Convencimiento

Todo ser humano busca mejorar. Nadie disfruta viviendo adocenado o verse forzado a permanecer en la mediocridad. Pero para progresar se necesita tener iniciativas y estar convencido de disponer de la capacidad para desarrollarlas. Tener ese convencimiento es crítico. La convicción genera poder y energía para actuar. Estar convencido de la posibilidad de alcanzar los objetivos es determinante para poder lograrlos. El cómo se han de hacer las cosas sólo se pone de manifiesto cuando crees que puedes llevarlas a cabo. El convencimiento proporciona el interés, el coraje y el entusiasmo para avanzar. El escepticismo y la reticencia, por el contrario, están en la raíz de la mayoría de fracasos. Las dudas limitan la eficacia de los intentos y atraen mil razones para abandonar. De aquél convencimiento nace la autoestima apropiada para afrontar retos difíciles. Quien dispone de ella la manifiesta en todo lo que hace, en su carácter, en su forma de pensar, en el modo en que se comporta con los demás. Depende de uno mismo el decidir qué tipo de ideas y pensamientos favorece. Has de optar entre las razones por las que apareces débil, limitado, incapaz, rodeado de dificultades y obstáculos, o los argumentos que te señalan que es posible, que sabes hacerlo, que podrás completarlo. Rechaza las actitudes negativas que te paralizan y actúa con convencimiento ante las oportunidades que descubras. En todos los campos se necesitan personas con la capacidad para diseñar su propio trabajo, con el poder de convencer a los demás. Si estás convencido, esos puestos de liderazgo te estarán esperando....

Adversidad

Se observa con mucha frecuencia que la iniciativa emprendedora, la capacidad de innovar, tiende a desarrollarse más en medio de la adversidad y de la mano de personas comprometidas. Muchos emprendedores reconocen que el origen de su motivación estuvo en procesos de infortunio que tuvieron que superar. Son numerosos los ejemplos de personas que al encontrarse en situaciones difíciles y con escasos recursos, no tuvieron otra salida que resolver esos problemas difíciles mediante la imaginación de soluciones creativas y generadoras de valor. Es bueno reconocer hoy la relevancia de la determinación por encima de la pasión a la hora de emprender. No se innova más por tener el viento a favor. Los verdaderos innovadores son capaces de hacerlo en entornos muy adversos, con múltiples restricciones: normativas inacabables, costes de implantación elevados, mercados con demanda no desarrollada, nula protección de los derechos de propiedad intelectual, escaso acceso a capital… La adversidad genera creatividad y se convierte en motor de la innovación. Los emprendedores son capaces de crear un valor extraordinario para el negocio cuando se enfrentan a problemas que una mayoría resignada considera irresolubles e insuperables. La adversidad se te presentará en un momento u otro y podrás escoger que sea el camino para la transformación personal y del negocio. No desaproveches la oportunidad....

Reinvéntate (6)

Aún hay más cosas que debes considerar para hacer realidad tu proyecto de reinvención.   Necesitas un mentor Necesitas alguien que te acompañe y te oriente en el proceso de cambio. Este es la vía más directa y valiosa. Al final lo harás a tu manera y la responsabilidad será tuya, pero escucharle será muy eficaz. También te pueden ser de utilidad algunos libros, aunque no precisamente los de autoayuda…   Supera el miedo al fracaso Admite que el miedo y las frustraciones forman parte de la realidad de la vida. No necesitas negar ese miedo, porque no eres el único en padecerlo. Otros que hayan pasado por el mismo proceso de reinvención te podrán contar las dificultades que tuvieron que superar. Pregúntate qué es lo peor que te puede ocurrir y, si se dieran esas circunstancias, ¿sería tan horroroso como imaginas…? Superar esos miedos secretos te garantizará un futuro más luminoso.   No te preocupe si no te apasiona. No necesitas de la pasión para tener éxito. Haz con ilusión aquello que te gusta y lo demás se dará de manera natural. Si no sabes por dónde empezar, practica la búsqueda de ideas. Necesitas entrenamiento. No tengas prisa.   Acepta el riesgo. Emprendes una expedición por terrenos desconocidos. No sobreestimes los riesgos y ponlos en perspectiva. No te puedes quedar inmóvil. Aunque fracases, sólo te lamentarás de lo que no intentaste, no de lo que hiciste.   Mantente motivado Para llevar adelante tu proyecto de reinvención necesitas mantenerte positivo y motivado incluso en los días en los que no te sientas especialmente esperanzado. Te será de ayuda: Recordar las importantes razones que te movieron a emprender ese proceso. Rodearte de imágenes y objetos que te recuerden el destino al que te diriges. Anotar...

