establecer reuniones en el inicio de todo proceso de toma de decisiones donde aquellas personas tengan...
Una respuesta para Antonio...
Me la pedías en tu comentario de ayer y aprovecho el vuelo de regreso a Barcelona para escribirla (en una iPad, claro, sobre una mesita rota, en un avión con un estado de mantenimiento interno deplorable) Empiezo por reconocer que no sé qué más decir, aparte de confirmar que esa realidad que comentas es más frecuente de lo deseable. Y manifestar que, al final, todo se resume en las capacidades desarrolladas por los directivos. La cultura imperante en las organizaciones, sean grandes o pequeñas me parece anticuada e inadecuada. Es el resultado de unos directivos poco preparados y con una actitud poco profesional. Algo que no se permitiría en otras profesiones aquí se acepta porque parece que las organizaciones lo aguantarán todo. Prácticas y conceptos periclitados o contraproducentes, como por ejemplo el análisis DAFO, la estructura de los planes de empresa, o determinados sistemas de medición de resultados e incentivos, se aplican sin criterio ni utilidad alguna. Y el impacto de las decisiones directivas no es menor que las que toman médicos o abogados en relación a la calidad de vida de sus clientes (¡cinco millones de parados!). Por ser más frecuentes, las decisiones de los directivos tienen mucha más repercusión sobre la vida de las personas y por ende, también sobre su salud. Incluso se empieza a imponer en nuestro lenguaje la calificación de «tóxicos» para algunos tipos de directivos, lo que me parece muy apropiado. La calidad de la función directiva que observo es muy floja; peor que muchas otras funciones de la empresa (¿y son los mejor pagados…?). De ahí mi interés y el del Business Learning and Development Institute por contribuir a su mejora. Los programas de formación habituales en universidades y escuelas de negocios se centran más en los...
Principios de la estrategia (9)...
El plan estratégico surge del consenso entre los directivos de la empresa.Lo principal del plan es el proceso por el cual los directivos acuerdan la dirección a seguir por la organización. Esto exige la máxima participación y debate de las distintas ideas hasta alcanzar un acuerdo razonable. Que no haya unanimidad en la visión y en el modo de alcanzarla es aceptable, pero una vez establecida, la alineación y el compromiso han de ser totales.Si el proceso ha sido bien gestionado, los participantes podrán sentirse satisfechos con la decisión y es de esperar que compartan, sin divisiones, la responsabilidad de implantar la agenda estratégica resultante. [Anterior] Principios de la estrategia ...
Principios de la estrategia (6)...
Sólo los incompetentes se empeñan en gestionar productos genéricos.El negocio de la empresa aparecerá como genérico sólo cuando no somos capaces de mostrar diferenciación alguna respecto a lo que nuestros competidores ofrecen. Esto suele ocurrir si sólo nos preocupamos de mirar lo que hacen ellos, por lo que acabamos imitándoles. Esta es la posición dominante de la mayorías de las empresas del mundo y en todos los mercados. Comportarse así sólo tiene efectos negativos: Elimina toda posibilidad de ejercer algún tipo de liderazgo en nuestro sector, impide obtener unos resultados financieros atractivos, incapacita para servir a nuestros clientes de manera singular, y aleja de nosotros a los buenos profesionales. Lo curioso es que el problema no está en el producto. Incluso el trabajar con una materia prima genérica no debería significar que el negocio sea genérico. Lo evita la consideración de los clientes, pues cada uno de ellos es singular y distinto. Los hacemos genéricos cuando evitamos conocer en profundidad las necesidades de esos clientes y nos contentamos con ofrecerles el mismo producto que les presentan los demás. [Anterior] Principios de la estrategia...
Equivócate
En otras ocasiones pongo el acento en la fijación de objetivos, en la planificación y programación de las tareas para conseguirlos, en mantener la coherencia y estar centrados… Hoy defenderé la idea de explorar caminos nuevos, teóricamente absurdos, incoherentes o equivocados. Me parece encontrar algunas ventajas en hacerlo así: Te ayudan a reconocer y recordar que eres el dueño de tus decisiones. Quizás, por el paso del tiempo y las múltiples ocupaciones, se te ha olvidado quién estableció el plan que estás siguiendo. Igual incluso descubres que no fuiste tu. Te servirá para reorientar el camino. Te entrenará a manejarte en la incertidumbre. Capacidad poco común y a la vez que enormemente necesaria en los tiempos que corren. Si por alguna determinada circunstancia la vida que llevas es perfectamente predecible, más vale que corras a entrenarte, pues todo hace pensar que no durará mucho. Descubrirás lugares diferentes, afrontarás situaciones nuevas, conocerás gente distinta… Todo eso te enriquecerá. De hecho, ¿no es cierto que muchas amistades y experiencias importantes de tu vida nacieron en circunstancias imprevistas o decisiones inesperadas que otros consideraron erróneas? Si todo y todos señalan en la misma dirección, quizás es el momento de «equivocarse» de nuevo… P.D.: Prometo que no tienen nada que ver esta nota ni la imagen con la situación política inminente. Estaba escrita hace tiempo y pensaba que ya la había...
