En estos primeros días del año debes andar ocupado, entre otras cosas, en el establecimiento y revisión de tus objetivos. Una vez los hayas concretado habrás de hacer frente a las tareas que te permitan alcanzarlos y lograr que todos en tu organización den lo mejor de sí mismos. A continuación te propongo algunas sugerencias que podrían ayudarte a mejorar el desempeño personal y colectivo. Muéstrate sanamente insatisfecho. Se trata de reconocer esa distancia entre quien eres hoy y ese que sabes que puedes llegar a ser. No te debe preocupar lo que no seas hoy sino que has de centrarte en lo que puedes llegar a ofrecer. Y lo mismo debes aplicar a cuantos te rodean. Anímales a alcanzar ese nivel de desarrollo. Esa motivación ha de ser recíproca y tiene un impacto muy positivo en el desempeño de todos y cada uno. Identifica dónde reside la sabiduría. Cada vez es más evidente que tener un puesto más elevado en la jerarquía de la empresa no significa necesariamente tener un conocimiento más profundo del negocio. Busca a quien está más cerca de los clientes pues seguramente tendrá más responsabilidad y mejores ideas de cómo generar valor para ellos. No trabajes solo. Los resultados verdaderamente significativos surgen del trabajo de muchos, más que de individuos aislados. Si observas que ti trabajo se centra sólo en torno a ti mismo, ten la seguridad de que estás siendo ineficiente y limitando tus posibilidades. Reconoce el papel que los demás pueden jugar para mejorar y desarrollar todos los aspectos del negocio que llevas entre manos. Investiga. Lo más habitual es que tus juicios estén sesgados por razones diversas. Pero no te debes acostumbrar a ello. Acumula información, analízala, realizaba pruebas o experimentos, estudia los resultados, reconoce con...
Cómo salir del apuro...
Algunos de vosotros me contáis que el cambio deseado para el Nuevo Año pasa por una reestructuración seria del negocio actual, dada la situación tan precaria por la que atravesáis. ¿Porqué no preguntasteis antes…? Yo también tengo mi parte de responsabilidad por no haber caído en tratar este punto. Os respondo con diez propuestas (un decálogo inesperado…) que pueden serviros como hoja de ruta genérica. Busca ayuda externa. Aunque te parezca que puedes hacerlo tu sólo o aunque otros directivos piensen que ellos pueden gestionar la recuperación, no te equivoques. Quienes han generado el problema no son los más indicados para resolverlo y las cosas aún pueden ponerse más difíciles. Nunca como ahora necesitas de la objetividad y la preparación de un experto. Te ayudará a defenderte de presiones externas y actuará con mucha más rapidez. Confirma el diagnóstico. Antes de iniciar el tratamiento precisas de un buen diagnóstico para comprender las razones que te han llevado adonde te encuentras. Los factores pueden ser muy diversos y requerirán actuaciones específicas. Con sólo abocar más dinero no se resolverán. Revisa los valores y cultura. Empieza por la raíz. Lo más probable es que, en la situación por la que atraviesas, la confusión y dispersión sean enormes. Necesitas redefinir, acordar y comunicar esos principios comunes para asegurar la unidad de toda la organización y orientar la toma de decisiones futuras. Atiende a las personas. Ellas son tu principal inversión. Identifica quienes deben seguir en su puesto y quienes han de marchar a otro lado. Sé muy cuidadoso en la selección de quién realizará la evaluación y cómo la lleva a cabo. Mira de rodearte de los más valiosos y asegúrate de que la moral y la confianza se recuperan. Redefine la Misión y Aspiración. Probablemente se...
¿Cuándo habrías de dejarlo…?...
Os respondo a los que en las últimas semanas me habéis preguntado cuándo debíais dejar vuestro empleo actual para poner en marcha vuestra propia empresa. Poner en marcha un negocio que dure no es fácil. Has de dedicar a ello mucho tiempo y dinero, y cuanto más inviertas, mayor el riesgo. Lo más conveniente, lo menos arriesgado y lo que incrementa las posibilidades de éxito es mantener tu empleo mientras pones en marcha tu nuevo proyecto. Sin duda será difícil, requerirá sacrificios y mucho trabajo. Pero es obligado, según la opinión mayoritaria de quienes lo hemos experimentado, si quieres tener alguna posibilidad de que la nueva empresa arranque. Si te pones a ello, sería bueno que consideraras estas orientaciones: Destaca en tu puesto actual. No te puedes permitir perder tu empleo actual. Habrás de trabajar como nunca y rendir más que los demás. Y no puedes perder el tiempo, pues todo el que puedas sacar fuera de tus horas de trabajo oficiales habrá de ser para hacer realidad tu proyecto. Programa rigurosamente tu agenda. Establece tu jornada de trabajo normal y decide los horarios que dedicarás para trabajar en tu futura empresa. Todas las horas que puedas sacar en las tardes-noches y fines de semana siempre te parecerán pocas. Y cumple con tus compromisos. Se austero. Elimina todo gasto que no sea imprescindible. Necesitas cada euro porque siempre habrás de gastar más de lo que piensas y los ingresos llegarán más tarde de lo que esperas. Reinvierte todo lo que ganes en tu propio negocio. Te ayudará a consolidar la infraestructura que necesitas. Minimizarás los riesgos de fallida por falta de liquidez que, más tarde o más temprano, siempre acabará apareciendo. Y recuerda que el error más habitual es abandonar el empleo actual...
