Comportamiento exterior e interior

Te comportas según lo que haces. Y ese comportamiento tiene dos componentes, uno externo y otro interno.

El externo, cómo te mueves y cómo te expresas, es fácil de observar y objetivar, al contrario del interno, los pensamientos y emociones, difíciles de reconocer incluso para ti mismo y mucho más respecto de los otros.

El éxito de las personas en el trabajo, en sus relaciones y en otros ámbitos se debe en gran medida a su capacidad para manifestar externamente sus pensamientos y emociones.

Que tu comportamiento se transforme y que los demás te lo reconozcan pasa por expresar en el exterior el componente interior. Para cambiar, no basta contar con los pensamientos y emociones apropiados, sino que se han de transformar en hechos observables.

Y tú mismo, sólo experimentarás los resultados de tus ideas e intenciones cuando las lleves a cabo.