Consejo asesor

No importa quién seas o lo que hagas para ganarte la vida, contar con un Consejo Asesor te ayudará a identificar los pasos que debes dar para crecer personal y profesionalmente. Te plantearán retos, te orientarán y te enseñarán como avanzar en tu negocio. Puedes establecer distintas maneras de compensarles por su trabajo, pero su mayor satisfacción vendrá de ser testigos de tu éxito. Para que este Consejo funcione correctamente, deberás elegir con cuidado a quienes invitas a formar parte de él y habrás de asegurar que sus reuniones están bien organizadas. No se trata de una reunión espontánea de unos amigos en un bar. Han de tener lugar entre tres y seis veces al año, en un lugar tranquilo, y contar con una agenda que se sigue a rajatabla. Tener un Consejo Asesor tiene además un efecto multiplicador. Esa reunión de personas inteligentes, tratando de ayudar todas a la vez, proporciona unos resultados extraordinarios. Te ofrecerán ideas y contactos que probablemente no hubieras considerado....

Persistencia

Para llegar a convencer a otros de que hagan algo para lo que no están dispuestos, no basta la pasión con que te muestres. Necesitas de una persistencia que pocos ejercitan. Has de actuar de manera firme y obstinada, sin importar las dificultades o la oposición con que te enfrentes. Cuanta más resistencia mayor tu persistencia. No se trata sólo de repetirlo unas cuentas veces, sino de mantenerse hasta lograr el objetivo o constatar de manera imparcial el fracaso irremediable. Es entonces el momento de reconocer lo que esa lección te ha enseñado. Has de persistir pese a los sentimientos de rechazo y desmoralización, pese a las burlas y humillaciones. Las más de las veces alcanzarás lo que otros no lograron porque optaron por abandonar....

Relaciones

Cultiva unas relaciones sinceras y mutuamente beneficiosas, basadas en la confianza y el respeto. Su colaboración hará tus empeños más sencillos de lograr. Tus resultados estarán determinados por la disponibilidad que encuentres en la gente con la que te relaciones. En cada oportunidad, con todo el que te encuentres, te parezca importante o no, muéstrate agradable. En un mundo tan confuso y lleno de enredos, las referencias personales te ayudan a discriminar a quien debes escuchar y en quien puedes confiar. Desarrolla esas competencias personales que son claves para desenvolverte con éxito en cualquier ambiente....

Abriendo puertas

Te habrás encontrado en ocasiones con la necesidad de presentarte para darte a conocer en circunstancias poco favorables: Nadie te espera, careces de referencias, te urge desarrollar tu negocio… Establecer esos contactos personales te obliga a un esfuerzo considerable. Requiere coraje, pero al mismo tiempo te ayuda a desarrollar unas capacidades que no podrías perfeccionar si no las practicas una y otra vez. Hacer esas visitas a puerta fría te ayuda a superar miedos e inseguridades en relación con tu potencial. Si desarrollas este hábito, apreciarás su enorme influencia en los resultados de tus iniciativas. Además de ayudarte a extender tu base de clientes, podrás desarrollar con muchos de ellos un grado de confianza que de otro modo no alcanzarías. Si te conformas con esperar a que te sucedan cosas, se te agotará la paciencia y quedarás decepcionado. Comprométete a hacer una visita personal cada día durante un mes. Carece de inconvenientes, nadie te ridiculizará y te asombrarás de su eficacia. Asume esos pequeños riesgos personales y ábrete sin miedo a los demás....

Aislados

La soledad de la alta dirección es bien reconocida. Quienes llegan a esos puestos tienen pocas oportunidades de que alguien les hable de manera honesta y sincera. Sus colaboradores, por razones comprensibles, no suelen estar muy dispuestos a proporcionarles esa información que les ayudaría a hacer mejor su trabajo. El efecto resultante es que en muchas circunstancias no son capaces de explicarse los resultados que obtienen, ni saben qué nuevas competencias deberían dominar. Se ven privados de toda crítica constructiva pues nadie se atreve a hacerla por miedo a ofenderles. Sólo quienes disponen de suficiente inteligencia emocional son capaces de reconocer sus posibles debilidades y rodearse de mejores profesionales. Serán ellos quienes, en situaciones comprometidas, podrán complementarles supliendo aquellas deficiencias con sus propias capacidades. Si te encuentras en esa posición directiva y cuentas con esa gente de confianza, aprende a pedir su opinión acerca del modo en que podrías mejorar tu desempeño....