De nuevo Apple
Si estuviéramos en otra época estudiaríamos otra empresa para aprender de ella. Pero en estos tiempos sería una negligencia imperdonable no fijarse en Apple.Este excelente artículo de Bloomberg Businessweek detalla la excelencia de la empresa en el área de las operaciones, campo de especialización de Tim Cook, el nuevo CEO de Apple. Pese a que muchos sólo destacan de Apple la singularidad de su diseño y actividades comerciales, la realidad es que la calidad de las funciones de fabricación, aprovisionamiento y gestión logística no son menos geniales. Apple ha construido un ecosistema empresarial en el que controla todos los componentes de su cadena de valor desde el diseño del producto hasta el punto de venta. Esto le permite obtener descuentos inigualables al subcontratar componentes, capacidad de fabricación o transporte.Cuando prepara el lanzamiento de un nuevo producto, sus competidores se encuentran sin casi posibilidad de fabricar ni de transportar sus productos pues la capacidad existente la tiene reservada Apple desde meses atrás. Esas economías de escala le permiten reducir enormemente los costes de producción y se ahorra mantener costosos inventarios. Las tiendas propias le proporcionan la ventaja final a permitirles un control continuo de la demanda que determina la cantidad diaria de los pedidos a fábrica. Los resultados comerciales son de todos conocidos, y los económicos financieros igual de espectaculares. Los rivales se muestran incapaces de sacar productos competitivos en calidad y precio. Y sus márgenes son más del doble de los del resto del sector. ¡Un...
Ineficiencia
En diversas ocasiones he mencionado en estas notas que la planificación tradicional está muerta. En el entorno rápidamente cambiante en el que nos movemos, caracterizado por su elevada incertidumbre, no es posible planificar lo suficiente como para abolir los riesgos inherentes. Se avanza tomando decisiones y actuando, y de los resultados se aprende. Este proceso de aprendizaje es aparentemente ineficiente. Sin embargo, de él pueden derivarse muchas ventajas. Es cierto que podemos generar quejas de los clientes por no proporcionarles exactamente lo que esperaban, pero en la medida que esto nos pasa con pocos clientes y que las molestias generadas sean pequeñas, su impacto es menor y, a cambio, hemos obtenido información valiosísima de lo que verdaderamente esperan de nosotros.Este concepto ha sido desarrollado por Eric Ries en su libro The Lean Startup. En algún momento en el futuro le debería dedicar alguna atención en estas páginas.Por eso me apena ver todavía tantos planes de empresa anclados en estructuras y metodologías del pasado. Que planifican acciones y anticipan resultados en entornos “congelados” y para mercados de clientes genéricos e inamovibles. Que teorizan inútilmente sobre oportunidades y amenazas y puntos fuertes y débiles. Que diseñan planes comerciales para clientes a los que desconocen. Que elaboran planes financieros a cinco años, rentabilísimos y de crecimiento medido y seguro. La realidad de cada día es que planificas a corto, te pones a ello y has de rectificar de continuo a la vista de los resultados o del cambio de las condiciones en las que te mueves. Esa ineficiencia, generada desde fuera, es asumible. La que debes evitar es la que se te genera internamente. Paradójicamente, esa es hoy día mucho más arriesgada y peligrosa para la viabilidad del negocio. ¿La tienes identificada? ¿Qué haces para...
Mitos sobre la innovación...
Scott Anthony en este post del HBR Blog Network recoge algunos mitos acerca de la innovación empresarial que me parecen interesantes para considerar. Comentaré aquí sólo aquellos que me parecen más relevantes o con los que coincido. La innovación aparece aleatoriamente. En absoluto. La innovación es una disciplina que puede ser gestionada y evaluada. Organizada adecuadamente, las iniciativas que se emprendan alcanzarán unos mejores resultados. La innovación la generan sólo genios creativos. Error. Creatividad e Innovación no son la misma cosa. Ser de natural creativo puede ayudar, pero quienes no lo son pueden destacar como innovadores si se atienen a un proceso adecuado. Se es innovador o no se es. No. Hay estudios que sugieren que en toda innovación la contribución de las competencias innatas es limitada. La mayor parte se deriva de los esfuerzos de desarrollo. La innovación tiene lugar en los laboratorios de I+D. Ni mucho menos. La innovación puede aparecer en cualquier lugar de la empresa. Todos pueden contribuir con nuevas soluciones a los problemas. La tecnología nos proporcionará la innovación ganadora. No necesariamente. La mayoría de las trasformaciones radicales de los mercados responden a innovaciones en los modelos de negocio, a nuevas maneras de crear, retener o proporcionar valor. Mejorar el rendimiento ya es innovar. No del todo. Hay innovaciones que mejoran el desempeño en dimensiones tradicionales del negocio, pero las innovaciones más significativas y radicales pueden llegar a sacrificar rendimiento para ganar en accesibilidad o hacerlo más asequible. Sólo los emprendedores independientes generan innovaciones radicales. No exactamente. La misma motivación e iniciativa emprendedora puede y debe encontrarse y desarrollarse en empresas establecidas. Hay que innovar a lo grande. Tampoco. Es habitual que las innovaciones sean de pequeña dimensión e impacto limitado inicialmente. Eventualmente algunas llegarán a ser significativas y...
