Una cultura atrayente

google-dublinNo hay estrategia que puedas calificar de inteligente o brillante sin las personas capaces de llevarla cabo. De ahí la importancia de contar con personal adecuadamente preparado y motivado.

En las organizaciones actuales, obligadas a desenvolverse en situaciones de cambio, se necesitan personas con flexibilidad y capaces de asumir riesgos. Lo mismo ocurre para la puesta en marcha de nuevos negocios. La actitud de las personas es incluso más importante que el nivel de conocimientos.

Encontrar esa gente y con la actitud que precisas es todo un reto. Y además has de ser capaz de convencerles para que se sumen a tu proyecto. Esto hace que hoy día la cultura de la empresa contratante será incluso más determinante que el salario que pueda ofrecerse.

La mundialización de los negocios, la similitud en las exigencias a las que se enfrentan las empresas de cualquier localización geográfica, hace que sean similares las características que formarían parte de esa cultura atractiva para las personas de más talento. Entre ellas se encuentran:

  • La flexibilidad en los horarios y el lugar de trabajo. El tener la libertad de elegir las horas en las que trabajar y el lugar desde donde hacerlo puede ser no sólo un incentivo para atraer a los mejores, sino para asegurar la productividad y la lealtad a la empresa.
  • La accesibilidad de los directivos. La posibilidad de relacionarse sin trabas con directivos de cualquier nivel de la organización para acceder a información o resolver dudas es un elemento destacado de la cultura de las empresas más modernas.
  • Planes de carrera. Los empleados tienen claras sus posibilidades de progresión y disponen de los medios para desarrollar las competencias necesarias para lograrla.
  • Reconocimiento público. Los profesionales más destacados ven reconocidos de manera pública y periódica sus logros ante el resto de la organización.
  • Participación en beneficios. Es una manera de práctica de agradecer el esfuerzo y generar un sentimiento de pertenencia y vinculación con la empresa.
  • Contribución social. Los empleados tienen un papel activo en el apoyo que desde la empresa se presta a proyectos de carácter social, participando en iniciativas de voluntariado diversas o realizando contribuciones económicas de manera conjunta.

 

Estas propuestas pueden parecerte extrañas y culturalmente alejadas de tu entorno actual. Y sin embargo forman parte de una tendencia que no debes ignorar. No puedes ser el último en apuntarte a ellas.

Incluso de manera individual, con tu propio equipo, puedes empezar a poner en práctica algunas de estas iniciativas sin esperar a la aprobación del departamento de recursos humanos que puede tardar en llegar.

¿Por cuál empiezas?