Las relaciones llevan a desarrollar confianza y la confianza genera lealtad. Mientras otros se centran en el precio, la calidad, el servicio o la tecnología, tu presta atención a lo...
¿Porqué se marchan?...
En estos días me han llegado tres consultas de clientes que se mostraban preocupados por el abandono en sus organizaciones de profesionales destacados. En ambos casos se reproducen condiciones que han sido tratadas en las notas de las últimas semanas y que conviene revisitar. Para entender lo que les ocurre conviene detenerse en el análisis de dos ámbitos. En primer lugar hay que examinar la estrategia de la empresa y su modelo de negocio. Dicho de otro modo, hay que revisar al propósito institucional y sus propuestas de valor. En la medida en que no hayan sido actualizadas se estarán frustrando las expectativas de los profesionales más destacados. En segundo lugar hay que determinar la potencia del liderazgo institucional. Si los colaboradores no encuentran un entorno de desarrollo, si no se les delegan responsabilidades, difícilmente podrán sentirse identificados con una organización que no es capaz de entregarles una propuesta de valor para ellos que deberían ser los primeros en recibirla. Las consecuencias de no dar una respuesta adecuada en ambas dimensiones son perfectamente predecibles. Los mejores profesionales marcharán incluso en circunstancias del entorno que pudieran interpretarse como adversas o de alto riesgo. Y sólo permanecerán los colaboradores menos comprometidos y exigentes, reacios a asumir cualquier responsabilidad y cuyo interés se centrará en cumplir mínimamente sus obligaciones y pasar desapercibidos. Seguramente las dificultades de los últimos años han desviado la atención de los problemas más profundos o estructurales de la organización. Pero hay que ser conscientes de que abordar su resolución es prioritario y determinante para superar cualquier escollo y asegurar la viabilidad de la empresa....
El porqué
Actualiza el porqué haces las cosas y comunícalo. Confiarán más en ti y te seguirán con más compromiso. En el porqué está la...
Ellos van primero
Comentaba en la nota El propósito de la estrategia el valor que esperan recibir los empleados o colaboradores y que va más allá de las condiciones económicas y las perspectivas de desarrollo profesional. La confianza de pertenecer a un grupo en el que se comparte el compromiso de una ayuda mutua frente a las dificultades e incertidumbres del trabajo es el principal valor que la empresa les puede ofrecer. Y esto requiere unas determinadas condiciones en la organización y en sus directivos. No basta con promover una cultura de colaboración. Es preciso mostrar con ejemplos concretos que quienes ejercen la responsabilidad de liderazgo son dignos de la confianza de sus colaboradores. No es únicamente en las épocas difíciles o de crisis cuando el comportamiento directivo es observado de manera más cuidadosa. Cada decisión ejecutiva en relación con los colaboradores contribuirá a construir o deteriorar la confianza. Y para ellos es muy sencillo de observar: ¿Qué se pone por delante…? La comodidad del directivo y la consecución de sus resultados a expensas del sacrificio de sus colabores. O el sacrificio de algunas comodidades del directivo a cambio de asegurar la estabilidad y el crecimiento de sus colaboradores. La primera opción destruye la confianza y perjudica a la organización. La segunda consolida el compromiso y asegura el esfuerzo de todos para sacar adelante la empresa por muy complicadas que se vuelvan las circunstancias. Lamentablemente, en los últimos tiempos han abundado los comportamientos directivos egoístas que se han traducido en la quiebra de sus empresa. Por eso es bueno destacar ejemplos como los relatados por Simon Sinek, de empresas que ofrecen contratos indefinidos y nunca despiden a sus colaboradores por problemas de desempeño, sino que les proporcionan en cada caso la orientación necesaria. Si quieres ser líder no tienes otra...
Cuando te sientas amenazado...
Haz una pausa y reflexiona sobre cómo estás reaccionando a la situación, qué es lo que te preocupa, qué es verdaderamente importante para ti, qué es lo que realmente necesitas y desearías conseguir....
Propuesta de valor para tus colaboradores...
