No todos somos iguales. Quizás eres de los que les gustan las cosas bien hechas; o de los valoran por encima de todo la calma y la paz. No serás entonces de natural entusiasta ni una persona demostrativa, pero destacarás por tu perseverancia y tenacidad. O quizás te caracterizas porque te gusta lo divertido, o seas de los que prefieres las cosas hechas a tu manera. Probablemente te mostrarás entonces apasionado por todo aquello que te interesa, aunque a la vez pierdas ese interés con rapidez y pases enseguida a otro asunto apasionante. Se trata de que tengas presente cuál es tu temperamento y orientes tu pasión hacia esos proyectos que mejor se adapten a ti. Y que no pierdas de vista su importancia, el papel que representan de servicio a los demás. Eso te recordará porqué tenía sentido esa iniciativa y mantendrá vivo tu interés....
Singulares
Si sólo practicas, mejorarás, pero no generarás nada nuevo. Podrás convertirte, por ejemplo, en un virtuoso del instrumento, pero no compondrás piezas originales. Son mayoría los que se conforman con seguir las reglas establecidas en vez de inventar unas propias para nuevos entornos. Prefieren moverse en lo seguro y lo convencional, sin agitaciones. Los inconformistas, creativos, son etiquetados como problemáticos, lo que les lleva a ocultar o suprimir su singularidad. Cuanto más se premia el éxito y el logro, más se teme al fracaso, por lo se prefiere aquello que proporciona unos resultados garantizados antes que intentar alcanzar metas singulares. Sólo unos pocos se atreven a promover una revolución. Tenemos las ideas que pueden mejorar la sociedad, pero son demasiados los que dudan al ponerlas en marcha. La originalidad es un acto de creación destructora pues los nuevos sistemas han de derribar a los antiguos y pocos se atreven a hacerlo. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste una idea original y qué hiciste con ella? ¿Preferiste acomodarte y quedar bien o destacar? En los asuntos accidentales puedes optar por nadar a favor de la corriente, pero en lo relativo a los principios has de estar firme como una roca. No puedes censurar ni tus buenas ideas ni tus valores primordiales....
Inconstantes
Son los que se rajan y abandonan porque piensan que no hay nada que puedan hacer para sacar su empresa adelante. Esperan sólo que vuelvan tiempos mejores sin comprender que quedarán financiera y moralmente arruinados. Se engañan cambiando de sectores y de localizaciones que consideran más sencillas y estables, pero nunca avanzan ni logran nada por ellos mismos. Nunca se tropiezan con el éxito porque no son capaces de desarrollar la disciplina necesaria para alcanzarlo. Su actitud contamina al resto de su organización. Acabarán excluidos de sus puestos de trabajo y tendrán difícil reincorporarse porque carecerán de competencias significativas. Aléjate de ellos....
Cambia de hábitos
Tus hábitos determinan el resultado de tu vida. El secreto de tus logros está en tu agenda diaria. Quienes alcanzan sus ideales no se caracterizan por andar a la deriva y tropezarse con ellos por accidente. Cuanto más practiques los hábitos oportunos, de manera disciplinada y concentrada, mayores posibilidades tendrás de conseguir un futuro satisfactorio. Los hábitos tienen un efecto acumulativo y sus resultados pueden necesitar un tiempo para manifestarse. Si los hábitos son negativos, cuando seas consciente de sus efectos, probablemente será ya demasiado tarde para corregirlos. De ahí que debas asumir el control de tus hábitos lo antes posible. Que alcances tus ideales depende de los hábitos que hayas cultivado. Analiza de modo realista tu situación y adónde te conducen tus prácticas habituales. Si no están alineadas con tus objetivos, o cambias de hábitos o cambias de ambición. Hacer las cosas de modo diferente a como siempre las has hecho te resultará incómodo y poco natural al comienzo. Por eso, cambiar requerirá un esfuerzo continuado de tu parte. Merecerá la pena porque verás cómo avanzas para lograr lo que te propones. Cultiva los hábitos adecuados y practícalos regularmente....
Fracasado
No es lo mismo fracasar que ser un fracasado. Fracasar es probar algo y aprender que no funciona. Fracasado no es quien fracasa, sino quien tira la toalla y abandona....
¡Rebélate!
Innovar es un estado mental. Eres un innovador cuando buscas una oportunidad en cada contratiempo, en cada dificultad, cuando ves el mundo de manera diferente. Este punto de vista singular te convierte en agente del cambio y capaz de aprovechar sus oportunidades. La innovación no es algo que padeces sino el modo en que respondes a aquello que te ocurre. La transformación de tu propio yo pasa por eliminar las barreras internas y externas que limitan tu capacidad de progresión y que condicionan la definición de quién eres. Este no es un proceso cómodo ni fácil. Desde la infancia te han asignado, y te has creído, que tienes unas limitaciones insalvables. Te han alabado o criticado, te han señalado ese único camino que tenías abierto ante ti. Y has condicionado tus ambiciones por las opiniones que sobre ti han expresado quienes te rodean. El modo en que te presentes no puede venir determinado por la manera en la que otros te ven. Tu vida y tu carrera profesional son el resultado del modo en que aceptas o rechazas lo que percibes como tus limitaciones. Lamentablemente, lo que te frena, como a la mayoría de la gente, es tu propia creencia de no ser lo suficientemente bueno, de no merecer determinados logros. De hecho, alcanzarás sólo aquello que creas que te mereces. ¡Rebélate!...
