Lo que te reclaman

No es fácil que desde tu posición de directivo tengas una buena información sobre cómo desarrollas tu trabajo en relación a tus colaboradores, y mucho menos del modo en que lo valoran. Quizás por ello pueda serte de utilidad considerar lo que algunos estudios consideran como las principales preocupaciones que los colaboradores tienen en relación a sus directivos. Estas son sus quejas más importantes: No reciben orientación. Precisan obtenerla de manera regular y periódica pues de otro modo su desempeño se resiente. El que no la reclamen espontáneamente, el que se sientan inseguros cuando se la des, no significa que no la deseen o la necesiten. No tienen objetivos claros. Hemos de pensar que es un problema de comunicación, pues la empresa debería tener claros sus objetivos estratégicos. Pero si no les llegan a quienes han de ejecutarlos no podrá realizarse la estrategia de la empresa. No se les otorga poder. La incapacidad para delegar de los directivos les lleva a ejercer control sobre todos los detalles y anula la disposición de los colaboradores para ser creativos y tener iniciativas. Esperan poder asumir responsabilidades y tener que dar cuenta de ellas. No hay reconocimiento. No celebrar los éxitos limita la capacidad de estimular a los colaboradores para que insistan en unos comportamientos que se demuestran eficaces. Conviene recompensar el que se alcancen los resultados deseados. No hay flexibilidad. Los colaboradores esperan que sus directivos se muestran flexibles y dispuestos a escuchar sus preocupaciones y atender las oportunidades detectadas. La rigidez en el directivo se traduce en colaboradores inflexibles ante las demandas de servicios de los clientes. Compensa liderar con el ejemplo. Recuerda por un momento las tareas asociadas a tu papel de directivo: Desarrollar las relaciones con tus compañeros, negociar, motivar a tus colaboradores, diseminar información,...

No puedes exigirlas

La creatividad y la innovación no se exigen. Te las entregan si te lo ganas. No puedes obligar a tus colaboradores a que sean creativos e innovadores si no puedes ofrecer un liderazgo acorde a lo que demandas. Quizás seas tu el principal responsable de las cosas se sigan haciendo como siempre....

Escuchar a los otros

Además de estar atento a tus propios pensamientos y emociones, has de saber escuchar con atención a aquellos con quienes trabajas. No desprecies sus objeciones y observaciones....

El líder

El líder vela por el interés de sus colaboradores más que ellos mismos y siempre por delante de su propio interés....

Conocimientos

No ser capaz de retener a esas personas y dejarlas marchar con sus conocimientos es despreciar el principal activo que tienes, el más valioso. Un incendio no suele ser tan...

Tu éxito

No seas frívolo. Cuando tengas un éxito, no te enorgullezcas como si sólo fuera mérito tuyo. Como corresponde, reconoce a cada uno de tus colaboradores su contribución....

Expediciones estratégicas...

La evolución del concepto de estrategia que sustituye los comportamientos competitivos por unos nuevos encaminados a la entrega de valor a los distintos grupos partícipes reclama el uso de nuevos términos y conceptos. Hoy propongo el concepto de las expediciones estratégicas para describir el conjunto de iniciativas destinadas a la entrega de ese valor para cada uno de los grupos beneficiarios. La expedición estratégica parece un concepto más idóneo que las antiguas líneas estratégicas para describir la historia de la creación de valor en el contexto de los mapas estratégicos (de los que hablaré en otro lugar). La expedición transmite mejor la idea de un esfuerzo de muchos, que contribuyen con capacidades y funciones diversas, para conquistar un objetivo común; en este caso la entrega de valor a un grupo concreto de los que identificaba en la nota anterior sobre el propósito de la estrategia. Cada expedición tiene un carácter singular que viene determinado por el objetivo a alcanzar, por los riesgos que debe superar, por las iniciativas a desarrollar y los recursos y capacidades con los que debe contar. Incluso podríamos denominar de manera distinta cada una de esas expediciones para facilitar la comprensión y la comunicación de la historia de la estrategia. A continuación te presento cada una de estas expediciones y la denominación propuesta: La expedición para la conquista del Dorado. Parece la denominación adecuada para describir a la que se propone la conquista de los objetivos de productividad y rentabilidad para los propietarios y accionistas de la empresa y que deberá hacer frente a riesgos de carácter económico. La expedición militar. No encuentro otra manera de denominar a la expedición que se propone cumplir con las normativas y la entrega de impuestos que desde la Administración se reclaman. Y el...

Busca oportunidades

Encontrarás las oportunidades en clientes, colegas y colaboradores. Ayúdales a obtener lo que buscan y a descubrir lo que aún no saben que necesitan....

Ayuda a un colaborador...

Pregunta a un colaborador cuál es el principal problema que le preocupa. Ayúdele a reflexionar sobre el resultado que desearía conseguir, a recordar cómo se resolvieron problemas similares y a determinar algunos de los pasos a seguir....

Propuesta de valor para tus colaboradores...

Entre los grupos partícipes a los que la empresa debe entregar una oferta de valor concreta se encuentran tus colaboradores. Aunque esta debiera ser una premisa evidente, no se suele considerar suficientemente ni de manera específica. ¿Cómo puede formularse dicha propuesta de valor? Como para cualquier otro “cliente», se deben atender las necesidades de los empleados de manera que se asegure una vinculación incondicional. En este caso, dicha vinculación y compromiso son críticos para poder entregar a su vez la oferta demandada por los clientes finales de la empresa. La experiencia nos dice que ni las recompensas materiales ni las promociones profesionales son suficientes para obtener la vinculación emocional y el compromiso de nuestros colaboradores. La propuesta de valor se ha de construir a partir de: La identidad de la empresa, fundamentada en su propósito institucional y los valores que la definen. La coherencia de las políticas institucionales con dichos principios. La fidelidad a aquellos valores en el comportamiento de los directivos y en la toma de decisiones. El modo en que se reconoce la contribución individual de cada uno de los colaboradores a la viabilidad de la empresa. Tampoco aquí se pueden proponer ofertas genéricas. Es importante identificar la diversidad de los perfiles y necesidades de los colaboradores. Su conocimiento detallado permitirá establecer propuestas de valor adecuadas a las necesidades individuales. En la ejecución de estas propuestas de valor tiene un papel fundamental la comunicación. Es responsabilidad de los directivos desarrollar las iniciativas adecuadas que transmitan los elementos de dichas propuestas de manera clara y estimulante, a la vez que demuestran su compromiso con ellas. Si así se hace, crecerá la reputación de la empresa por el valor que proporciona a sus colaboradores y se convertirá en la empresa preferida en la que trabajar....

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