Para ser el mejor

Una capacidad inadvertida pero propia del verdadero profesional, y de la que carecen los amateurs, es la de anticipar lo que va a ocurrir, la de predecir los resultados de una acción o situación antes de que tengan lugar. Esta capacidad es la primera que marca la diferencia cuando te vuelves un profesional. La desarrollas cuando aprendes a observar todo lo que está pasando, sin prejuicios emocionales, y tomas buena nota de ello. Lo haces por ser consciente de tu capacidad para tomar el control y asumir la responsabilidad de lo que te rodea. El resto, no se entera. Ese conocimiento te lleva a mostrarte seguro y manejar las situaciones de manera adecuada. Si eres un profesional serás capaz de predecir de manera eficaz y consistente el resultado de cualquier situación o iniciativa. Por el contrario, cuando no entiendes lo que ocurre, no puedes controlarlo y no te gustará lo que haces ni lograrás los resultados que debieras. Si después de tiempo en tu trabajo ésta es la situación, acepta que eres un amateur y aumenta tu compromiso para aprender lo que debes llevar a cabo. No valen excusas, no te engañes no sabes en qué consiste tu profesión. Tu falta de competencia se manifiesta en tus resultados. El compromiso y la dedicación te señalan el camino. Desarrollarás la capacidad de predecir y, por tanto, de diseñar las soluciones apropiadas....

¿Cómo responderás?...

Los altos directivos están sometidos a la presión de tener que disponer siempre de todas las respuestas. En situaciones comprometidas y de alto riesgo se les supone obligados a mantener el aplomo y el equilibrio. Hay personas que ante cualquier tipo de conflicto siempre parecen saber lo que deben hacer o decir. Cuando han de hacer frente a un colaborador díscolo, a un cliente enfadado o en medio de una negociación tensa con un competidor, se muestran seguros de cómo comportarse. Se mantienen tranquilos y sin enfadarse. Si dispones de la necesaria inteligencia emocional, serás capaz de controlar tus emociones y elegir la respuesta apropiada. Para lograrlo habrás de acostumbrarte a actuar bajo presión. Necesitas la fortaleza mental para resistir en condiciones incómodas. Para ello: Practica. Sitúate en situaciones y experiencias en las que puedas practicar el modo de responder. Acepta el fracaso. Cuando tienes que hacer frente a situaciones para las que no tienes respuesta, las posibilidades de equivocarte son elevadas. Aprende de ellas de modo que puedas actuar con más tino la próxima vez. Ensaya. Experimenta con situaciones en las que se produzcan interrupciones, sorpresas y alboroto. Te será de ayuda para cuando tengas que hacer frente a lo inesperado o desconocido. Resitúa las cosas. Aborda la presión de manera positiva y desde una posición distinta. Reconoce que no tienes la respuesta ahora pero que vas a buscarla. Abandona la zona de confort. Averigua cómo respondes bajo presión en situaciones reales, busca oportunidades en circunstancias incómodas....

Ser alguien

Nadie te pide lo imposible. Sólo esperan ver que aplicas tu talento, que tratas de dar lo mejor de ti mismo, que desarrollas las capacidades que necesitas para logras tus objetivos. No te creas en la disyuntiva de ser alguien o no ser nadie. Esa mentalidad no motiva ni sostiene a campeones. La condición de ser alguien no viene determinada por el hecho de ganar o perder. Algunos llegan a serlo porque se lo proponen con todas sus fuerzas e insisten en su propósito sin desfallecer. Si trabajas con suficiente intensidad en algo, obtendrás tanto como hayas puesto en ello. No te propongas ni te contentes con destacar, sino busca mejorar de continuo. Quienes solo compiten con la intención de ser alguien para evitar no ser nadie, nunca serán recordados....

Ego desmedido

Conforme aumentan tus éxitos, crece tu ego. Estás orgulloso de los avances realizados y eso es bueno. Pero, si bien que el ego puede ser parte de lo que empuje tu motivación, no debes concederle más de lo que merece. El ego atrapa incluso a los profesionales con más talento. Hay directivos que, llegados a una determinada posición, no atienden a otra opinión que no sea la suya. Dejan de escuchar y de aprender y entonces el ego se convierte en una trampa para tontos. Cuando pierdes la curiosidad sobre ti mismo y los demás, dejas de ver al mundo como en realidad es. Un directivo con inteligencia emocional no permite que su ego le oculte sus defectos. Es imprescindible que descubra la manera de controlar sus debilidades para poder concentrarse en desarrollar sus fortalezas. Si has ascendido hasta posiciones directivas elevadas debes ser lo suficientemente inteligente como para no caer en la trampa de un ego desmedido. Es sencillo escapar de ella. Sólo tienes que ejercitar algo de humildad y empezar a preocuparte por las necesidades de lo demás antes que de las tuyas....

Abusivos

Hay directivos a quienes les gusta creer que son tan buenos como todo el mundo les dice y no se toman en serio sus limitaciones. No les gusta escuchar malas noticias ni recibir observaciones. Cuando esos directivos se sienten mejores que los demás, empiezan a pensar que pueden ignorar las necesidades y sentimientos de cuantos les rodean. Este tipo de abuso se debe al deseo de aumentar su sentimiento de poder y competencia a expensas de sus subordinados. Habitualmente sus víctimas suelen ser personas mucho más competentes y por eso las percibe como potenciales amenazas. En estas circunstancias, la consecuencia institucional es la mediocridad o incluso la ruina de la organización. Cuando un directivo se vuelve controlador y abusivo, su gente deja de crecer y aprender, la organización no progresa, y todos pierden el tiempo preocupados por sentirse continuamente juzgados....

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies