Riesgos sobrevenidos (3)...

3. Reconoce su aparición. En algunos casos, la aparición de un riesgo sobrevenido no es evidente. No es extraño que los directivos sean los últimos en enterarse pues a sus colaboradores no les resulta grato transmitirles las malas noticias. O también puede ocurrir que algunos responsables descarten los signos aparecidos por su pereza para tomar decisiones delicadas. ¿Cómo reconocer que te encuentras ante una situación que requiere de tu actuación inmediata?: No ignores los síntomas o signos que anticipan posibles problemas. No trates de racionalizarlos o minimizarlos. Afróntalos e investígalos. Examina las consecuencias si resultara cierto lo que esos hechos adelantan. Sigue las orientaciones de las políticas institucionales. Déjate guiar por tus valores y actúa de la manera correcta. No escondas nada pues todo acaba saliendo a la luz.   Y haz caso de tu instinto si te avisa de que algo comienza a ir mal…   Mañana repasaremos qué hacer cuando llegan…   Notas Relacionadas: Riesgos sobrevenidos (1) Riesgos sobrevenidos (2)...

Ignorantes consultores...

Si nunca has trabajado en consultoría o con consultores te preguntarás, con razón, cómo alguien puede defender el saber de todo como para llegar a asesorar a empresas de cualquier sector. Si has trabajado en consultoría deberías reconocer que no son tus conocimientos, ni la experiencia adquirida en tal o cual sector, lo que te resulta de utilidad para tu trabajo. Es tu incuestionable ignorancia la que te lleva a abordar los problemas desde una perspectiva distinta, la que te mueve a formular preguntas capaces de generar las respuestas largamente buscadas por otros. Los directivos implicados directamente en los problemas y con la responsabilidad de su resolución suelen incurrir en la manera equivocada de abordarlos. Para ellos la experiencia se convierte en una desventaja al tratar de reproducir situaciones del pasado. Por el contrario, la visión de un externo puede orientar en direcciones que no fueron consideradas o que han pasado desapercibidas. La contribución del punto de vista ajeno no procede tanto de aportar directamente la solución como de plantear las preguntas relevantes. Desde el desconocimiento se puede ayudar con más eficacia a que los propios expertos encuentren lo que buscan. En este punto, me viene a la memoria la divertida película Being There (Bienvenido Mr. Chance) como un ejemplo extremo y cómico de lo anterior. La ingenuidad a la hora de preguntar se ha de aprender. No se trata de renegar de toda experiencia o conocimientos previos, sino de evitar dejarse arrastrar por aprioris que seguramente se demostrarán erróneos en las actuales circunstancias. De ahí que para el trabajo de consultoría no valga todo el mundo, aunque sean muchos los que se presenten como consultores. Se beneficia, inicialmente, de un abordaje menos estructurado, que no sigue una lógica secuencial, para avanzar hacia la...

Conflictos entre profesionales...

Seguro que los observas con frecuencia en tu lugar de trabajo; quizás incluso estás metido de lleno en uno de ellos. Es un mal asunto pues afecta a la calidad de tu trabajo, a la posibilidad de disfrutarlo, y genera un estrés innecesario. El origen de estos conflictos suele estar en: Diferentes maneras de ser: Los distintos orígenes y puntos de vista en lo social, político, religioso generan distintas percepciones y experiencias que tienen un impacto significativo en la manera en la que nos relacionamos con los demás. Diferentes maneras de trabajar:  Los hay que son más diligentes y otros más tranquilos y confiados. Los hay más responsables y más descuidados. Unos son más ordenados y metódicos y otros más espontáneos y diletantes. Distintas actitudes: Quienes muestran una actitud negativa tiene problemas para comunicarse y relacionarse. Los hay que sólo buscan fallos, o quienes siempre se quejan, mientras que otros se ocupan en buscar soluciones y destacar lo positivo. Afán por competir: Algunos sólo piensan en competir y compararse con los demás mientras que otros prefieren cooperar y trabajar en equipo. Los hay agresivos, condescendientes, soberbios y los hay más sencillos y discretos.   Estas diferencias pueden hacer muy difícil la colaboración y el trabajo conjunto. Se traducen de inmediato en un entorno de trabajo incómodo y de baja productividad que puede afectar incluso a la salud. Dado que esta realidad no puede ignorarse, se ha de trabajar por minimizar el impacto sobre el conjunto de la organización. Esto empieza por reconocer uno mismo que no siempre se está en lo cierto ni que la propia manera de ver las cosas es la más normal; por aceptar que los distintos puntos de vista son enriquecedores y que, en último extremo, los conflictos hay que afrontarlos...

