No es suficiente ser un genio. A la hora de comunicar tu propuesta de valor, tu mensaje puede quedar oculto tras tu genialidad. Para destacar, no sirve sólo lo bueno que seas sino lo capaz que puedas llegar a ser en tu relación con las personas....
La suerte
Son muchas las circunstancias en las que tener suerte trae mala suerte. Te impide adquirir los hábitos que te ayudarán a mejorar, no te enseña lo que es la tenacidad ni la capacidad de resistencia, te deja sin oportunidades para desarrollarte. Créeme, no te fíes de la suerte....
Selección
Cuando llevas muchos asuntos entre manos siempre encuentras argumentos para posponer o ignorar los más incómodos. Pero tu desempeño y eficacia dependen no tanto de hacer lo sencillo sino de la capacidad para concentrarte en la realización en las tareas más difíciles y que requieren mayor esfuerzo. Esas son las que marcan la diferencia....
Adquirir competencias (2)...
Continúo hoy con el tema iniciado hace unos días sobre la importancia de la adquisición de competencias. El objetivo final es asegurar que toda organización pueda generar el mayor valor posible para sus grupos partícipes a partir de todos los recursos de que dispone. En esa transformación institucional juegan un papel crítico las personas, que han de poder ejercer el liderazgo y contribuir con todo su potencial para lograr ese desarrollo continuado y al ritmo oportuno. Esto es particularmente necesario en un contexto en el que los servicios forman la parte más determinante de la propuesta de valor. El desarrollo de capacidades permitirá identificar nuevas necesidades de los clientes, aprovechar nuevas oportunidades y generar valor adicional. Son las personas en contacto con los clientes, más que los altos directivos, quienes están en mejor posición para escucharlos clientes y resolver sus problemas, siempre que cuenten con las capacidades adecuadas. Para el desarrollo de esas capacidades se han identificado cuatro factores que contribuyen eficazmente a lograrlo: Implicar todos los niveles de la organización. Habrá de empezar por los directivos de más alto nivel, por el papel de liderazgo que tienen para sacar adelante todo cambio organizativo, pero se extenderá a todos los demás. En cada ámbito se habrá de poner de manifiesto la importancia que significa la incorporación de cada nueva habilidad o capacidad. Generar entusiasmo y orgullo. Todos habrán de reconocer que se trata de aprovechar una oportunidad de futuro. Cada iniciativa se ha de valorar como un avance en la carrera profesional propia y no como una obligación impuesta. Una consecuencia adicional será la mayor identificación y fidelidad a la empresa. Aplicar técnicas de aprendizaje variadas. En la medida de lo posible habrá de tener lugar en el centro de trabajo, experimentando sobre situaciones reales...
Seleccionado
Sin duda, si quieres que te seleccionen para algo necesitas demostrar un mínimo de talento. Pero son muchos los que pese a su gran talento nunca son seleccionados ni se cuenta con ellos. Para que confíen en ti y te seleccionen se requiere algo más. Un poco de suerte quizá, pero sobretodo perseverancia. Haber sido capaz de hacer un buen trabajo, en el sitio adecuado y durante mucho tiempo, tal vez muchos años. La clave para que te seleccionen es mantenerte durante largo tiempo dando lo mejor de ti en tu trabajo, sin preocuparte porque no te elijan, y precisamente hacerlo pese a no haber sido seleccionado....
Tu valía
Tu valía es innata, y tus logros son consecuencia de ella. Hacer hoy lo que está en tu mano es más importante y útil que esperar a hacer algo potencialmente grande mañana. La excelencia no depende de cosas, circunstancias o personas fuera de ti. Eres tan bueno como te permites serlo, aunque la mayoría no quiera reconocérselo en casi nada....
Diferente
No pongas toda tu energía en ser el mejor. Centra tu atención en el modo de ser diferente, en tu singularidad para afrontar determinados problemas. Importa más quién eres que lo que haces....
