Persíguelas

Es descorazonador ver cómo esperas que otros aprueben tus ideas innovadoras. Es triste porque al hacerlo las estás perdiendo. El reconocimiento les llega a quienes muestran el coraje suficiente para tomar la iniciativa. Esperar, considerar, estar a punto de… no cuenta. Para cambiar algo hay que ponerse a hacerlo. La diferencia entre los que logran lo que persiguen y los que lo pierden, es sólo la determinación para empezar y la disciplina para seguir. Detenerse sólo empeora las cosas. Cuando el miedo y la incertidumbre te frenan estás ante un truco de tu mente que te engaña haciéndote creer que vivirás más seguro. Es compatible tener dudas y, aún así, estar preparado; o estar asustado y pese a ello, actuar; sentirse rechazado y, sin embargo, seguir adelante. Tu tesoro está dentro de ti; tu potencial existe en tu interior. Lo activas cuando sacas el coraje que necesitas para forzarte a avanzar. Si atiendes a esa voz interior, tendrás claro lo que debes que hacer. No hay discusión posible. Sólo acallas lo que te ronda por la cabeza cuando te decides a ir a por ello. Una única decisión te separa de una vida diferente a la que llevas. El miedo a lo desconocido te lleva a pedir garantías antes de intentarlo. Pero la vida no es una lotería con un único premio. Que tengas éxito es cuestión de número: cuantas más veces te esfuerces, más probable será que lo logres....

No lo retrases

¿Esperas que alguien te llame, te elija, que tiren de ti o te empujen a dar un paso al frente…, o cuentas con el coraje necesario para empujarte a ti mismo? No esperes a estar preparado, a tener confianza, a que te apetezca, a tener más experiencia, a que te valga la pena. En muchos casos no hay tiempo, no tienes una segunda oportunidad, no hay espera. Es ahora o nunca. Si lo estás retrasando se debe a tu desidia. Estás haciendo algo más peligroso que lo que tratas de evitar. Intentas convencerte a ti mismo de que ahora no es el momento, lo que te lleva a luchar activamente contra tus propias aspiraciones. Quizá pienses que te ahorras de molestar a alguien, que impides el que te juzguen o rechacen, pero esas excusas sólo te llevan a restringir tu capacidad de lograr tus ideales. No existe ese momento mejor. Sólo dispones del ahora. No tienes otra cosa. Y no podrás recuperarlo. Depende de ti que te esfuerces en aprovecharlo al máximo....

¿Y si estuvieras equivocado?...

Esta es una gran pregunta que no te la haces con la frecuencia necesaria. No puedes dejar que tus preocupaciones te impidan hacer lo que debes, dar lo mejor de ti mismo. No puedes tolerarlo. Incluso cuando lo que hagas resulte un desastre, puedes decirte ¿y qué…? Al menos lo has intentado. El cómo te haya afectado es irrelevante. Lo que importa es la capacidad para moverte a la acción. No puedes evitar el preocuparte por algo, pero sí puedes evitar que esas ansiedades bloqueen tu mente y te paralicen. Puedes pensar en positivo y mirar, de inmediato, de progresar para lograr lo que buscas. Es una tontería quedarse a la espera de que llegue la ocasión propicia....

Coraje

Cada día te trae momentos inciertos y difíciles. Hacerles frente y aprovechar las oportunidades acompañantes requiere un gran coraje. Esas ocasiones te enseñan que no son las grandes decisiones las que cambian la vida sino las pequeñas y cotidianas. El coraje es ese tipo de empujón que te das a ti mismo cuando decides destacar, expresarte, darte a conocer, salir el primero, levatar la mano o hacer todo aquello que te parece difícil, incierto o temible. No estás hecho de una pasta diferente a la de los héroes. El coraje es un patrimonio. Está dentro de cada uno de nosotros. Naciste con él y puedes usar de él siempre que quieras. No es un asunto de confianza, educación, personalidad, profesión o nivel social. Sólo se trata de que sepas encontrarlo cuando lo necesitas. Cuando menos te lo esperes algo se torcerá y se despertarán tus instintos. Sentirás la urgencia de actuar y tus convicciones te señalarán lo que debes hacer. Tus sentimientos jugarán a la contra y se resistirán. Es el momento entonces de dar el empujón. No precisas disponer de todas las respuestas; sólo tienes que lanzarte a la decisión de inmediato. Cuando te exiges en esas circunstancias, aunque no consigas cambiar el mundo, sin duda lograrás algo de igual importancia: te cambiarás a ti mismo....