Entre los grupos partícipes a los que la empresa debe entregar una oferta de valor concreta se encuentran tus colaboradores. Aunque esta debiera ser una premisa evidente, no se suele considerar suficientemente ni de manera específica. ¿Cómo puede formularse dicha propuesta de valor? Como para cualquier otro “cliente», se deben atender las necesidades de los empleados de manera que se asegure una vinculación incondicional. En este caso, dicha vinculación y compromiso son críticos para poder entregar a su vez la oferta demandada por los clientes finales de la empresa. La experiencia nos dice que ni las recompensas materiales ni las promociones profesionales son suficientes para obtener la vinculación emocional y el compromiso de nuestros colaboradores. La propuesta de valor se ha de construir a partir de: La identidad de la empresa, fundamentada en su propósito institucional y los valores que la definen. La coherencia de las políticas institucionales con dichos principios. La fidelidad a aquellos valores en el comportamiento de los directivos y en la toma de decisiones. El modo en que se reconoce la contribución individual de cada uno de los colaboradores a la viabilidad de la empresa. Tampoco aquí se pueden proponer ofertas genéricas. Es importante identificar la diversidad de los perfiles y necesidades de los colaboradores. Su conocimiento detallado permitirá establecer propuestas de valor adecuadas a las necesidades individuales. En la ejecución de estas propuestas de valor tiene un papel fundamental la comunicación. Es responsabilidad de los directivos desarrollar las iniciativas adecuadas que transmitan los elementos de dichas propuestas de manera clara y estimulante, a la vez que demuestran su compromiso con ellas. Si así se hace, crecerá la reputación de la empresa por el valor que proporciona a sus colaboradores y se convertirá en la empresa preferida en la que trabajar....
Hablemos de ella
Hablar de la corrupción es la mejor manera de combatirla. No me refiero aquí a la que afecta a la Administración Pública y sus funcionarios. Si quienes tienen la obligación de eliminarla no se ponen a ello, poco podemos hacer los demás. Me interesa abordar hoy la de la empresa privada. En ella encontramos con demasiada frecuencia a quienes abusan de su posición para ganar ventajas personales en perjuicio del resto. Esta forma de corrupción la tienes más cerca y puedes actuar contra ella para evitar que se perpetúe. Me llegó esta noticia hace unos días. Un directivo corrupto, con perspectivas de crecer en sus responsabilidades, acaba de contratar a otro colega corrupto despedido por serlo en otra empresa competidora. Los conozco a los dos. He sufrido a uno y denunciado al otro. Lo más triste es que muchos en la empresa contratante conocen la situación pero se resignan a ella por miedo a perder el puesto de trabajo. La verdadera recuperación empresarial pasa por enfrentarse con fortaleza a las prácticas corruptas que parecen connaturales en algunos sistemas. Contemporizar con ellas estimula el cinismo egoísta y conduce al hundimiento moral de las organizaciones. No debe ser tarea de uno sólo. Hay que encontrar los foros en los que hablar abiertamente de las prácticas corruptas del sector en el que te mueves y la empresa en la que trabajas. Y las propuestas a promover deberían incluir: Reconocer el impacto desfavorable en la viabilidad de la empresa. Incorporar la integridad como valor fundamental de la cultura institucional. Asignar a figuras concretas la responsabilidad de vigilar y resolver actuaciones indebidas. Determinar las políticas a desarrollar para saber como comportarse y evitar la corrupción. Asegurar mediante la formación que todos conocen y defienden dichas políticas. Establecer los mecanismos...
Riesgos sobrevenidos (6)...
6. Aprende de ellos. Al final algo bueno queda de toda situación de crisis: la experiencia que te ayudará a afrontar mejor las que aún están por llegar. Para aprender lo más posible de los acontecimientos pasados, repásalos con tus colaboradores cuando aún la memoria es reciente: los factores desencadenantes, las hipótesis manejadas, las actuaciones emprendidas… Y hazte preguntas como las siguientes: Con lo que ahora sabemos, ¿podríamos haberlo previsto? ¿Fuimos diligentes en su identificación? ¿Qué señales ignoramos? ¿Actuamos de manera adecuada? ¿Qué podríamos haber hecho mejor? Consigue respuestas de la gente más experta y afectada. Y con ellas revisa y actualiza los planes de contingencia. Notas Relacionadas: Riesgos sobrevenidos (1) Riesgos sobrevenidos (2) Riesgos sobrevenidos (3) Riesgos sobrevenidos (4) Riesgos sobrevenidos (5) ...
