Quizás andas demasiado enredado, apegado a muchas cosas, cargado de deudas y con dificultades para llegar a final de mes. Igual buscas desesperadamente cambiar e intentas mil cosas que nunca funcionan. Persigues objetivos que deseas te lleven a una vida mejor y no parecen a tu alcance. La solución pasa por que descubras a estar contento con menos, probablemente que comas menos y de manera más saludable, que leas buenos libros, que dediques tiempo a estar con amigos. Si estás contento contigo, con los que te rodean, con lo que tienes, tendrás menos cosas por las que preocuparte. Quizás los momentos sean malos, y objetivamente tengas razones para sentirte desgraciado. Pero, como veíamos hace unos días, no son las circunstancias externas sino la disposición interior la determinante de que te sientas seguro, confiado, feliz. No has de esperar a que cambie todo para empezar sentirte contento. Empieza ya: Reconoce las cosas que te rodean y por las que debes estar agradecido. Redescubre las pequeñas cosas que te gustan y te hacen feliz. Acepta a los demás como son, sin esperar que deban mejorar para contentarte. No te compares con nadie. Acéptate como eres y ya irás mejorando, a tu ritmo, en lo que te propongas. Ten amigos. Tu cambio de actitud mejorará la manera de relacionarte. Despréndete de lo superfluo. No acumules posesiones que sólo atraen preocupaciones. Céntrate en las actividades que te ayuden a desarrollarte y descarta el resto que te ocupan el tiempo que quieres disponer para otras cosas que te gustan. Ten un objetivo. No trates de hacer tantas cosas y céntrate en una sola. Busca quién te inspire y encuentra la motivación. Comparte tu propósito con los demás y deja que te ayuden. Empieza con pequeños logros y celebra su...
“Apaga” Internet
Me explico. Pedirte que te desconectes un rato es la manera defenderte del excesivo ruido del que hablaba el sábado. Es mi mejor consejo para liberarte de la negatividad que nos rodea. No puedes empezar el día con las noticias o los correos que te indican que el mundo a tu alrededor se desploma, entre otras razones porque es falso. El estrés que te genera reduce totalmente tu capacidad para ser creativo y encontrar soluciones. Te lleva a cometer errores y entras en un círculo vicioso del que debes escapar. La recesión que te ha preocupar no es la económica sino la personal. No puedes mirar sólo cómo pasan los días a la espera de tiempos mejores, aguardando a que la economía se recupere o nos la arreglen. No puedes permitirte el estar disperso, esconderte en la lectura de la prensa, de las malas noticias, o buscar recompensas inmediatas fáciles para sobrevivir. Esa es una mala vida. Debes ocuparte en crecer como persona y como profesional cada día, y especialmente ahora: Desarróllate emocionalmente: Cuando estás en paz, relajado, tranquilo, estás más inspirado y tu capacidad se incrementa notablemente. Tu mejor estado de ánimo te permite trabajar mejor, estar de mejor humor, y los clientes lo notan y se genera un círculo virtuoso. Desarróllate técnicamente: Vuelve a ser el dueño de tu tiempo y de lo que haces con él. Estudia, aprende, empieza cada día adquiriendo nuevos conocimientos. Hemos de recuperar un modo de trabajar que haga que las cosas funcionen de nuevo, como antes de la crisis. Llega a conocer a más personas. Para relacionarse con la gente necesitas desarrollar tu capacidad de empatía y mucha generosidad. Cada día ofrece algo sin esperar nada a cambio. Es lo mejor que puedes hacer para que...
No disimules
¿Se puede disimular la falta de confianza? Veíamos el viernes que la confianza nace de dentro. Tiene que ver con cómo te sientes contigo mismo y con el mundo que te rodea y el impacto que esto tiene en la manera en la que te sientes, y en tu modo de comportarte. Muchas personas en el desarrollo de su vida profesional se comportan externamente como si tuvieran esa confianza mientras que internamente pueden vivir una crisis profunda. No es ésta una manera agradable de vivir ni el mejor camino para actuar. Profesionalmente les puede afectar de muy diversas maneras: Han de prepararse en exceso porque están muy preocupadas porque las cosas van a salir mal. Padecen insomnio la víspera de una presentación o reunión importante, lo que hace que no estén en su mejor forma al día siguiente. No son capaces de defender sus ideas por no considerarlas valiosas. No se presentan como candidatas a una promoción profesional o a un nuevo trabajo porque piensan que no son lo suficientemente buenas. Son incapaces de aprender de sus errores porque dedican el tiempo a sentirse culpables. No entran en debates con los demás ya que dudan que su opinión cuente para algo o sea acertada. Les preocupa delegar ya que no confían en los demás y tienen miedo de que hagan las cosas mal. Tratan de controlar las cosas fuera de ellas porque no se sienten en control de ellas mismas. Aparentar que se tiene seguridad no genera verdadera confianza. Aunque lo puedas hacer durante algún tiempo, simular que actúas con confianza cuando careces de ella no es ni cómodo ni saludable. Podrías pensar que sólo se puede tener verdadera confianza cuando uno es perfectamente competente, cuando conoce todo lo que debe saber sobre...