No los pierdas
No dejes que se te vayan de la empresa tus mejores empleados. Quizás no te parece una preocupación razonable en los tiempos que corren. Eso lo hace aún más peligroso pues precisamente te lleva a descuidar un activo crítico para poder superar este bache (mas bien socavón, ¿verdad?). Mi experiencia confirma que se dirigen mal las organizaciones y sus personas por falta de preparación específica de sus directivos. Hay una concentración desmedida en los aspectos técnicos del negocio y se olvidan los relativos a las personas y la cultura de la organización.Estas son algunas cosas que deberías considerar: Dales formación. La posibilidad de aprender y de crecer en su desarrollo personal es lo que más les motivará. No puedes pensar que han de aprender a su aire y por su cuenta. En ese caso, nada les ligará a ti. Despacha con cada uno de ellos todas las semanas. Debería ser lo normal y sin embargo está totalmente descuidado. Es imposible que puedan saber qué se espera de ellos y conocer cómo lo están haciendo sin estas reuniones individuales. No es creíble que digas que les conoces y que puedes evaluarles si no las mantienes. Requiere profesionalidad en su realización y el compromiso de su continuidad semanal. Valora sus actuaciones. Es parte fundamental de su desarrollo el que se les diga lo que hacen mal, y sobre todo lo que hacen bien. El 90% de los comentarios de valoración deberían ser positivos y continuos. No te representan más de 10 segundo cada uno. Habrás de aprender cómo hacerlos. Reconoce públicamente el trabajo bien hecho. Les demuestras así tu apoyo y respeto, y su motivación será mucho mayor al sentirse apreciados y valorados. No he mencionado la remuneración económica porque su papel es marginal respecto a...
Gracias
Imagino que los que me conocéis bien esperabais que escribiera algo sobre la noticia del día: el fallecimiento de Steve Jobs. De hecho mientras escribía esta nota, aquellos con los que he hablado me lo han mencionado en la conversación. Es obligado dedicar unas líneas a recordar una persona que ha tenido un impacto significativo en nuestras vidas. El día de mañana quienes no hayan sido contemporáneos de Steve Jobs nos mirarán con curiosidad por haber sido testigos de su época. Hoy encontrarás muchas columnas escritas sobre este asunto. No pienso leer muchas. Os recomiendo la de Walter S. Mossberg en el Wall Street Journal Yo sólo recordaré mi experiencia en 1984 en Boston, como becario postdoctoral de la Fundación Fullbright en la Harvard Medical School. El primer cheque de la beca lo invertí en la compra de un Macintosh, el ordenador personal de Apple que acababa de salir pocas semanas antes de mi llegada (una más de mis habituales decisiones arriesgadas, pues la economía doméstica no estaba para muchas licencias). Esa herramienta resultó determinante para mi productividad científica en los siguientes doce meses. Las publicaciones que se escribieron en él me permitieron ganar la plaza de profesor universitario a mi regreso. Sin esa ayuda, el número de trabajos realizados hubiera sido sensiblemente inferior. Esta es sólo una de las muchas historias que podría contar. Otras ya me las habíais escuchado. Gracias Steve y hasta la...
Desempeño
Ignoro porqué pero no es una palabra que se emplee con frecuencia. Yo suelo utilizarla pero observo caras de desconcierto en quienes la escuchan. Me parece clave tanto para profesionales como para directivos, para la evaluación propia como la de los colaboradores. Tiene que ver con la eficacia con la que realizamos nuestro trabajo, con el modo en el que avanzamos en relación a nuestras metas. Para poder evaluarlo se requiere la definición previa de indicadores y la existencia de datos objetivos. Se trata de una información fundamental para poder progresar. De cara a los colaboradores es una obligación, pues de no hacerlo incumpliríamos con nuestro compromiso de ayudarles en su desarrollo. El error más habitual es medir actividades, procesos, en vez de resultados. Particularmente grave en el caso de determinadas profesiones. El ejemplo paradigmático es el del cirujano, siempre satisfecho de su desempeño: «la intervención ha salido muy bien…» Faltaría más. Es lo menos que se puede esperar de cualquier profesional al que confiamos un servicio. Pero lo relevante es la situación del paciente, el resultado deseado, la satisfacción de la necesidad. ¿Puedes describir de manera objetiva tu desempeño propio y el de tus...
Fabricación Digital
Interesante artículo que reflexiona sobre el efecto del desarrollo de los sistemas de fabricación digital (mediante la impresión en 3D) que permiten la fabricación venta y distribución de unidades individuales. Su impacto en los modelos de negocio de las empresas de fabricación convencionales y en el concepto de economías de escala será significativo.A Strategist’s Guide to Digital...