Principios de la estrategia (3)...

La estrategia no consiste en pelear sino en cultivar la amistad. Paradigmas de tiempos anteriores asociaban la noción de estrategia a un combate entre empresas rivales y que el objetivo final de la misma era la derrota del competidor. En la actualidad, el concepto de la estrategia es mucho más abierto y constructivo. Ya no debemos considerar que estamos en una continua confrontación con distintos grupos partícipes que nos demandan la atención de sus propios intereses, sino que deberíamos adoptar una actitud de cooperación, comprensión y amistad con cada uno de ellos. Podría sonar algo extraño por inhabitual, pero resulta evidente el efecto beneficioso que la nueva actitud tendrá para todos. Este comportamiento redundará en una acción directiva más eficaz y de mejor calidad. Que la honestidad y la transparencia orienten las relaciones con los clientes constituye la manera más inteligente de hacer negocios con ellos a largo plazo.   [Anterior]   Principios de la estrategia  ...

Principios de la estrategia (2)...

No compites con nadie. El éxito está en la vinculación con tu cliente. La estrategia no puede consistir en describir la manera en la que podrás batir a  tus competidores. Más propiamente, tu éxito se medirá por la medida en que hayas alcanzado un alto grado de vinculación con tus clientes.   Si el foco de la atención directiva se centra sobre el cliente, la naturaleza esencial de la estrategia será el establecer una estrecha vinculación con el mismo. Dicha vinculación puede alcanzarse cuando nuestras relaciones con él son honestas y transparentes, y cuando a resultas de ellas, ambos obtenemos beneficios consistentes y de larga duración. No se trata tan sólo de mantener una relación habitual y cercana, pero superficial, sino de generar confianza y afecto.   [Anterior]   Principios de la estrategia  ...

No sólo eficacia

Escribo estas líneas hoy con la intención de aclarar algo que me pesa. No sé si es real y se aprecia en las notas que escribo cada día o estoy equivocado.La actualidad que vivimos, la comunicación que nos llega, las lecturas habituales, la necesidad de concentrar en unos pocas líneas unas ideas de utilidad y aplicación práctica, pueden dar la impresión de que lo único que cuentan son los resultados. En efecto, dado que no debemos porque no podemos juzgar las intenciones, nos limitamos a los resultados que es el modo que se manifiestan los comportamientos. El error aparece cuando los únicos resultados que se reconocen son los externos y aparentes. Entonces la eficacia es la máxima que gobierna las acciones y evaluaciones, y el objetivo se identifica como la maximización del beneficio.Si ese pudiera parecer el mensaje que transmiten estas notas, aclaro que lo estoy haciendo mal. Los resultados de nuestras acciones y decisiones sobre aspectos internos y sobre otras personas (por tanto no visibles) son mucho más determinantes e importantes. Son de hecho los que determinan la verdadera dimensión del liderazgo.Quizás la presión por alcanzar la mínima eficacia necesaria en estos tiempos me lleva a dar orientaciones más centradas en el corto plazo. Sin embargo lo relevante es el medio y largo plazo, y ellos se apoyan en resultados menos tangibles y más valiosos.Me comprometo a no...

Acomodado

¿Qué tan confortable te resulta tu trabajo diario? Si no tienes sensación de inquietud o incomodidad, me da que no te estás esforzando lo suficiente.A todos nos juzgan por nuestras acciones y resultados, en esta vida y al comienzo de la otra (si crees que la hubiera…). Y la evaluación se mueve en el orden de las capacidades, en el modo en que las has aplicado. Si has optado por la vía cómoda, por “enterrar tus talentos” en vez de ponerlos al servicio de los demás, es señal de que no estás aplicando todo tu potencial y que no te preocupa tu desarrollo.Comprometerse con la propia exigencia personal, dedicar esfuerzos, no hace la vida triste y desgraciada; al contrario, le proporciona sentido. Disfrutar de un plato cocinado se acompaña de algunas incomodidades: trabajar para ganar el dinero con el que comprar los ingredientes, desplazarse hasta el mercado para encontrarlos, dedicar tiempo a prepararlos, cocinarlos y servirlos, ordenar y limpiar al concluir. Son trabajos significativos que se hacen con gusto para alcanzar el objetivo deseado. Si no tienes conciencia de ese esfuerzo no estás llegando donde se te espera. Quizás no tienes clara tu Misión ni los objetivos para alcanzarla. Si la ignoras y te acomodas, se resentirá tu prestigio personal y profesional. Y más pronto que tarde nos pedirán...

Prioridades

Llevo días dando vueltas a un artículo ciertamente sorprendente por el lugar donde aparece y la posición que adopta (Harvard Business Review Blog Network) En él se defiende que la orientación última de las decisiones de los directivos de una empresa ha de ser la viabilidad de la misma. No deben responder ni a los intereses de los accionistas u otros grupos partícipes, ni al de los clientes o la sociedad, ni siquiera a la obtención de beneficios. El propio autor reconoce dos objeciones. Una moral, según la cual el directivo se debe a sus empleadores. Pero dado que los accionistas tienen sus pérdidas limitadas por la cantidad aportada a la empresa, les considera sólo como potenciales reclamantes de parte del beneficio de la empresa, más que unos verdaderos propietarios.Otra objeción es pragmática. De hecho los directivos toman decisiones considerando su propio beneficio por delante de la viabilidad de la empresa y del beneficio de otros grupos partícipes. Yo no creo que exista el derecho a la vida de las instituciones. Y mucho menos que ese pretendido derecho sea ejercido por los directivos y pase por delante de las demandas que sobre la empresa hacen todos los demás grupos implicados. La guía última de la actividad directiva debiera ser el cumplimiento de la Misión. La iniciativas empresariales son el instrumento para alcanzarla y si no lo consigue debiera desaparecer. Es cierto que debe satisfacer las demandas de muchos, pero los valores establecidos en la empresa señalarán las prioridades. También se ha de reconocer que se necesita una mínima eficacia empresarial para poder obtener los recursos que permitan su operación diaria, pero a partir de ahí no debiera tener otro objetivo que la correcta atención de las necesidades de las personas con las que se...

