Propuesta de valor para tus colaboradores

Entre los grupos partícipes a los que la empresa debe entregar una oferta de valor concreta se encuentran tus colaboradores.

Aunque esta debiera ser una premisa evidente, no se suele considerar suficientemente ni de manera específica. ¿Cómo puede formularse dicha propuesta de valor?

Como para cualquier otro “cliente», se deben atender las necesidades de los empleados de manera que se asegure una vinculación incondicional. En este caso, dicha vinculación y compromiso son críticos para poder entregar a su vez la oferta demandada por los clientes finales de la empresa.

La experiencia nos dice que ni las recompensas materiales ni las promociones profesionales son suficientes para obtener la vinculación emocional y el compromiso de nuestros colaboradores.

La propuesta de valor se ha de construir a partir de:

  • La identidad de la empresa, fundamentada en su propósito institucional y los valores que la definen.
  • La coherencia de las políticas institucionales con dichos principios.
  • La fidelidad a aquellos valores en el comportamiento de los directivos y en la toma de decisiones.
  • El modo en que se reconoce la contribución individual de cada uno de los colaboradores a la viabilidad de la empresa.

Tampoco aquí se pueden proponer ofertas genéricas. Es importante identificar la diversidad de los perfiles y necesidades de los colaboradores. Su conocimiento detallado permitirá establecer propuestas de valor adecuadas a las necesidades individuales.

En la ejecución de estas propuestas de valor tiene un papel fundamental la comunicación. Es responsabilidad de los directivos desarrollar las iniciativas adecuadas que transmitan los elementos de dichas propuestas de manera clara y estimulante, a la vez que demuestran su compromiso con ellas.

Si así se hace, crecerá la reputación de la empresa por el valor que proporciona a sus colaboradores y se convertirá en la empresa preferida en la que trabajar. La construcción de esta marca propia de la empresa ante potenciales candidatos tiene la ventaja de atraer a los más valiosos y descartar a los que no se identifiquen con ella.

Como puede imaginarse, el mantenimiento de esta propuesta de valor exige un trabajo continuado. Abandonar temporalmente esos compromisos tiene un efecto rápidamente destructivo en la imagen de la empresa y genera el desapego de los empleados. Y las consecuencias se extenderán a continuación a los clientes, a la calidad del servicio prestado, y al final impactarán negativamente en las ventas.

Puedes evaluar qué tan sólida es tu marca ante tus colaboradores con estas preguntas:

  • ¿Conocen la naturaleza de la propuesta de valor para ellos?
  • ¿Comprenden el sentido de la misma?
  • ¿Explica el protagonismo del colaborador en su realización?
  • ¿Es estimulante y motivadora, capaz de generar los compromisos más altos?
  • ¿Describe de manera reconocible en qué consiste el resultado satisfactorio esperado?
  • ¿Conduce a la vinculación emocional e identificación con la empresa?

Un colaborador vinculado es capaz de explicar con sus propias palabras la propuesta de valor que la empresa tiene para él y transmitirla con pasión dentro y fuera de ella.