¿Cómo andas de fuerzas?...

La medida última del impacto de tu vida no es el tiempo que hayas vivido sino la intensidad con la que lo has llenado. Tu desempeño, tu estado de salud, tu felicidad, se basan en el modo en que manejas la energía de que dispones. Las horas están contadas pero el esfuerzo que pones en ellas no tiene límites. Cuanto más te responsabilices de la fuerza que transmites, mayor será tu potencial y tu productividad. Deberías dedicar todas tus energías a marcar la diferencia, a seguir añadiendo valor a los demás, con un trabajo intenso. Para lograrlo necesitas hacer cuatro cosas: Comprometerte: Difícilmente podrás esforzarte si te sientes desenganchado de lo que quieres hacer. Empeñarte: Tendrás que invertir emocional y físicamente en lo que has de realizar. Reinventarte: Lo que te sirvió para ayer no te dará resultado mañana. Avivarte: Has de recuperar energías mediante el ejercicio, buena alimentación, entretenimiento y descansos. En cuanto te pongas a ello apreciarás los resultados: Aumentará tu fortaleza. Te compensa gestionar tu capacidad de empuje, sobre la que puedes influir, más que gestionar tu tiempo. Y además podrás contribuir a fortalecer y motivar a los que te rodean.  ...

¿Cuántas capacidades tienes?...

Son sin duda muchas; quizás se cuenten por docenas. Unas tienen que ver con tu empuje físico y otras con la gestión de tus emociones; con tu capacidad de pensar y de relacionarte; con tu creatividad y con el desempeño que puedes alcanzar; con tu cualidad para ejercer de líder. Cada una de esas competencias se construye a partir de tus talentos y decisiones. No se desarrollan de forma aislada, sino que se apoyan unas a otras. Cada vez que alguna de ellas crece las otras se refuerzan y aumentan tu potencial. Constituyen un soporte sólido sobre el que construyes tu vida y te hacen capar de soportar grandes cargar y dificultades....

¿De qué lado estás?...

Quizás eres de los que defienden que las capacidades de las personas vienen como labradas en piedra. O bien eres de los inteligentes, de los que tienen éxitos y sortean los fracasos, o no lo eres, y te caracterizarás por los repetidos fracasos que te acompañan. El esfuerzo y la perseverancia no juegan papel alguno en esta clasificación. O tal vez seas de los que piensan que la inteligencia y la personalidad pueden desarrollarse y no son algo fijado y preestablecido. De los que creen que la formación y la práctica pueden contribuir a hacer crecer tu atención, tu memoria, tus conocimientos, y, por tanto, volverte más inteligente. Tu desarrollo sería el resultado del efecto de tus genes pero también del entorno, pues aquellos necesitan información de éste para funcionar de manera apropiada. Se puede partir de distintos temperamentos y aptitudes, pero la experiencia, la formación, y el esfuerzo personal juegan un papel determinante en los resultados que se alcanzan. Tu actitud en este asunto tendrá un efecto decisivo. Puede determinar el que alcances a ser la persona que deseas, que logres aquellas cosas que más valoras. Creer que tus capacidades vienen prefijadas te obliga a ponerte a prueba continuamente, a dejar clara tu inteligencia, tu personalidad y tu carácter. Pero si, por el contrario, defiendes que puedes cultivar y hacer crecer tus cualidades personales, el esfuerzo y la experiencia jugarán un papel determinante en los intereses, talentos y aptitudes que puedas alcanzar, y nadie podrá predecir tu verdadero potencial. En este último caso, carece de sentido: Tratar de demostrar lo inteligente que se es cuando lo importante es siempre mejorar. Ocultar las propias deficiencias en vez de mirar de superarlas. Buscar el reconocimiento de terceros para sostener la autoestima en vez de rodearte...

Convencidos

Estás rodeado de cosas y experiencias que muchos consideraron imposibles en otros tiempos. Si hicieron realidad porque siempre hay personas que son capaces de llevar a cabo acciones que otros consideraron imposibles o impensables. Lo logran por su convicción de que ese objetivo necesita salir adelante por alguna razón, hasta el punto de comportarse de manera irracional en su lucha por alcanzarlo. La convicción es una creencia firmemente establecida. Es disponer de una certeza, sólidamente asentada, de la capacidad de sacar los propios objetivos adelante, hasta el extremo de no considerar viable cualquier otra opción. Cuando estás convencido, actúas. No tienes que pensar porque ya decidiste. Eres capaz de lograr lo imposible, que es aquello que todos consideran inalcanzable hasta que alguien como tú, con tu convencimiento, lo hace posible....

Gente excepcional

Sois gente excepcional quienes deseáis conocer el estado de vuestras competencias actuales, aunque no os parezcan muy destacadas, pues estáis convencidos de que podéis mejorarlas; porque queréis aprender; porque sois capaces de transformar los contratiempos de hoy en los éxitos del mañana; porque amáis los retos, creéis en el esfuerzo y resistís a las contrariedades; porque vuestro fracaso consiste en no crecer, no alcanzar las cosas que más valoráis, no avanzar en vuestro potencial de desarrollo; porque ponéis el esfuerzo preciso para aumentar vuestro talento y llegar más lejos. Si no crees encontrarte en ese grupo de gente excepcional, sólo tienes que cambiar de manera de pensar para unirte a ellos. Está en tu mano....