Demasiado ruido
La agitación de los negocios, la competencia de todos contra todos, la persecución de objetivos diversos y dispersos, la discusión acalorada por defender opiniones de las nadie está seguro… Ahora los decibelios han aumentado hasta hacerse ensordecedores. Las voces generadas por bancos, deudas, primas y cuñados, amplificadas por voceros aparentemente ilustrados, ya no dejan pensar. No hay manera de entenderse ni de reconocerse. No nos entendemos acerca de lo que es más conveniente para volver a trabajar, en algo, con eficacia, y de utilidad para alguien. Ni tampoco sobre cómo realizarlo, ni con qué recursos, ni en compañía de quién. Ni el porqué de las trabas y limitaciones que algunos ponen para hacerlo. Ni nos reconocemos por los metros con que nos miden. Nos aplican una contabilidad que nos señala la depreciación de nuestros activos, los que teníamos pero ya no tenemos, y nos valora lo que nunca tuvimos pero ahora debemos. Y los que así cuentan todavía reclaman cobrar por sus ejercicios de magia. Puestos a valorar bien lo que tienes, es preciso saber qué activos son verdaderamente valiosos e interesantes. No consigo recordar a nadie que se presente a sí mismo por el sueldo que gana o la cifra de su patrimonio. Quizá los hay pero son unos insensatos que me alegro de no haberme tropezado. Son otros activos, los no tangibles, los que te deben preocupar. Lo que sabes, la experiencia que adquieres, lo que estás aprendiendo, a quién conoces, a cuántos ayudas, el bien que haces… No importa que no aparezcan reflejados en el PIB ni en los balances de la contabilidad nacional. Pero al final son los que más cuentan. Insisto, demasidado ruido. Si volviera la calma, con un poco de silencio, recuperaríamos el sentido y veríamos que estos...
Lo más valioso de tu vida...
Estoy leyendo el libro de Christensen, Allworth y Dillon “How will you measure your life”. Su origen está en el impactante discurso de Christensen en la graduación de los alumnos de la Escuela de Negocios de Harvard de 2010. El conferenciante, persona religiosa y que acababa de superar un cáncer, comparte con ellos las líneas maestras que a él le han ayudado a encontrar sentido a su vida. Creo que debes leerlo, pero mientras te llega te avanzo algo de lo que podrás encontrar en él. Pon un fin en tu vida. Tener un propósito claro para tu vida es esencial. Si no se tiene, la vida se queda vacía de contenido. Lograr esa meta ha de estar en el centro de tus decisiones acerca del modo en que ocupas tu tiempo, usas tus talentos y gastas tus energías. Sin embargo, ese propósito no se suele tener claro si no dedicas un tiempo largo e intenso a reflexionar sobre él. Dominar la propia profesión es importante, pero no deja de ser más que una herramienta para lograr tu propósito. Distribuye con inteligencia tus recursos. La estrategia que orienta el desarrollo de tu vida viene determinada por tus decisiones sobre el modo en que asignas tu tiempo, tus esfuerzos y tus conocimientos. Quienes persiguen la excelencia en la carrera profesional con frecuencia sacrifican la dedicación a su familia, pese a que en ella es donde encontrarían la fuente más segura de la felicidad. Crea tu propia cultura. Ella orienta el modo en que se abordan los problemas y se establecen las prioridades. La cultura, en la empresa y en la familia, puede construirse de manera consciente o bien evolucionar de manera inadvertida. No compensa dejarlo al azar. Cómo sea el desarrollo de los hijos, igual que...
Cómo vincular a clientes y empleados (2)...