Asume la responsabilidad...

La vida te ofrece tantas decisiones a tomar y te da tantas oportunidades de recuperarte de las equivocaciones que, si las manejas bien, podrás vivir una vida extraordinaria. Es cierto que en ocasiones hay circunstancias externas que influyen en la calidad de tu vida y que quedan fuera de tu control, como el lugar donde naciste, accidentes, enfermedades… Pero en la mayoría de las ocasiones, de las peores circunstancias se puede sacar provecho con la actitud adecuada. Cualesquiera que sean las eventualidades que te brinde la vida, tendrás más posibilidades de alcanzar tus ideales si asumes la responsabilidad de las decisiones que tomas, en vez de quejarte por todo aquello que está fuera de tu control. Por tanto, no te preocupes si no te gusta la situación. A la vida le importa un bledo lo que pienses. A ti te corresponde conectar lo que quieres lograr con lo que necesitas hacer para obtenerlo, y tener el coraje para llevarlo a cabo. El mayor error de muchos es no verse a ellos mismos y a los demás de manera objetiva, lo que les lleva a tropezarse una y otra vez con las debilidades propias y ajenas. No reconocerlas les impide alcanzar su potencial. El éxito parece reservado para quienes son capaces de ver las cosas con objetividad y manejarlas de forma que las puedan cambiar. Son capaces de asumir el punto de vista de los demás en vez de dejarse atrapar en sus propios prejuicios. No te debe molestar descubrir que no eres bueno en algo. Al contrario, debes estar contento de saberlo porque te da la posibilidad de gestionarlo y mejorar las posibilidades de lograr lo que te propones....

Necesidad de aprender...

Una manera segura de frenar un proceso de transformación institucional es detener todo proceso de aprendizaje. Las empresas de más éxito premian la experimentación ya que el aprender de los errores ayuda a acertar en la siguiente ocasión, lo que a su vez potencia la creatividad. Los colaboradores desarrollan un mejor trabajo cuando asumen riesgos sabiendo que no se les criticará por ello si fracasan. Pero este aprendizaje no surge espontáneamente. Se ha de invertir en sistemas que pongan de manifiesto la forma en que se lleva a cabo, que pueda seguirse y determinar quienes están participando y qué resultados se obtienen. Las organizaciones que promueven este aprendizaje facilitan el lanzamiento de prototipos y proyectos experimentales, trabajan con nuevas ideas y el efecto sobre los dientes, y comparten la información para mejorar las propuestas. ¿Qué iniciativas de innovación y aprendizaje puedes identificar en tu organización y en cuántas participas?...

Es doloroso

Para ganar en fortaleza te has de esforzar más allá de tus propios límites y eso es doloroso. Esto vale tanto para el desarrollo físico como intelectual, y especialmente cuando has de hacer frente a la dura realidad de las propias imperfecciones. Sin embargo, la mayoría de las personas instintivamente rechazan el dolor. No hay modo de evitar ese daño, especialmente si persigues metas ambiciosas. Lo creas o no, tienes suerte de experimentar ese tipo de dolor; si lo abordas adecuadamente te señala la necesidad de encontrar una solución que te permita progresar. Si eres capaz de racionalizar esa molestia, reflexionando sobre ella en vez de evitarla, podrás aprender y progresar con más rapidez. Pronto te acostumbrarás y no sabrás operar de otro modo. Se trata de adquirir ese hábito. Los retos a los que te enfrentas te ponen a prueba y te fortalecen. Si no tropiezas con la suficiente frecuencia, es señal de que no estás empujando con fuerza más allá de tus límites, y, por tanto, no lograrás maximizar tu potencial. Ese proceso puede ser tan estimulante que llegará a volverse adictivo....