Reinvéntate (5)

 Haz cosas nuevas Tu proceso de reinvención incluye modificar tus actividades cotidianas. Estas son algunas de las cosas que nesitas reconsiderar: Cambio de profesión. Una nueva carrera puede proporcionarte mayores satisfacciones. Nuevas aficiones. Busca una actividad física o intelectual que te llene. Distintas amistades. Relaciónate con nuevas personas y haz amistad con gente que no conocías. Cambia de imagen Te resultará más difícil reconocerte como alguien nuevo si mantienes la misma imagen de años atrás. Puedes intentar: Un nuevo corte o color de pelo, cambiar de gafas o abandonarlas. Elegir un nuevo estilo de vestir. Sonreir más y mirar a los ojos cuando hables. Hablar más o algo menos, en voz más alta o más discreta, más deprisa o más pausadamente. Opta por lo que te acerque más a la gente con que te relaciones. Elige nuevos temas de conversación sobre asuntos de intereses compartidos Lánzate Si avanzas temerosamente, dando pequeños pasos, el cambio se te hará más difícil. Afronta con decisión propuestas de cambio radicales. No esperes a tener un conocimiento exacto de todos los pasos a dar para alcanzar tus nuevos objetivos. Muéstrate abierto a distintas posibilidades y convencido de que puedes llegar a lograrlos. Proponte algo atrevido y al lograrlo estarás en mejores condiciones para afrontar nuevas osadías.   No te preocupes por el modo en que los cambios se van materializando. Ten confianza en ti mismo.   Notas relacionas: Reinvéntate (4) Reinvéntate (3) Reinvéntate (2) Reinvéntate (1)...

Reinvéntate (4)

Mejora tu formación El proceso de reinventarte te lleva a establecer nuevos objetivos y para alcanzarlos necesitas formarte de manera continuada. Puedes lograrlo de diversas maneras: Nunca es tarde para volver a la universidad e inscribirte en programas que te permitan obtener una titulación reglada si la necesitas para tu nueva carrera. Sigue a expertos en el campo de tu interés. Ponte el objetivo de aprender de ellos un nuevo tema cada semana. Aprende un idioma. Utiliza la infinidad de recursos que las nuevas tecnologías ponen a tu alcance. Aquí también puedes establecerte objetivos específicos de aprendizaje semanales. Viaja siempre que puedas y expande tu red de contactos, con especial atención en aquellos con los que compartes intereses. Lee más Es una vía ineludible para crecer en conocimientos y mejorar. Lee de de fuentes fiables y lee de ámbitos diversos, desde literatura a filosofía, autores clásicos y de ficción. En ellos descubrirás otras maneras de vivir. Y algo de prensa para estar al día. Cambia de entorno Tu transformación en alguien distinto podría necesitar de un cambio de ambiente, más acorde con tus nuevos objetivos. Empieza por unas cortas vacaciones. Tómate un período de descanso en un lugar apartado, no muy lejano, donde puedas reflexionar y aclarar la visión de tu futuro. Quizás debas buscar un despacho distinto más que una nueva vivienda. O redecorar el espacio en el que te mueves. En todo caso, deberás hacer algo que te ayude a desconectar del pasado. Los cambios que inicies ahora formarán parte mañana de tu biografía.   Notas relacionas: Reinvéntate (3) Reinvéntate (2) Reinvéntate (1)...

Reinvéntate (3)

Casi estabas ya convencido de acometer tu proceso de reinvención pero te asaltan todavía algunas dudas: ¿Seré capaz de cambiar? No estás prisionero en una personalidad que hayas heredado. Puedes cambiar de manera de ser y de pensar como muchos otros, como consecuencia de la experiencia o de las circunstancias por las que te atraviesas. ¿Y si espero un tiempo más? Cuánto. ¿Dos o tres años…? Si piensas que la solución a tus problemas pasa por este cambio, deberías comenzarlo ya. Esperar no te colocará en mejor situación que la que tienes ahora. Pero arrastro unas dificultades… Si tienes problemas activos que te bloquean reconoce que no puedes seguir más tiempo patológicamente preocupado por ellos. Toma las riendas y céntrate en su solución. Deshazte de ellos aunque te parezca que sales perdiendo al hacerlo. Valora la tranquilidad que ganarás al alejarte de esos conflictos. Verás… es que no me encuentro con fuerzas. No puede condicionarte ese enfado o disgusto, ese aburrimiento o depresión que te afectan. Cualquiera que sea el proceso que sigas para reinventarte te proporcionará un subidón de energía que compensará lo que por otro lado te está consumiendo. No valen excusas. Has de poner el alma en lograrlo. Sabes que si pones toda la pasión en una cosa la acabas haciendo tuya y dominándola. No eres una víctima del destino sino dueña de él. Reclama la libertad que te pertenece, busca lo que es valioso para ti y que defenderás a toda costa. Empiezas desde cero y empiezas ahora. Desde cero porque lo que sabes no te sirve para lo que debas hacer en adelante, y porque a nadie le preocupará quien hayas sido o lo que hacías. Y empiezas ahora porque no dispones de otro momento que el presente. Comienzas...

