Tu estratega

Hablemos en serio. Necesitas un profesional de la estrategia que te ayude a hacer frente a las incertidumbres actuales que afectan a tu empresa. No hablo de un responsable de la planificación estratégica en el sentido tradicional: el que coordinaba el proceso de planificación, rellenaba plantillas y cumplía con las fechas de entrega establecidas. Son ya muchas las opiniones que coinciden en la escasa utilidad e ineficiencia de ese tipo de planificación estratégica y del que he hablado en otras ocasiones (Ver Presupuestos obsoletos y Planificación Continua) La agilidad organizativa que demandan los tiempos actuales exige una manera diferente de pensar sobre la estrategia: Reasignación de recursos, desarrollo de distintas capacidades estratégicas en diversos lugares de la organización, identificar oportunidades de negocio, o generar conocimiento e innovación. Y su formulación se ha de llevar a cabo mediante un diálogo estratégico que necesita de la participación de grupos de dentro y fuera de la empresa y con un dinamismo propio del entorno en el que se mueve. Incluso el propio proceso estratégico adquiere unas características diferentes de las tradicionales, con actualizaciones periódicas del presupuesto y revisión de temas específicos en reuniones a lo largo del año. Has de innovar en el proceso de formulación, desarrollo y ejecución de la estrategia. El responsable de la misma ha de ser un profesional acreditado cuyo papel vaya más allá del de un mero facilitador y cuyo perfil esté determinado por las necesidades de la empresa y las características del equipo directivo. En ocasiones el estratega será más un visionario, capaz de identificar tendencias en el entorno y descubrir oportunidades de creación de valor y alertar y prevenir de potenciales riesgos. Otras veces será más un impulsor que haga las preguntas adecuadas, que discuta las tradiciones más establecidas, que...

No todos son iguales

Siempre encontrarás alguna buena causa liderada por gente inmoral e incompetente. Pero eso no la desmerece. Aprende a distinguir personas e instituciones por lo que hacen y no por lo que dicen de ellos mismos o por lo que aparentan. Cuanto más apoyes a los comportamientos honestos, menos oportunidades tendrán los aprovechados de sacar...

Tus clientes

Tienes los clientes que te mereces. Según el modo en que actúes atraerás a un determinado tipo de clientes u otros. No te extrañe que la mayoría no te sean leales si no les has demostrado antes las razones para su vinculación. Quizás lo anterior no te importe y pienses sólo en incrementar su número a toda costa. Pero pronto descubrirás que esos no valen la pena ¡Tu...

Confía en ti 12Ene

Confía en ti

Te equivocas al buscar en el exterior la aprobación que te dé fortaleza y confianza. La confianza no depende de que te la den; nace de dentro, de tu fe en ti mismo y en tu capacidad. Aunque es cierto que no es estática y que puede verse condicionada por tu interacción con quienes te rodean. Lo importante es que puedes pensar en la confianza como algo que logras desarrollar a través de diferentes comportamientos, como por ejemplo: Cuida tu imagen. Destaca por tu buena presencia y el modo en que mantienes tu compostura. Guíate por tus valores. Actúa de manera acorde con ellos. Elige el lugar de trabajo. Busca uno en el que puedas desarrollarte. Sal de tu zona de confort. Hacer algo distinto de lo ordinario puede impulsar tu confianza. No esperes a ser elegido. Toma la iniciativa, da a conocer tus capacidades. Desarrolla competencias. Decide las que te convienen y estudia y practica cada día. No te dejes intimidar: Tus ideas y tu participación pueden ser igual de valiosas que las de los demás. Habla con calma. No te expreses de manera apresurada. Lo que dices tiene interés en ser escuchado. Aborda asuntos que retrasas. Ponte con uno de ellos a primera hora y resuélvelo. Pon orden. Corrige algo del desorden que te rodee en casa o en el despacho. Ayuda a otros. Ofrece tus conocimientos, tus recursos económicos o tu trabajo. Muéstrate agradecido. Reconoce siempre cualquier ayuda por pequeña que sea. No estés sólo. Rodéate de gente que te apoye y te ofrezcan opiniones sinceras que te ayuden a mejorar. No aparentes lo que no eres. Aunque en alguna ocasión te salve, a largo plazo te perjudica. Ignora el rechazo. No lo tomes como un reflejo de tus capacidades. Evita...