La regla de los 5 segundos...

La encontrarás en el libro de Mel Robbins, The 5 Second Rule: Transform Your Life, Work, and Confidence with Everyday Courage. Es una regla sencilla, capaz de superar las resistencias del cerebro para generar cambios de comportamiento que ayuden a conseguir grandes metas. Su uso es muy simple: La aplicas cuando sientes el impulso de actuar para realizar un objetivo o un compromiso, o cuando dudes en hacer algo que sabes que deberías hacer. Consiste en contar hacia atrás, 5, 4, 3, 2, 1 y actuar. El contar te ayuda a centrarte en el objetivo y te distrae de las preocupaciones, miedos e ideas que te frenarían a actuar. Contar y tomar la inicitiva son acciones que llevas a cabo. Al forzarte a actuar, cuando lo normal sería detenerte en consideraciones, genera un efecto de cambio poderoso. Mientras cuentas, te olvidas de las preocupaciones y centras la atención en lo que necesitas hacer. Te fuerzas a actuar e interrumpes la tendencia a vacilar, a pensar más de la cuenta, y resistirte. Puedes utilizar esta regla cuando necesites cambiar de comportamientos, desarrollar nuevos hábitos, abandonar tendencias destructivas o desarrollar el autocontrol para ser más intencionado en las relaciones con los demás. Te ayudará a descubrir el coraje que necesitas para hacer cosas nuevas, problemáticas o que te asusten. Esta regla calmará tus dudas y te generará confianza al empujarte a perseguir lo que deseas, a compartir tus ideas, a participar en proyectios ambiciosos, o a ejercer el liderazgo. Ganarás en control mental para superar los pensamientos negativos y acabar con esa ansiedad interminable que te lastra. A miles de personas les está funcionando…...

Conectando

Todas las personas, incluso las más equilibradas psicológicamente, pasan por momentos en los que se sienten aislados y anhelando conectar con otros individuos. Si te acercas a los demás con la intención sincera de comprenderles y conectar con ellos, te singularizarás respecto al resto del mundo, que no muestra interés o se siente muy ocupado en sus propios asuntos. Carecen de tiempo para perder en la atención a los problemas de los demás. Si te centras en los otros y les ayudas a salir de su aislamiento, si te vuelcas en conocerlos, se te abrirá un mundo de oportunidades. Practica de forma habitual. Busca a un par de personas que no conozcas. Con cada uno de ellos, entabla conversación, escucha con atención, y mira de conectar sinceramente. Trata asuntos más profundos que los de conversaciones habituales....

Cómo te muestras

Tu capacidad para mostrarte honesto y vulnerable, incluso en un entorno impersonal y arriesgado como Internet, te brinda la oportunidad de destacar. Al poner de manifiesto tu voz propia y verdadera, te ayuda a ser singular. Tampoco es práctico celar cuidadosamente tu vida privada en las redes sociales, para evitar que se escape nada personal que pudiera dañar tu imagen. Hacerlo así te hará aparecer irreal, sin familia ni amigos, como si fueras un robot, o peor aún, como si tuvieras algo que ocultar. Para bien o para mal, lo mejor que puedes hacer es mostrarte tal como eres en la vida real. No es posible llevar una doble vida. Si trataras de hacerlo te resultará agotador, improductivo, e ineficaz. Sería como llevar una máscara con la que a nadie logras engañar. Una presencia honesta en las redes sociales te permite mostrarte de manera cabal y te ayuda a ganar credibilidad como profesional. Pero no basta con aparecer de cualquier modo. Hay que usar esos medios de manera correcta, con naturalidad. Actuar así te permitirá dejar de ser anónimo e impersonal para transformarte alguien reconocible y con quien es posible relacionarse....

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