En quién confiar
Treinta y cinco años de profesión me han dado para ser testigo de cuantiosas injusticias. Seguro que a ti te habrá ocurrido algo similar. En una economía cada vez más social, caracterizada por el papel determinante de las relaciones que se establecen, la pregunta de “en quién confiar…” parece pertinente. Desde la psicología nos tratan de aleccionar para reconocer en nuestros interlocutores esos signos inconscientes que confirmarían que no son personas de fiar. Nos sugieren también el dejarnos llevar por nuestra intuición en este punto. Mi impresión es que tanto estas actitudes como la pregunta original son equivocadas. Creo que no sirve de nada etiquetar a las personas y menos si pretendes prejuzgar sus intenciones. Nadie es corrupto en todo tiempo y circunstancia, ni con todas las personas con las que se relaciona. El comportamiento injusto sólo se produce cuando alguien valora más una ganancia a corto que unas consecuencias negativas a largo plazo de su acción y que estima poco probables. Es imposible predecir cuándo se darán esas circunstancias y quien elegirá la opción equivocada. Ser desconfiado carece de sentido. El “piensa mal y acertarás…” es uno de tantos refranes populares equivocados. Lo relevante no es tanto identificar a posibles desleales sino ganarse la confianza de todos los demás. Y esto es algo operativo y a tu alcance. Demuestra con tu comportamiento que pueden confiar en ti. Es el único camino seguro para que se comporten de manera recíproca. Si te ganas su confianza reducirás la posibilidades de ser tratado injustamente. Algunas actitudes y comportamientos te ayudarán a lograrlo, como: La sinceridad: Cuando presentas lo que te propones de manera clara y reconoces tus limitaciones y lo que te preocupa. La coherencia: Tus palabras y tus actuaciones son congruentes con tu verdadera manera...
Para volver a crecer
Parece que ya crecemos. O al menos eso dicen algunos… Sin embargo no es fácil identificar las razones por las que ya lo hacemos o por las que llegaríamos a crecer en un plazo no muy lejano. En una economía siempre cambiante parece lógico pensar que la introducción de novedades en el producto sería la clave del tan esperado crecimiento. Sin embargo, no puedes confiar sólo en la innovación relacionada con el producto para volver a crecer. Habrás de implicarte en innovaciones de mayor alcance, que afecten a la organización y a los modelos de negocio. La inercia actual de tu negocio te lleva a centrarte en mejoras del producto y de los procesos de fabricación. Pero este es un tipo de innovación sólo superficial, quizás portadora de algunos éxitos a corto plazo pero insuficientes para asegurarte la viabilidad. Conceptualmente, para sostener el negocio a largo plazo, independientemente de crisis, de vaivenes en la demanda o de la aparición de nuevas tecnologías transformadoras, precisas de la innovación estratégica derivada de la aplicación de nuevos paradigmas y de su concreción en nuevos modelos de negocio. Internamente, la mentalidad innovadora debería formar parte de la cultura y ser gestionada adecuadamente en los ámbitos de las capacidades de las personas, tecnologías, infraestructuras y sistemas organizativos de evaluación y recompensa. Externamente, las redes sociales juegan hoy un papel significativo al proporcionar a las empresas sistemas de colaboración de utilidad para generar ideas innovadoras. Se suman así a otras fuentes más familiares como los clientes, proveedores, académicos u otras empresas. No desaproveches ningún recurso, interno o externo. Sólo de esa manera podrás anticiparte a los cambios del entorno, ajustarte a las nuevas necesidades de los clientes y definir modelos de negocio atractivos y singulares. La viabilidad duradera llegará como...