Para mejorar la productividad...

Quizás te planteas en estos días (por ser invierno, por la crisis…) y de una manera especial cómo asegurar un mayor nivel de productividad: la tuya propia y la de la gente que depende de ti. Hay cosas que deberías tener en cuenta y que te ayudarán a lograrlo: Pasión por encima de todo. Demasiadas veces le damos prioridad a los aspectos racionales, conocimientos, capacidades, experiencia, como determinantes de la intensidad y calidad de la tarea que se realiza. Y sin embargo todo parece indicar que la actitud positiva, la pasión por el trabajo, son motivadores más fuertes para trabajar más y ser más productivos. Deja actuar. Trata a tus colaboradores como personas responsables y capaces de encontrar su propio camino para crecer dentro de la organización. Se supone que han sido contratadas por saber como resolver sus propios problemas y tomar decisiones en beneficio de la empresa. Decide con diligencia. Cuantas más personas participan en la toma de una decisión determinada, más lento y difícil es llegar a un acuerdo. Los equipos de pocas personas, mejor no más de tres, son más fáciles de coordinar y más rápidos para avanzar. Sé flexible. Son muchos los estudios que confirman las diversas maneras que existen a la hora de abordar un trabajo con eficacia. El modo de trabajar y el lugar donde hacerlo deben ser adecuados a las características personales de cada uno, aunque estemos habituados a estilos y normas rígidas y uniformes para todos. Redefine la cultura. Quizás no ha sido explícitamente definida y la imperante es resultado de la inercia y de unas maneras de hacer de muchos años, con prácticas poco eficaces e ineficientes. Es el momento de revisarla y abordar con decisión el cambio. Actualiza las herramientas. Si no haces un...

Una cultura atrayente...

No hay estrategia que puedas calificar de inteligente o brillante sin las personas capaces de llevarla cabo. De ahí la importancia de contar con personal adecuadamente preparado y motivado. En las organizaciones actuales, obligadas a desenvolverse en situaciones de cambio, se necesitan personas con flexibilidad y capaces de asumir riesgos. Lo mismo ocurre para la puesta en marcha de nuevos negocios. La actitud de las personas es incluso más importante que el nivel de conocimientos. Encontrar esa gente y con la actitud que precisas es todo un reto. Y además has de ser capaz de convencerles para que se sumen a tu proyecto. Esto hace que hoy día la cultura de la empresa contratante será incluso más determinante que el salario que pueda ofrecerse. La mundialización de los negocios, la similitud en las exigencias a las que se enfrentan las empresas de cualquier localización geográfica, hace que sean similares las características que formarían parte de esa cultura atractiva para las personas de más talento. Entre ellas se encuentran: La flexibilidad en los horarios y el lugar de trabajo. El tener la libertad de elegir las horas en las que trabajar y el lugar desde donde hacerlo puede ser no sólo un incentivo para atraer a los mejores, sino para asegurar la productividad y la lealtad a la empresa. La accesibilidad de los directivos. La posibilidad de relacionarse sin trabas con directivos de cualquier nivel de la organización para acceder a información o resolver dudas es un elemento destacado de la cultura de las empresas más modernas. Planes de carrera. Los empleados tienen claras sus posibilidades de progresión y disponen de los medios para desarrollar las competencias necesarias para lograrla. Reconocimiento público. Los profesionales más destacados ven reconocidos de manera pública y periódica sus logros...

Desesperanza

No sé si te ocurre a ti. A mí me golpean con dureza las noticias de los suicidios de personas afectadas por desahucios. Aunque se cuenta menos, también sé de directores de sucursales bancarias que han muerto de infarto por verse sometidos a la presión de esas situaciones. Es inhumano. Ciertamente, en la vida, hay que hacer frente a veces a coyunturas difíciles o agobiantes. Es posible que el origen de problema esté en circunstancias externas pero las más de las veces vivimos engañados; echamos la culpa a lo que nos rodea cuando el problema real se encuentra dentro de nosotros, en la manera en que decidimos responder. Lo comentaba hace unos días. Te pueden hacer la vida muy difícil, apropiarse de tus bienes materiales, incluso hacerte prisionero, pero no determinar la actitud  con que haces frente a los problemas. Habrás de reconocer limitaciones personales y tu incapacidad para superar determinados trances. Es humano llegar a sentirse desanimado y agotado. Y sin embargo no puedes olvidar aquello que verdaderamente posees y nadie puede arrebatarte. Nadie puede impedirte tener amigos en los que apoyarte, ni obligarte a dejar de ser fiel a tus principios y valores. En tu interior, donde ellos no pueden llegar, está tu libertad. En ella encontrarás la fuerza para salir adelante, para superar humillaciones o persecución. Es en la dificultad donde se te presentará la mejor oportunidad para crecer. ¡Nadie puede quitarte la esperanza…!...

¿Qué tan buen jefe eres?...

