Adquirir competencias (2)

competenciasContinúo hoy con el tema iniciado hace unos días sobre la importancia de la adquisición de competencias. El objetivo final es asegurar que toda organización pueda generar el mayor valor posible para sus grupos partícipes a partir de todos los recursos de que dispone.

En esa transformación institucional juegan un papel crítico las personas, que han de poder ejercer el liderazgo y contribuir con todo su potencial para lograr ese desarrollo continuado y al ritmo oportuno. Esto es particularmente necesario en un contexto en el que los servicios forman la parte más determinante de la propuesta de valor.

El desarrollo de capacidades permitirá identificar nuevas necesidades de los clientes, aprovechar nuevas oportunidades y generar valor adicional. Son las personas en contacto con los clientes, más que los altos directivos, quienes están en mejor posición para escucharlos clientes y resolver sus problemas, siempre que cuenten con las capacidades adecuadas.

Para el desarrollo de esas capacidades se han identificado cuatro factores que contribuyen eficazmente a lograrlo:

  • Implicar todos los niveles de la organización. Habrá de empezar por los directivos de más alto nivel, por el papel de liderazgo que tienen para sacar adelante todo cambio organizativo, pero se extenderá a todos los demás. En cada ámbito se habrá de poner de manifiesto la importancia que significa la incorporación de cada nueva habilidad o capacidad.
  • Generar entusiasmo y orgullo. Todos habrán de reconocer que se trata de aprovechar una oportunidad de futuro. Cada iniciativa se ha de valorar como un avance en la carrera profesional propia y no como una obligación impuesta. Una consecuencia adicional será la mayor identificación y fidelidad a la empresa.
  • Aplicar técnicas de aprendizaje variadas. En la medida de lo posible habrá de tener lugar en el centro de trabajo, experimentando sobre situaciones reales y abordando con sentido crítico los problemas a los que se enfrentan de manera habitual.
  • Integrada en los sistemas de gestión de personas. El desarrollo de competencias se ha de acompañar con la redefinición de objetivos de desempeño y tener su impacto en los sistemas de compensación de todos los participantes.

Cuando las personas son conscientes del valor que son capaces de crear mediante el uso de sus talentos, se implican con más intensidad en su trabajo. Esto se acompaña de un mejor desempeño institucional en el corto plazo y asegura la viabilidad futura.