Reinvéntate (2)

Reinventarse es algo que está a tu alcance. Considera lo siguiente: Hoy nos encontramos en un entorno distinto. Seas como seas, tienes a tu alrededor las herramientas que necesitas para hacer realidad tu propias ideas y llegar a quienes se pueden beneficiar de ellas. La tecnología a tu disposición te sale barata o gratis. Para lo que antes se precisaban varias personas ahora lo puede hacer una sola. Lo que resultaba imposible ahora está al alcance de cualquiera. Emprender ese cambio no te requerirá jornadas interminables y agotadoras. Tampoco habrás de consumir los ahorros de tu vida o asumir riesgos extraordinarios. Puedes probar con una dedicación inicial de 10 a 30 horas a la semana, como un complemento de tu trabajo actual que de momento te asegura los ingresos que necesitas. No necesitas disponer de una oficina. Puedes trabajar desde casa y colaborar con gente de cualquier lugar del mundo. No te preocupes por lo que deberás abandonar sino concéntrate en lo que tienes por delante y las satisfacciones que te proporcionará. Tampoco eres el único y pronto te darás cuenta. En cuanto te abras a ese nuevo futuro identificarás a muchos otros que están rehaciendo sus vidas y a los que les ocurren cosas apasionantes. Y lo que piensen los demás es indiferente. No necesitas de sus aplausos para convertirte en tu nuevo modelo. No puedes resignarte y rendirte a un trabajo gris en un sistema que se tambalea. Hay esperanza, claro. Vivimos unos momentos de libertad y de acceso a las oportunidades como nunca antes. Posiblemente sea algo más que una tendencia y estemos ante el comienzo de una nueva revolución social que señalará el camino para las generaciones que nos sigan. Tienes las condiciones adecuadas; como todos los demás. Está en...

Reinvéntate (1)

Quizás los comentarios de las últimas notas te han dejado pensando (Inadaptados, Los números, Desobedece). Igual incluso algo preocupado. Tu también lo observas: Mismo puesto con más trabajo y menos sueldo. O mismo negocio que ya no crece y sin nada nuevo que ofrecer. Pasa el tiempo y estás en lo mismo con cada vez menos opciones. Algunos pensamos que es algo connatural con los tiempos que vivimos. Otros descubren esta necesidad de reinventarse porque el sistema les ha descartado. Otros, en fin, porque ya no se sienten cómodos con lo que hacen. En todo caso este es el preciso momento en que debes reinventarte. No se trata de un mero maquillaje externo, de una mejora superficial, sino de una transformación profunda, de cambiar las reglas que te han guiado hasta ahora. No obstante te resistes porque: Crees que cambiar a estas alturas de la vida no es lo tuyo. Tener un trabajo interesante y satisfactorio, poder cambiar el viejo utilitario o tener una casa familiar más cómoda no le corresponde al número de la lotería que te ha tocado. Piensas que careces del tiempo, el dinero o el convencimiento necesarios para arrancar algo nuevo. Tienes la idea de que hacer negocios es algo casi inmoral. Te asusta asumir riesgos. Nunca pensaste en montar tu propia empresa y sacarla adelante. Eso es para una raza especial de mutantes nacidos para conquistar retos imposibles para los demás. Piensa si no estarás proyectando hacia fuera esa confusión interior que te hace sentir infeliz cualquiera que sean las circunstancias en las que te encuentres. Quejarte o resignarte no te ayudará. Tienes que escapar de esos altibajos emocionales y emprender nuevas acciones que te ayuden a reescribir el trabajo que realizas y reconocerte como una persona nueva. Reinventarse...

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