No sólo eficacia

Escribo estas líneas hoy con la intención de aclarar algo que me pesa. No sé si es real y se aprecia en las notas que escribo cada día o estoy equivocado.La actualidad que vivimos, la comunicación que nos llega, las lecturas habituales, la necesidad de concentrar en unos pocas líneas unas ideas de utilidad y aplicación práctica, pueden dar la impresión de que lo único que cuentan son los resultados. En efecto, dado que no debemos porque no podemos juzgar las intenciones, nos limitamos a los resultados que es el modo que se manifiestan los comportamientos.
El error aparece cuando los únicos resultados que se reconocen son los externos y aparentes. Entonces la eficacia es la máxima que gobierna las acciones y evaluaciones, y el objetivo se identifica como la maximización del beneficio.Si ese pudiera parecer el mensaje que transmiten estas notas, aclaro que lo estoy haciendo mal. Los resultados de nuestras acciones y decisiones sobre aspectos internos y sobre otras personas (por tanto no visibles) son mucho más determinantes e importantes. Son de hecho los que determinan la verdadera dimensión del liderazgo.Quizás la presión por alcanzar la mínima eficacia necesaria en estos tiempos me lleva a dar orientaciones más centradas en el corto plazo. Sin embargo lo relevante es el medio y largo plazo, y ellos se apoyan en resultados menos tangibles y más valiosos.Me comprometo a no descuidarlos.