Te comportas según lo que haces. Y ese comportamiento tiene dos componentes, uno externo y otro interno. El externo, cómo te mueves y cómo te expresas, es fácil de observar y objetivar, al contrario del interno, los pensamientos y emociones, difíciles de reconocer incluso para ti mismo y mucho más respecto de los otros. El éxito de las personas en el trabajo, en sus relaciones y en otros ámbitos se debe en gran medida a su capacidad para manifestar externamente sus pensamientos y emociones. Que tu comportamiento se transforme y que los demás te lo reconozcan pasa por expresar en el exterior el componente interior. Para cambiar, no basta contar con los pensamientos y emociones apropiados, sino que se han de transformar en hechos observables. Y tú mismo, sólo experimentarás los resultados de tus ideas e intenciones cuando las lleves a cabo....
Fracasado
No es lo mismo fracasar que ser un fracasado. Fracasar es probar algo y aprender que no funciona. Fracasado no es quien fracasa, sino quien tira la toalla y abandona....
Cambiar duele
Tu comportamiento es el resultado de unas iniciativas conscientes, planificadas y determinadas por tus intenciones, por tus aspiraciones. Y al mismo tiempo es en gran medida una respuesta inconsciente a las circunstancias en las que te encuentras. Algunas de tus actuaciones son más automáticas que planificadas, mientras que otras son fundamentalmente intencionadas y escasamente impulsivas. Acabar con viejos hábitos y desarrollar otros nuevos es un proceso difícil y en ocasiones molesto o doloroso....
¡Rebélate!
Innovar es un estado mental. Eres un innovador cuando buscas una oportunidad en cada contratiempo, en cada dificultad, cuando ves el mundo de manera diferente. Este punto de vista singular te convierte en agente del cambio y capaz de aprovechar sus oportunidades. La innovación no es algo que padeces sino el modo en que respondes a aquello que te ocurre. La transformación de tu propio yo pasa por eliminar las barreras internas y externas que limitan tu capacidad de progresión y que condicionan la definición de quién eres. Este no es un proceso cómodo ni fácil. Desde la infancia te han asignado, y te has creído, que tienes unas limitaciones insalvables. Te han alabado o criticado, te han señalado ese único camino que tenías abierto ante ti. Y has condicionado tus ambiciones por las opiniones que sobre ti han expresado quienes te rodean. El modo en que te presentes no puede venir determinado por la manera en la que otros te ven. Tu vida y tu carrera profesional son el resultado del modo en que aceptas o rechazas lo que percibes como tus limitaciones. Lamentablemente, lo que te frena, como a la mayoría de la gente, es tu propia creencia de no ser lo suficientemente bueno, de no merecer determinados logros. De hecho, alcanzarás sólo aquello que creas que te mereces. ¡Rebélate!...
Acomodados
La seguridad ahoga la ambición. O mejor, el espejismo de esa seguridad. La mayoría de las personas no están dispuestas a arriesgar lo que ya tienen por la oportunidad de obtener algo mejor. Parecen ser muchos los profesionales hastiados de su trabajo, atrapados en lo que consideran un salario seguro y unas cómodas rutinas. Pero mientras ellos se lamentan tan tranquilos, otros se afanan en generar discontinuidades que transformen los mercados y pongan a sus competidores fuera de juego. Transforma tu manera de pensar. Idea un nuevo negocio o pon en discusión el valor que aportas en tu actual trabajo, reinvéntate y adopta una nueva carrera profesional. Observa las discontinuidades generadas en otros sectores, descubre nuevas ideas y el modo de aplicarlas a tus modelos de negocio....
Ten paciencia
Cambiar no es fácil; se logra poco a poco y necesita mucho tiempo. Nunca se produce con la rapidez que te gustaría. Además, para que tengas éxito, necesitarás una preparación mental que no suele tenerse en cuenta. Debes dedicar tiempo a determinar exactamente lo que deseas o de otro modo tus posibilidades de lograrlo serán mínimas....
No es sólo voluntarismo...
Tu comportamiento no viene condicionado sólo por decisiones conscientes. También influyen los estímulos que te llegan del entorno que te rodea, capaces de desencadenar hábitos automáticos que te hacen sentir seguro y cómodo. Para que determinados cambios se puedan realizar, para que tus resoluciones se lleven a cabo, deberás superar algunos viejos hábitos que pueden significar ciertas dificultades. Resolver esos problemas no es sólo cuestión de fuerza de voluntad. No se trata tan solo de hacer más de lo mismo, sino de hacer las cosas de otro modo. Para lograr el cambio que te propones, habrás de ser capaz de gestionar tanto tus intenciones como las circunstancias que influyen en tu comportamiento....
Contratiempos
La vida nos enseña que las dificultades que arrastramos por necesidad o elección, pueden en verdad elevarnos, hacernos crecer. Son parte de la existencia, no podemos escapar de ellas, y la alegría con que se vive depende de la actitud con que se afronten, la manera en que se asumen y se sobrellevan. Acepta lo inevitable. Hay muchas circunstancias y acontecimientos que se presentan en la vida y que no puedes entender ni cambiar. Nos desconciertan por considerarlas como una injusticia del destino. Pero si reconoces tu naturaleza trascendente, que formas parte de un plan perfecto que no alcanzas a ver ni comprender ahora, podrás asumir lo inevitable con paz en la mente y en el espíritu. Quienes lo ignoran caen en la desesperación o la apatía. Y reconoce a la vez la infinidad de buenas cosas, momentos y hechos que te rodean y que son el resultado de afrontarlos con decisión y superar las adversidades....
Concreta
No requiere mucho esfuerzo soñar con la obtención de unos resultados deseados. Sin embargo, es mucho más costoso determinar el comportamiento necesario para lograr esos objetivos. Que tus propósitos se traduzcan en actuaciones requiere que se formulen de manera muy concreta y específica. Que una aspiración se haga realidad exige saber exactamente cuáles son las acciones necesarias para lograrlo. Es un error concentrarse en la descripción de los resultados que se pretenden y no formular los comportamientos necesarios para llegar a ellos. Eso conduce a no emprender acción alguna o realizar las equivocadas. Es el comportamiento lo que une las intenciones y los resultados. El comportamiento está en la naturaleza de todo cambio....
Tú puedes
No importa cuán grande sea tu carga, reconoce que dispones de la fortaleza interior para sobrellevarla. Y pon en marcha estas medidas de prudencia: No te enredes más allá de lo necesario. El mundo no espera que seas tú quien le solucione sus enormes problemas. Resuelve tus propios problemas y sé selectivo a la hora de aceptar los problemas de los demás. Hay muchos que quieren descargarse de sus responsabilidades pasándotelas a ti. Afronta un solo problema cada vez. El de ahora. No les des vueltas a los de ayer ni te preocupes por los de más tarde y menos por los de mañana....