Ayer estuve con alguien cuyo puesto de trabajo exige unas dotes de liderazgo extremadamente desarrolladas. En mayor o menor medida todos estamos obligados a disponer de esas capacidades para poder desarrollar hoy con eficacia nuestro trabajo. Fundamentalmente necesitas: La capacidad para observar y comprender las dinámicas de las relaciones entre tu gente y saber cómo contribuir al desarrollo de cada uno de ellos. Conocer cuándo y cómo debes intervenir en las actividades tu equipo y dependiendo de su grado de consolidación. Disponer de habilidades para la relación interpersonal y la gestión de equipos que te permitan definir los procesos más eficaces para el establecimiento de los valores y normas, la comunicación, toma de decisiones, resolución de conflictos y problemas y evaluación del desempeño.   Piensa qué tal se te dan estas cosas: Crear una visión y un propósito compartidos, y un clima de cooperación para alcanzarlos. Identificar y promover los principios y normas que contribuyan al éxito de tu equipo, y los criterios para evaluar y reconocer su desempeño. Facilitar el crecimiento de la gente de tu equipo y asumir el riesgo de que sean ellos los que ejerzan el liderazgo cuando sus competencias sean las más adecuadas para la tarea entre manos. Ser valorado por tu gente como alguien justo, comprensivo, con criterio y a quien se debe seguir en sus indicaciones.   Todo esto te ayudará a saber cómo avanzar por el camino que te conduzca a ser un buen jefe. Aunque te aviso que hay quienes piensan erróneamente que son las características opuestas las que les asegurarán el éxito. Si te tocara un jefe que piense así…, sal corriendo....

Abandona la comodidad...

Seguro que sabes de lo que hablo. Las actividades de cada día puedes clasificarlas al menos en dos grupos genéricos: Aquellas actividades que haces con más o menos gusto, que no tienen una especial dificultad, ni tampoco molestan a nadie. Al llevarlas a cabo incluso dan toda la impresión de que eres muy productivo. Y luego están las otras que requieren mayor esfuerzo, que «desgastan» neuronas, que te exigen interactuar con otros, levantarte de tu mesa y adentrarte en la siempre incómoda jungla de la organización. Estas son las actividades para las que siempre encuentras razones para posponerlas.   Lo cierto es que las primeras no te hacen especialmente productivo ni valioso para la organización. Hasta tu cuñado podría sustituirte. Podrías pasarte el día contestando correos y no haber trabajado verdaderamente en aquello que debías. Pero para eso no te han contratado; no es lo que se espera de ti. ¡Decídete ya! Elige hacer aquello que es más importante y definitivo para tu desarrollo personal y profesional. Requerirá sacrificio, sin duda, pero la recompensa es impagable. Es seguro que necesitarás quien te oriente y te siga. ¡Búscalo...

Libertad 30Ene

Libertad

Siguen vigentes estos tiempos difíciles. Y algunos, malvados, parecen querer sacar ventaja de ellos. En las últimas semanas me han llegado historias duras por las que os veis afectados. Que sepas que no eres el único. Es ley de vida y nos pasa a todos. No te puedes dejar vencer por el agobio o la angustia que te generan agentes externos. Si te sientes frágil y amenazado, perseguido o humillado, es una equivocación caer en el rencor. Sé consciente que cuentas con lo más valioso: tu libertad. La libertad está en tu interior y nadie te la puede arrebatar. No depende de las barreras ni las circunstancias a las que te debas enfrentar. No se encuentra más allá de esas ataduras, obstáculos o restricciones que se te imponen. De hecho nunca estarás del todo libre de ellas y por tanto sería absurdo que te generaran una insatisfacción permanente. La libertad se puede ejercer y disfrutar incluso en ese contexto estrecho y vulgar, en ese entorno hostil y vengativo en que te encuentras. Basta que creas en ti y en las personas que te acompañan en ese proyecto vital de crecimiento personal. Defiende tus valores y déjate orientar por ellos particularmente en estos momentos en que te lo ponen humanamente más difícil, en los que la persecución se vuelve más intensa. Gracias por...

Una noticia extraordinaria 19Nov

Una noticia extraordinaria...

Pocas veces la actualidad nos da un tema para comentar que es significativo para los que leen este blog y del que el autor es protagonista. Hoy me he incorporado a la Universidad Camilo José Cela de Madrid con la responsabilidad de Rector. Es una oportunidad inigualable para servir a la sociedad con una herramienta excepcionalmente eficaz. Y era obligado hacerte partícipe de esta noticia personal que estoy seguro deseabas conocer. La Universidad Camilo José Cela pone en marcha un proyecto especialmente estimulante: su transformación desde una institución destacada en el ámbito nacional a una universidad de impacto y significación internacionales. Este es un reto al que no me he podido resistir y al que dedicaré toda la pasión y esfuerzos necesarios para hacerlo realidad. Te pido disculpas por la menor dedicación a estas notas de estos días pasados. Imagino que podré recuperar el ritmo de inmediato y volveremos a compartir el interés por los temas de la dirección y la estrategia empresarial. En mi nueva tarea me seguirás encontrando a tu servicio, con la ventaja de estar acompañado ahora de gente mucho más valiosa. Gracias por tu...

Recuperando la pasión...