Entorno genérico
El análisis del entorno genérico (político, económico, social y tecnológico) en el que se mueven las empresas ha formado parte del proceso tradicional de planificación estratégica. Sin embargo, su relevancia hoy es discutible ante la complejidad geopolítica en la que nos encontramos y el carácter mundial de los problemas. Las crisis aparecen y se transforman; se desplazan rápidamente de unos lugares a otros. La expansión de las operaciones de las empresas, dispersas por múltiples países y escenarios se acompaña de incertidumbres que hacen difícil tomar decisiones que garanticen el éxito a largo plazo. Los mercados emergentes crecen de manera más consistente que los desarrollados que paradójicamente, demuestran una mayor volatilidad. Lo único seguro es la ubicuidad y continuidad de las crisis. Las estrategias corporativas y de aplicación universal carecen, por tanto, de sentido. El tipo de decisiones que funcionaban en entornos estables ahora no sirven. En un entorno volátil y hostil, tener éxito y sobrevivir son términos sinónimos. Para prosperar en estos contextos ya no es tan determinante el trabajo de análisis como priorizar el desarrollo de las siguientes capacidades que ayudan a desenvolverse ellos: El equilibrio. No se trata de crecer al precio que sea para satisfacción de los accionistas que esperan retornos a corto plazo, pues puede conducir al fracaso. Se ha de buscar un desarrollo más consciente y deliberado que permita el equilibrio y transmita seguridad. De este modo la empresa seguirá atrayendo a profesionales e inversores y asegurará su viabilidad. La resistencia. Esta capacidad permite evitar los peores efectos de las crisis y superar sus consecuencias negativas. Necesariamente se ha de realizar de manera descentralizada, allí donde cada unidad opere, y ha de permitir responder de manera rápida y adecuada a las amenazas que se presenten. A la vez, ha de...
Escúchale
No des crédito a esa voz interior que te hace dudar de tus capacidades, que se burla de tus limitaciones. Escucharla no te ayudará a conseguir lo que te propones. Por el contrario, presta atención al criterio de un buen amigo o de un mentor que crea en ti, que quiera lo mejor para ti, que te aliente cuando se sientas desmoralizado....
Adquirir competencias...
La adquisición de competencias, tanto institucionales como individuales, es de una alta prioridad estratégica. Sin embargo, las empresas no suelen tener claro cómo identificar las más idóneas ni la metodología para incorporarlas. Tampoco es sencillo medir en qué medida se van adquiriendo ni cómo asegurar su desarrollo continuado. La importancia es indiscutible por el impacto que tienen en la consecución de los resultados del negocio. En la actualidad destacan las que tienen que ver con el desarrollo del liderazgo (ver nota reciente) y la atención a los clientes, seguidas de las relacionadas con las funciones de producción y comercialización. La implantación de un proceso de adquisición de competencias debería contar con estas actividades: Diagnóstico. Se han de establecer procedimientos objetivos y sistemáticos para identificar las competencias necesarias, tanto institucionales como personales, y que mayor impacto tengan en el negocio. A partir de este diagnóstico se podrán establecer los programas más adecuados y determinar los objetivos a alcanzar. Alineación. Su eficacia depende de su coherencia con los objetivos estratégicos y de ahí nace su prioridad. La amplia implicación en su definición asegura el compromiso de participar en los programas de desarrollo. Diseño de los programas. Carecen de utilidad hoy los programas genéricos de formación ofertados a la empresas y tan abusados en los últimos tiempos. Se han de estructurar atendiendo a las características de las personas y las carencias detectadas. Metodología. La más recomendable debe tener un carácter variado, incluyendo tanto formación presencial como virtual, individual y de grupo, de conceptos y de experiencias prácticas. Además deberían aprovecharse las nuevas plataformas tecnológicas para hacer accesible la formación en cualquier momento y lugar. Evaluación. Para asegurar el impacto de los programas se habrán de establecer medidas e indicadores que determinen el progreso hacia la consecución de los objetivos y resultados esperados. Carecería de sentido que a estas...