Sigo con el asunto de ayer. Algunas empresas han cometido errores en la implantación de sistemas que tratan de obtener la vinculación de sus clientes. Ir por detrás de ellas permite aprender de sus equivocaciones. Un error común ha sido que cada unidad dentro de la organización vaya por libre y establezca su propio sistema independiente del resto. Esto representa un caos desde el punto de vista de la satisfacción del cliente a la hora de relacionarse con al empresa. Otro error es el de apoyarse exclusivamente en las redes sociales externas, (Facebook, Twitter, p.e.) ya existentes. Esto ha hecho que las empresas sean totalmente dependientes de ellas y que se pierda la discreción o reserva en las relaciones entre empresa y cliente. Un tercer error ha consistido en desarrollar la propia plataforma y dar por hecho que todos la utilizarían sin considerar posibles conflictos con la cultura organizativa o la gestión del cambio indispensable para asegurar su aceptación. Para lograr el éxito en la implantación de estos sistemas se ha propuesto trabajar en tres categorías (ver Wang): – Los valores propios de las personas. Se han de comprender de verdad las necesidades de clientes y empleados antes de aspirar a tenerlos vinculados. Para lograrlo se requiere trabajar estos elementos: Cultura. Significa estar en consonancia con las normas sociales y preferencias de comunicación existentes. Internamente, exige la unidad y la existencia de un liderazgo claro. Externamente, conocer los distintos clientes, que tan confortables se sienten con la tecnología y su interés en participar. Comunidad. Se establecen diferentes comunidades para cada uno de los para los distintos grupos partícipes. Credibilidad. Las acciones que se desarrollen en la plataforma han de permitir que la empresa pueda ganarse la confianza de sus interlocutores. – La manera...
Cómo vincular a clientes y empleados (1)...
En notas pasadas he comentado cómo el poder en la nueva economía reside en los clientes. Las ofertas genéricas o los mensajes comerciales carecen de valor en un contexto en el que los clientes son capaces de interactuar entre ellos libremente. Algo similar también ocurre con el cliente interno, con los empleados. Pese a la crisis económica y el desempleo, los incentivos económicos han perdido fuerza como motivadores frente a los factores ligados al desarrollo personal y el ejercicio de las virtudes. Esto plantea el reto a las organizaciones de buscar la manera de vincular a clientes y empleados. Las empresas que promueven la participación y el compromiso de los empleados tienden a conservarlos, y los clientes fidelizados recomiendan mucho más sus productos. No hay duda de que la vinculación crea valor y una ventaja estratégica. Las tecnologías actuales pueden ser el instrumento que permita evolucionar desde la mera transacción comercial a una relación consolidada. La cuestión está en cómo llevarlo a la práctica. Hoy repasaré las características que debería reunir el sistema que deseemos implantar para establecer aquellas vinculaciones: Sabrá percibir cómo se siente el cliente y proponer vías de actuación; por ejemplo proponer un descuento o una llamada personalizada si detecta que se encuentra descontento o decepcionado por una mala experiencia con la empresa. Deberá integrarse con facilidad con las distintas redes sociales que ya tienen implantación masiva y donde seguro estarán los clientes actuales y potenciales. Promoverá la conversación y la interacción. Es decir, transmitirá información de ida y vuelta. Utilizará soportes multimedia tanto para acceder al cliente como para trasmitirle información: audio, video, mensajes cortos, chats… Permitirá la comunicación de manera síncrona, inmediata en el tiempo. Podrá establecer la relación en diversas redes, no sólo las corporativas sino también en...
Pero no estés sólo…...
Si los días anteriores ponía el énfasis en la actitud y el esfuerzo personales para afrontar la crisis y sus consecuencias, hoy insisto en al conveniencia de no hacerlo sólo. Por un lado, aquello que crees que puedes hacer por ti mismo, dos lo hacen mejor. Llegarás antes y más lejos si colaboras con otro que si trabajas en solitario. Por otro lado, los conocimientos de que dispones no son suficientes para hacer bien tu trabajo. Sin duda necesitas de la contribución de otros. Has de identificar por tanto con quienes vas a trabajar. Las ventajas son numerosas: Os reforzaréis y complementareis mutuamente. Ampliará el ámbito de capacidades, experiencia y personalidades. Con su ayuda tendrás la oportunidad para desarrollar nuevas capacidades Aumenta la disponibilidad de cada uno para asumir más riesgos y permite afrontar proyectos más ambiciosos y complejos que a ti solo te resultarían mas difíciles Recibirás nuevas opiniones y soluciones a considerar y por tanto más posibilidades para reflexionar y seleccionar alguna mejor que la tuya. Se asignarán las responsabilidades en razón de la experiencia y disponibilidad de tiempo. El compromiso adicional y recíproco con la calidad, os permitirá llegar a resultados más destacados. Te permitirá poner a prueba tus ideas y propuestas lo que te hará ganar en seguridad a la vez que consolidas la relación. Tendréis más ojos para detectar errores, corregir desviaciones y más manos para ejecutar soluciones que serán más sólidas. Ganarás en satisfacción personal. Tendrás mayor motivación para realizar un buen trabajo en vez de tener que hacerlo todo por uno mismo. Aumentará el sentido de propiedad de la acción y la asunción de responsabilidades al tener que dar cuenta a otro. El compartir información ayudará a incrementar el aprendizaje y la profundidad del conocimiento. Os obligará...