Tu mejor venta

Para destacar en aquello que haces has de saber venderte. Has de estar absolutamente convencido del valor de tu empresa, de sus productos o servicios, de tus ideas. Si no lo haces bien, tus resultados serán flojos, no avanzarás, sólo presentarás excusas. Es innegociable. Has de estar tan identificado con tu oferta hasta el punto de parecer poco razonable, o incluso fanático. Tu convencimiento ha de ser tal que, sin caer en la arrogancia, no podrás tomar en consideración ninguna otra opción. No existen tus competidores. Estarás más familiarizado con las necesidades de tus clientes que las conocerás mejor que nadie y podrás pedir un precio más alto. Y tan seguro, que tú mismo estarías dispuesto a pagarlo por obtener ese producto o servicio....

Has enfermado

Estás en una posición directiva o de cierta responsabilidad y presentas estos síntomas…: No cometes errores y acabas todo rápido y perfecto. Lo que para otros resulta difícil para ti es muy sencillo. Buscas que te pongan en un pedestal porque te sientes especial. Te rodeas de gente que te hagan sentir el mejor, que te reverencien. Has desterrado a los posibles críticos y has dejado de aprender. Eliges estrategias de corto plazo que maquillen los resultados y te hagan aparecer como un héroe. Acude a ese “médico” cercano para que… Reconozca tus defectos y te ayude a remediarlos. Te anime a seguir aprendiendo. Te obligue a ser mejor persona....

Test del gilipolla

  Límite de tiempo: 0 SUmario del cuestionario 0 de 23 preguntas completado Preguntas: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 Información Ha sido enorme y sorprendente la acogida del post anterior titulado Gilipollas. Parece existir una verdadera preocupación por tener algunos de ellos alrededor y la posibilidad de verse contagiado. Te será de utilidad entonces realizar este test de autoevaluación, ligeramente modificado del propuesto por Robert I. Sutton en su libro No Asshole Rule. Queda tranquilo; es un cuestionario anónimo y no se guarda ninguna información. Puedes repetirlo cuantas veces consideres necesario, para ti o para otros. Al final encontrarás la evaluación resultante.   Ya has realizado este cuestionario antes. Por tanto, no puedes empezarlo otra vez. Cargando el cuestionario... Debes ser un usuario registrado para poder realizar el cuestionario. Tienes que terminar antes el siguiente cuestionario, para iniciar este cuestionario: Resultados El tiempo se ha terminado Has conseguido 0 de 0 puntos posibles (0) Categorías No asignada a ninguna categoría 0% No parece que se te pueda calificar como un gilipolla, salvo que estés tratando de engañarte a ti mismo.   Puedes considerarte como un gilipolla “borderline”. Estás todavía a tiempo de cambiar tu comportamiento, antes de que empeores.   Pereces haber obtenido el certificado de gilipolla total. Busca ayuda de inmediato, si eres capaz de encontrar a alguien dispuesto a ayudarte…   1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 Contestada Revisada Pregunta 1 de 23 1. Pregunta Crees estar rodeado de idiotas incompetentes y no puedes evitar hacérselo ver de tanto en cuando. Verdadero Falso Pregunta 2 de 23...

Tu estrés

Crece de continuo la cantidad de cosas que pueden ocasionarte estrés y, como cada vez te exiges más, tu tolerancia a la presión aumenta sin cesar. Pero el cuerpo se defiende mandando señales de alerta cuando la situación empieza a ser insostenible. ¿Las escuchas? Podrás observar reacciones físicas y emocionales que te indican cuando debes aflojar la marcha y descansar. Las aftas bucales, dolores de cabeza y de espalda, indigestiones y molestias en el estómago son algunos de esos indicadores más habituales. Es el cuerpo que pide ayuda. Te será muy útil aprender a reconocer esas primeras señales de padecer un estrés excesivo. Así podrás poner remedio antes de que te ocasione unos daños más graves....

Paciencia y a insistir...

Cuando presentas y defiendes una idea original, te enfrentas a la indiferencia que genera el desconocimiento de la misma. Lo que para ti es perfectamente aceptable y comprensible, por las muchas horas que le has dedicado, para el resto, que la escucha por vez primera, resulta ininteligible. Esa familiaridad que tienes con el problema que has analizado y la solución encontrada, te lleva a comunicar de manera insuficiente con una audiencia que necesita mucha más información para comprenderte y aceptarte. La exposición repetida a tus ideas hará que se vuelvan más conocidas y se acepten con comodidad. La explicación de este fenómeno nace de la mayor facilidad para procesar tu propuesta. Cuanto más se vea y se escuche, menos amenazadora se vuelve y más simpatías genera. Cuenta con tener que repetirla entre diez y veinte veces, e incluso más si se trata de algo complejo. Será más efectiva si esa exposición es siempre breve y combinada con otras ideas, pues ayuda así a despertar la curiosidad de la audiencia. Y aleja siempre en el tiempo la presentación de tu propuesta y la evaluación de la misma. Tienes que dar ocasión a que se aposente....

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