Contratiempos
La vida nos enseña que las dificultades que arrastramos por necesidad o elección, pueden en verdad elevarnos, hacernos crecer. Son parte de la existencia, no podemos escapar de ellas, y la alegría con que se vive depende de la actitud con que se afronten, la manera en que se asumen y se sobrellevan. Acepta lo inevitable. Hay muchas circunstancias y acontecimientos que se presentan en la vida y que no puedes entender ni cambiar. Nos desconciertan por considerarlas como una injusticia del destino. Pero si reconoces tu naturaleza trascendente, que formas parte de un plan perfecto que no alcanzas a ver ni comprender ahora, podrás asumir lo inevitable con paz en la mente y en el espíritu. Quienes lo ignoran caen en la desesperación o la apatía. Y reconoce a la vez la infinidad de buenas cosas, momentos y hechos que te rodean y que son el resultado de afrontarlos con decisión y superar las adversidades....
Tragedia
Más pronto o más tarde te habrás de enfrentar a una tragedia personal. Las ves que suceden a tu alrededor y de momento parece respetarte a ti. Pero, ¿estás preparado para cuando te llegue? ¿Sabrás como afrontarla? Seguramente serán muchas las cosas que podrías hacer, pero estas cuatro actitudes habrán de estar presentes para ayudarte a salir de esa situación: Admitirla. Se trata de reconocer que se ha producido lo inesperado. Tu desconcierto e incredulidad tratarán de llevarte a un intento inútil de escapar de la realidad. Lo mejor que puedes hacer es afrontar la tragedia de manera franca y honesta. Hacerlo proporciona un cierto alivio que te ayuda a pasar a la siguiente fase. Aceptarla. En el reconocimiento de que al hombre no le es posible controlar todas las circunstancias se encuentra la mayor recompensa emocional y espiritual. La humilde aceptación de la tragedia proporciona los recursos necesarios para hacer frente a las consecuencias que puedan derivarse. En la aceptación se descubre la fuerza para sobrellevar la carga recibida. La resignación es capital para avanzar ahora y alcanzar la tranquilidad del espíritu. Adaptarse. Significa abandonar la pasividad e implicarse en la realización de los cambios necesarios para superar la desgracia y excluye toda posibilidad de rendirse o abandonar. Esta adaptación es una condición interna que reclama voluntad y compromiso sin reservas, que exige coraje y determinación. Actuar. No eres esclavo del destino, está en tu mano elegir en qué ocupar tus pensamientos y a qué dedicar tus energías. Así dejas atrás toda lamentación o pena por la tragedia sufrida. La mejor manera de encontrar la motivación para actuar es ponerse a trabajar pensando en ayudar a otros, en salir de uno mismo y abrirse a los demás. Esa actuación física e intelectual alivia...
Amenazadores
Quienes te amenazan pretenden asustarte, pero al hacerlo incurren ellos mismos en miedos e inseguridades. Se llenan de angustia y odio que, o bien expresan mediante violencia, o bien han de reprimir con sus propias consecuencias negativas. Si te amenazan, cuentas con la posibilidad de prepararte, con el tiempo para decidir cómo y cuándo responder, planear tu contraataque. Lamentablemente, en las redes sociales proliferan los comportamientos intimidadores de individuos que desconocen el peligro en que ellos mismos incurren. A cuantos más atemoricen, a más habrán de temer. Cuanto menos, serán tachados de indeseables y acabarán aislados. Toda amenaza reclama venganza que aparecerá cuando menos se la espere. No digo que esté de acuerdo con ello, pero es una de las más viejas lecciones de la Historia....
Batallar
Ésta es la mejor recomendación para resolver cualquier dificultad. Dado que los problemas y contradicciones forman parte de la vida diaria, has de decidir si pones tus esfuerzos en eludirlos o en resolverlos y superarlos. Te requiere la misma energía el tratar de evitarlos que el solventarlos. Posiblemente más, pues los problemas no afrontados te persiguen incansables, mientras que si batallas contra ellos, los superas y desaparecen. Y como los contratiempos se suceden de forma continuada y periódica, o los resuelves o se acumularán hasta desbordarte, con la posibilidad adicional de generarte un problema de salud física, mental o emocional. El mejor tratamiento preventivo que puedes encontrar es el de solucionar los problemas conforme se presentan, de ahí la recomendación de combatirlos. Actuar así te hace más fuerte y capacitado para salir victorioso. Y dos llamadas de atención: No caigas en el perfeccionismo. La mejor solución es enemiga de la buena. Podría no ser eficiente y conducirte a la parálisis. La batalla te ha de llevar a responder prontamente para dar con un arreglo adecuado, aunque no sea el mejor. Y aléjate de los generadores de problemas, cada vez más abundantes y que se refugian en la mediocridad de la multitud. Si te identifican como un batallador te seguirán a ti....