Problemas que se hacen viejos (2)...

Sigo hoy con mi valoración del modo en que se abordan esos problemas que se han hecho viejos. No es extraño que sea así si se utilizan herramientas ya oxidadas para mirar de arreglarlos. Abusar de la palabra estrategia no garantiza saber de qué se habla ni el dominio de sus metodologías más actuales. En un mundo tan distinto del de hace 30 años muchos pretenden todavía aplicar herramientas de entonces para orientar las decisiones estratégicas de hoy. Todos observamos que los comportamientos se repiten, la frustración crece y que nadie emprende los cambios obligados para llegar a resultados diferentes. Por ejemplo, para el caso del paro, quizás habría que empezar ya por hacer algo como lo siguiente: Definir correctamente el problema. Éste no es el paro ni la dificultad para encontrar trabajo. No existe un problema tan genérico y abstracto. Existen personas que no pueden trabajar y personas que no quieren trabajar. El problema de estas segundas es obvio que no debe resolverse del mismo modo que el de las primeras. Cada una de las personas que no pueden trabajar representa un problema específico y singular que no se arregla con una única solución. Es obvio que todos los desempleados no son iguales y sin embargo les aplicamos recetas genéricas (ahora está de moda hablar de emprendeduría y auto empleo…). Por tanto hay que conocer mucho mejor quienes son y qué necesitan esas personas. Sólo un buen reconocimiento de los problemas de las personas desempleadas permitirá desarrollar soluciones específicas, y puedes apostar que serán diversas y distintas a las habitualmente prescritas. Hoy día nadie escapa en solitario de sus problemas. La colaboración y el acompañamiento es imprescindible y debe formar parte de la estructura de las soluciones. Y habrá que ponerse a hacer...

Problemas que se hacen viejos...

Hoy escribo esta nota más tarde de lo habitual. Pido disculpas a los seguidores más puntuales. Los viajes enseñan mucho. Te dan la oportunidad de ver más cosas, con más variedad y con nuevos ojos. En los últimos días me he tropezado de nuevo con un fenómeno que nadie parece querer arreglar: el de unos viejos problemas. ¿Has considerado alguna vez porqué un problema puede hacerse viejo? Seguramente sólo por dos razones, porque nunca lo abordas o porque lo abordas mal y siempre insistes en hacerlo de la misma manera. De otro modo el problema habría dejado de existir hace tiempo. Pongamos uno de perenne actualidad, el del desempleo. Podrías encontrarte con iniciativas para resolverlo del tipo: Se reúnen personas e instituciones cuya misión es generar empleo (y que es evidente que carecen de ideas para hacerlo) Sorprendentemente esas personas e instituciones se reconocen mutuamente como las competentes para tratar este asunto y se ofenderían si no fueran convocadas. La metodología para encontrar la solución es hacer un análisis de la situación (¿pero no deberían conocerla mejor que nadie…?) El conocimiento deseado se espera que se genere a partir de reuniones multitudinarias (son muchos los expertos que tienen cosas a decir) que deberán repetirse periódicamente. La sistemática de trabajo se continuará, después de la presentación de los resultados del análisis con una enumeración de las oportunidades y amenazas, de las debilidades y fortalezas identificadas. Con dicho bagaje intelectual se consensuarán unas propuestas de acción en el corto medio y largo plazo, que en su mayoría consistirán en la constitución de “mesas” de estudio y de seguimiento del problema, de información a la sociedad acerca del problema, y de formación a quienes no tiene trabajo acerca de su problema. Pero ninguna dirigida a crear empleos,...

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