En estos momentos es preciso cuidaros con todas las atenciones posibles a empresarios y emprendedores. Lleváis tiempo trabajando muchas horas extras, sacrificando tiempo para la familia y el ocio, desvelándoos cada noche, y con la sensación de que esta batalla ni se gana ni se acaba. Es fácil que os sintáis desgastados y desanimados. Y para ayudaros vamos a repasar algunas indicaciones para recuperar las fuerzas y la pasión: Reserva tiempo para ti mismo. Dirás que empezamos mal… Es una exigencia obligada. Ya no puedes ceder más en este ámbito. Recupera tiempo para hacer ejercicio y aquellas cosas que te satisfacen y que has abandonado. Nada del negocio se deteriorará porque respetes este tiempo. Recupera tus valores. Repasa tus prioridades y asegúrate de que responden a tus verdaderos principios. Quizás debas corregir el rumbo una vez más. Búscate un mentor. No importa tu posición o tu experiencia, siempre te será de utilidad. Y en particular ahora. No debes atravesar este período sin la visión objetiva y complementaria de otra persona experta. Cultiva tus contactos. Seguro que los has descuidado últimamente. Te ayudarán a recuperar la energía y la ilusión además de proporcionarte ideas y soluciones inesperadas. Delega aquello a lo que te resistes. Eres consciente de esas tareas que te cuesta llevar a cabo y que te generan estrés. Decídete a buscar el modo de delegarlas para ocuparte con toda la energía en aquello en lo que eres más determinante. No pares de innovar. Escapa de la monotonía reinventando continuamente la mejor manera de atender a los clientes y de desarrollar los procesos habituales de le empresa. No seas el último en incorporar las tecnologías de la información y de la comunicación para mejorar el funcionamiento de tu negocio.   Aquí estamos varios para...

Transparencia interna...

¿Qué saben tus colaboradores de la situación financiera de la empresa? Igual te parece que en una pequeña empresa basta con que seas tú el único enterado. Quizás tengas experiencias negativas respecto a su criterio en la toma de decisiones de gasto. Igual te han querido computar como gastos de viaje la pasta de dientes o un paraguas… Comprendo tus dudas para comunicar lo que quieres gastar y ganar en un proyecto determinado por temor a que gasten más de lo necesario sólo porque esté presupuestado. Pero si quieres desarrollar y hacer crecer el negocio, cuanto antes les hagas partícipes de las claves del mismo, antes pasarán sentirlo como propio y a comprometerse en su consolidación. No vale despistar y hablar términos relativos y porcentajes. No los entenderán y no se harán suficiente cargo. Más vale que empieces a dar cifras reales y concretas para que sean conscientes de dónde se encuentran y qué deben hacer para lograr los objetivos financieros. Ganar en transparencia significa que tus colaboradores tendrán un mejor conocimiento del funcionamiento de la empresa y de lo que hace que gane dinero. Y eso les vuelve más responsables en su trabajo y sus decisiones, son más ojos a vigilar el buen uso de los recursos y mayor será su motivación. Es posible que como consecuencia de esta nueva política descubras que haya algunos que no quieran alinearse con el resto de sus compañeros. Esto te facilitará la decisión sobre quiénes deben permanecer en la empresa y a quiénes debes abandonar. Si les das confianza te ganarás la...

Las tijeras de podar costes (2)...

En el libro The Essential Advantage, Paul Leinwand y Cesare Mainardi proponen dividir los costes de la empresa en estos grupos: Gastos estrictamente esenciales para mantener abierto el negocio. Incluye los gastos para disponer de las instalaciones, mínimos gastos administrativos para cumplir obligaciones legales, los gastos operativos que no puedan evitarse y poco más. Suelen representar el 10-20% del total de gastos. Los gastos que te permiten mantener pareja la situación que tienes respecto a tus competidores en el sector. Es posible que pienses que no te hacen falta  para mantener el negocio funcionando a corto plazo. Seguramente incluirás aquí los gastos generados por el mantenimiento de la relación con tus clientes y mínimas mejoras para actualizar tu producto. Nada que no sea esencial en estos ámbitos quedará fuera. Esta categoría puede llegar al 20-30% de los gastos y tu interés es que sea siempre el menos alto necesario para mantener esa paridad. Los gastos asociados al mantenimiento de tus competencias y capacidades. Reflejan tu singularidad y manera de hacer y han de asegurarse tanto en las buenas épocas como en las malas. Habitualmente esta partida suele estar descuidada y necesitada de mejora. Llegan a sumar el 20-30% del gasto total. El resto de gastos. Aquí cae todo lo que no se incluye en los grupos anteriores. Pueden encontrarse aquí departamentos de la empresa al completo. Aunque te parezca extraño, es posible que la empresa pudiera funcionar sin ellos. Son propiamente gastos opcionales o discrecionales. Pueden alcanzar entre el 30 y el 50% de los costes. Imagina los recursos que podrían liberarse si esos gastos se suprimieran… 4.a.¡Está bien…! De esta partida separa aquellos gastos que crees que debes conservar porque los consideras determinantes para el futuro de tu negocio. Se supone que al hacerlo...

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