Tu eres la solución (6)...
Y hoy acabo con las propuestas de estos últimos días para afrontar los restos de los tiempos actuales. O no…(?) Con amabilidad. Sé amable con todo el mundo. También con los que se toman la molestia de darte su opinión aun que no te resulte agradable. Cuida tus maneras y disculpa los malos modales de los otros seguramente debidos a la presión que soportan. Si las cosas salen bien agradéceselo a los que te acompañan y si salen mal asume tu la responsabilidad. Respeta a los demás. Olvídate de perseguir culpables; no conduce a nada y genera descontento. Sé amable, pero no escondas la realidad ni camufles la verdad. La capacidad de resistencia de las personas es extraordinaria, pero las mentiras desmoralizan. Descubre el sentido de la palabra detallista. Quizás puedas redescubrir las flores. Elogia los logros de tus colaboradores. Celebra los pequeños éxitos como si fueran grandes victorias. Pide disculpas. Repasa esas llamadas todavía pendientes y arregla la situación. Muéstrate agradecido con quienes hacen un trabajo importante pero poco sobresaliente. Muéstrate cortés y paciente incluso con los mal educados. Son tus clientes. Evita el rencor o el sarcasmo. Nadie los digiere bien, tu el primero. Y reza… Pareciera no estar de moda pero no es cierto. Hasta Bruce, The Boss, se apuntaba a ello en Barcelona el jueves pasado para pedir la llegada de tiempos mejores. Lo viene haciendo la humanidad desde que el mundo es mundo. Unos nos dirigimos hacia el Sagrario y otros hacia la Meca. Unos recitan la Torá y otros agitan campanillas y queman incienso. (Tristemente también hay locos que se orientan hacia el Mal…). Todos buscamos alguien que nos ayude a suplir lo que con las propias fuerzas no podemos lograr. Cada uno es libre de dirigirse...
Tu eres la solución (5)...
Ten firmeza Dudaba si utilizar firmeza o exigencia, ya que este último término suele herir susceptibilidades. Trataré de que no se malinterprete lo que quiero decir, pero en todo caso aviso que los tiempos actuales admiten contemporizar poco. Lo cual no está reñido con crear un buen entorno de trabajo y de relación (como veremos mañana). Hoy se trata de destacar las siguientes iniciativas, para con uno mismo y con los demás: No dejes sin respuesta ni siquiera a los problemas más pequeños. Haz las cosas bien a la primera para evitar repeticiones, llegar tarde a los plazos o pasarte de presupuesto. Reconoce lo que se debe mejorar y pon en marcha las iniciativas de cambio correspondientes. Sube el listón, mantén la exigencia y evalúa el desempeño. No se trata de pasar las pruebas sin más, sino de destacar. Lleva un control de las actividades y mide el rendimiento de los colaboradores asegurando que se cumplen unos estándares altos. Crea un entorno de trabajo ordenado, predecible, con expectativas claras. Concreta los compromisos en las reuniones y ponte plazos de tiempo muy cortos, con tareas para completar en el mismo día y en 24 horas. Presta atención a los detalles, revisa cuantas veces sea necesario, simplifica. Asegúrate de tener al cliente en el centro de la estrategia y con sus necesidades bien atendidas. Asume tus responsabilidades. Vence las resistencias al cambio del modelo de negocio o de la organización. Todo esto sin perder la visión general, sin generar estrés, sin limitar la creatividad o la capacidad de iniciativa, evitando estar excesivamente encima de los detalles y coartando la autonomía, Se trata de luchar contra el conformismo. Otras notas relacionadas: Tu eres la solución (4) Tu eres la solución (3) Tu eres la solución (2)...