Capacidad para relacionarse...

Tal y como hemos comentado en otras ocasiones la relación con los clientes es la base fundamental de la estrategia. También se han revisado, y lo seguiremos haciendo, las diversas actividades mediante las que puedes construir una estrecha relación con ellos. Por tanto, es fundamental asegurar que todos tus colaboradores o empleados disponen de la preparación adecuada para relacionarse con otras personas, tanto de fuera de la empresa, como clientes y proveedores, como de dentro de la empresa, con sus compañeros, jefes y colaboradores.Mi impresión personal es que está muy descuidada la formación para el desarrollo de esta capacidad, que se asume como algo innato en quien ya la tiene, mientras que nos resignamos ante quien carece de ella.Tienes la responsabilidad de promover esa competencia entre tu gente sin más tardanza. Lo exige tu condición de líder y la viabilidad de tu empresa. Te podemos...

Potencial

Seguro que piensas a menudo en el desarrollo de tu negocio y en el de tus propias capacidades personales.Para conseguir ambos objetivos, tus colaboradores juegan un papel importante. Debes, por tanto, identificar su potencial y trabajar la manera de acrecentarlo. Estas preguntas te pueden servir de orientación para el análisis de cada uno de ellos: ¿Cuánto más puede crecer en su puesto actual? ¿Está preparado para ser promovido a una responsabilidad superior? ¿Cuál es su predisposición para crecer y asumir nuevos retos? ¿Existe el riesgo de que nos deje por considerar limitada su capacidad de crecimiento? De hecho, el atender las necesidades de tus empleados ha de formar parte de la Misión de la empresa. Deberás tener un plan para formarle adecuadamente, tanto para lo que debe realizar ahora como para las responsabilidades a las que deba acceder en el futuro. Te ayudará a lograr la unidad en tu...

Locuras

En estos días en que ando metido en mi enésima locura, adquiere una relevancia especial el mensaje tantas veces comentado en las últimas horas de “Stay Hungry, Stay Foolish” popularizado, que no original, por Steve Jobs.(Ahora caigo que su discurso en la Graduación de Standford fue materia del examen final de mis alumnos en una de mis asignaturas hace ya unos años…). Las traducciones que he leído, como “seguid hambrientos, seguid alocados”, no hacen justicia a la expresión inglesa. No es fácil resumir en castellano, en tan pocas palabras, un mensaje tan vibrante y revolucionario.La expresión original transmite ansiedad, avidez y pasión por buscar el conocimiento y el desarrollo personal, a la vez que anima a la insensatez, a la imprudencia, al disparate de abandonar los caminos transitados por una mayoría acomodada.   Este mensaje que Steve quería para él y deseaba para todos, resulta tan atractivo porque enlaza con lo mejor de nuestra condición humana.Mi traducción personal: Nunca conformistas.  Siempre...

Para anotar 02Oct

Para anotar

Entresaco algunas ideas interesantes de una entrevista en el NYT a David Barger, presidente y primer ejecutivo de Jet Blue (http://nyti.ms/nvQiDu). Hacen referencia al liderazgo: El líder se hace en la exposición a tantas situaciones como sea posible, para ganar en experiencia. Los líderes son capaces de simplificar la complejidad y hacerla comprensible a los demás. Los verdaderos líderes son maestros en el sentido de que verdaderamente tienen la misión de enseñar. No solo actúan y comunican lo que hacen, sino que explican a los demás por qué lo hacen. Los líderes dejan hacer, permiten que las personas tomen decisiones, que hagan avanzar la empresa, que enseñen a otros. Sencillo e...

Empieza a practicar

Si no sabes por donde empezar para construir unas relaciones estrechas con tus clientes actuales o potenciales he aquí algunas ideas que nos propone Michelle Tillis Lederman en su libro “The 11 Laws of Likability”: Se tú mismo. Y trata de mejorar cada día. No te ocultes tras un máscara pues te descubrirán y no generarás confianza. Descubre lo bueno de los demás y en toda circunstancia. Ten autoestima. Si tu no te aprecias, lo demás tendrán muy difícil valorarte. Reconoce tus logros. Causa buen impresión. Para quienes te rodean, tu eres como ellos te perciben. La primera impresión es determinante. Transmite energía. Si lo haces en todas tus acciones es lo que recibirás de los demás. Y especialmente en momentos de dificultad. Demuestra interés. Ten curiosidad por la vida, el trabajo, las opiniones, los intereses o las necesidades de tus clientes. Escúchales. Presta una sincera atención a lo que te están comunicando. No olvides de asegurar que el lenguaje corporal es coherente con tu actitud de escucha. Muéstrate como ellos. Pon de manifiesto las coincidencias en intereses, experiencias y modos de pensar. Y entre las coincidencias más potentes que se deberían compartir, según mi criterio, está la capacidad para discrepar respetuosamente. Crea buenos recuerdos. Da pie a que te asocien a circunstancias agradables y satisfactorias para ellos. Mantente en contacto. Haz el seguimiento de su trabajo, de los acontecimientos de su vida, de sus necesidades. Si estás “presente” se sentirán cercanos a ti. Da sin buscar reciprocidad. Te compensarán sin esperarlo. Sé paciente. No esperes un beneficio inmediato. Los resultados llegarán con el tiempo y de la manera más insospechada. ¡Empieza a...

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