No los pierdas
No dejes que se te vayan de la empresa tus mejores empleados. Quizás no te parece una preocupación razonable en los tiempos que corren. Eso lo hace aún más peligroso pues precisamente te lleva a descuidar un activo crítico para poder superar este bache (mas bien socavón, ¿verdad?). Mi experiencia confirma que se dirigen mal las organizaciones y sus personas por falta de preparación específica de sus directivos. Hay una concentración desmedida en los aspectos técnicos del negocio y se olvidan los relativos a las personas y la cultura de la organización.Estas son algunas cosas que deberías considerar: Dales formación. La posibilidad de aprender y de crecer en su desarrollo personal es lo que más les motivará. No puedes pensar que han de aprender a su aire y por su cuenta. En ese caso, nada les ligará a ti. Despacha con cada uno de ellos todas las semanas. Debería ser lo normal y sin embargo está totalmente descuidado. Es imposible que puedan saber qué se espera de ellos y conocer cómo lo están haciendo sin estas reuniones individuales. No es creíble que digas que les conoces y que puedes evaluarles si no las mantienes. Requiere profesionalidad en su realización y el compromiso de su continuidad semanal. Valora sus actuaciones. Es parte fundamental de su desarrollo el que se les diga lo que hacen mal, y sobre todo lo que hacen bien. El 90% de los comentarios de valoración deberían ser positivos y continuos. No te representan más de 10 segundo cada uno. Habrás de aprender cómo hacerlos. Reconoce públicamente el trabajo bien hecho. Les demuestras así tu apoyo y respeto, y su motivación será mucho mayor al sentirse apreciados y valorados. No he mencionado la remuneración económica porque su papel es marginal respecto a...
Prioridades
Llevo días dando vueltas a un artículo ciertamente sorprendente por el lugar donde aparece y la posición que adopta (Harvard Business Review Blog Network) En él se defiende que la orientación última de las decisiones de los directivos de una empresa ha de ser la viabilidad de la misma. No deben responder ni a los intereses de los accionistas u otros grupos partícipes, ni al de los clientes o la sociedad, ni siquiera a la obtención de beneficios. El propio autor reconoce dos objeciones. Una moral, según la cual el directivo se debe a sus empleadores. Pero dado que los accionistas tienen sus pérdidas limitadas por la cantidad aportada a la empresa, les considera sólo como potenciales reclamantes de parte del beneficio de la empresa, más que unos verdaderos propietarios.Otra objeción es pragmática. De hecho los directivos toman decisiones considerando su propio beneficio por delante de la viabilidad de la empresa y del beneficio de otros grupos partícipes. Yo no creo que exista el derecho a la vida de las instituciones. Y mucho menos que ese pretendido derecho sea ejercido por los directivos y pase por delante de las demandas que sobre la empresa hacen todos los demás grupos implicados. La guía última de la actividad directiva debiera ser el cumplimiento de la Misión. La iniciativas empresariales son el instrumento para alcanzarla y si no lo consigue debiera desaparecer. Es cierto que debe satisfacer las demandas de muchos, pero los valores establecidos en la empresa señalarán las prioridades. También se ha de reconocer que se necesita una mínima eficacia empresarial para poder obtener los recursos que permitan su operación diaria, pero a partir de ahí no debiera tener otro objetivo que la correcta atención de las necesidades de las personas con las que se...
Capacidad para relacionarse...
Tal y como hemos comentado en otras ocasiones la relación con los clientes es la base fundamental de la estrategia. También se han revisado, y lo seguiremos haciendo, las diversas actividades mediante las que puedes construir una estrecha relación con ellos. Por tanto, es fundamental asegurar que todos tus colaboradores o empleados disponen de la preparación adecuada para relacionarse con otras personas, tanto de fuera de la empresa, como clientes y proveedores, como de dentro de la empresa, con sus compañeros, jefes y colaboradores.Mi impresión personal es que está muy descuidada la formación para el desarrollo de esta capacidad, que se asume como algo innato en quien ya la tiene, mientras que nos resignamos ante quien carece de ella.Tienes la responsabilidad de promover esa competencia entre tu gente sin más tardanza. Lo exige tu condición de líder y la viabilidad de tu empresa. Te podemos...
Potencial
Seguro que piensas a menudo en el desarrollo de tu negocio y en el de tus propias capacidades personales.Para conseguir ambos objetivos, tus colaboradores juegan un papel importante. Debes, por tanto, identificar su potencial y trabajar la manera de acrecentarlo. Estas preguntas te pueden servir de orientación para el análisis de cada uno de ellos: ¿Cuánto más puede crecer en su puesto actual? ¿Está preparado para ser promovido a una responsabilidad superior? ¿Cuál es su predisposición para crecer y asumir nuevos retos? ¿Existe el riesgo de que nos deje por considerar limitada su capacidad de crecimiento? De hecho, el atender las necesidades de tus empleados ha de formar parte de la Misión de la empresa. Deberás tener un plan para formarle adecuadamente, tanto para lo que debe realizar ahora como para las responsabilidades a las que deba acceder en el futuro. Te ayudará a lograr la unidad en tu...
Locuras
En estos días en que ando metido en mi enésima locura, adquiere una relevancia especial el mensaje tantas veces comentado en las últimas horas de “Stay Hungry, Stay Foolish” popularizado, que no original, por Steve Jobs.(Ahora caigo que su discurso en la Graduación de Standford fue materia del examen final de mis alumnos en una de mis asignaturas hace ya unos años…). Las traducciones que he leído, como “seguid hambrientos, seguid alocados”, no hacen justicia a la expresión inglesa. No es fácil resumir en castellano, en tan pocas palabras, un mensaje tan vibrante y revolucionario.La expresión original transmite ansiedad, avidez y pasión por buscar el conocimiento y el desarrollo personal, a la vez que anima a la insensatez, a la imprudencia, al disparate de abandonar los caminos transitados por una mayoría acomodada. Este mensaje que Steve quería para él y deseaba para todos, resulta tan atractivo porque enlaza con lo mejor de nuestra condición humana.Mi traducción personal: Nunca conformistas. Siempre...