Tus opciones

La persona en quien te conviertes y la influencia que desarrollas en los demás es el resultado de tus decisiones. En la medida en que te decidas por las opciones menos obvias, por las más difíciles, por las que nadie ha sabido identificar, te conviertes en una persona singular. Aquello por lo que optas cada día determina tu trabajo, el impacto que realizas en tu organización y el personaje que eres....

Cronómetro

Atrévete a usarlo. No te lances a tareas o reuniones sin un programa claro, ni saltes de una actividad a otra sin concierto. Haz una estimación de cuánto ha de durar cada uno de tus compromisos, asígnales bloques de tiempo y trata de ganar al cronómetro en su realización. Ganarás en concentración, productividad y eficacia....

Nunca es tarde

La mayoría se equivoca al estimar las satisfacciones que espera de su vida futura, y con frecuencia ajusta sus expectativas a la baja para evitar decepciones y sufrir menos si las aspiraciones no se cumplen. En efecto, pensar así es la manera más segura de que esas profecías se cumplan. Pero también podrías pensar de manera más positiva y ambiciosa y es sólo responsabilidad tuya emprender las acciones que te permitirían alcanzar esos objetivos. Nada indica que sea tarde para ti aspirar a un futuro más satisfactorio que el actual....

No compitas, vence

Quienes se afanan en competir con otros limitan su propia capacidad para pensar de manera creativa porque se ocupan continuamente de observar lo que los demás hacen. Nunca te pongas como objetivo competir. En vez de ello, haz todo lo posible por dominar en tu sector para evitar perder el tiempo yendo detrás de otros. No dejes que ellos marquen el ritmo, sino asume tú esa responsabilidad. Toma la delantera y que sean otros los que te persigan, no al revés. Esto no significa que no puedas aprender de ellos o que ignores las mejores prácticas en tu sector, pero tú ocúpate de llevarlas a un nivel distinto y superior. Asume el mando. Y el mejor modo de lograrlo es comprometerse con lo que otros rehusan hacer, ya sea porque no saben, no quieren o no pueden. De este modo abrirás tu propio espacio y desarrollarás en él una ventaja insuperable. Si ellos recortan, tu amplía; si limitan su acción comercial, tú visita más clientes; si hacen promociones, tú innova. No te muevas por las normas establecidas por otros y adopta la actitud de presentarse como la opción más singular y única a considerar. Quizás dudas de poder adoptar esa posición por disponer de menos recursos. Pero eso no es hoy una desventaja. El uso de las redes sociales, de los contactos personales, de los correos electrónicos, vídeos…, pueden darte una presencia que no se compra con dinero. Pon un esfuerzo y creatividad extraordinarios para llegar al mayor número posible de clientes. Deja claro que en esa persistencia incansable tampoco podrán batirte. Cuando te digan que no sirve o que lo dejes, multiplica tu actividad, aunque les parezca irracional y no lo entiendan. No tardarás en ver los resultados y te reconocerán y felicitarán...

Ahora no toca

Esta expresión se hizo famosa hace ya unos años. Igual tu también la usas con frecuencia para posponer compromisos en espera de mejor ocasión, de que se calmen las cosas, de que tengas tiempo libre, de que haga mejor tiempo, de que pase la crisis, de que… A estas alturas ya deberías saber por experiencia que esas circunstancias que esperas nunca se darán, que el momento adecuado nunca aparece. Estés como estés, el momento para hacerlo es...

No es difícil

Para destacar en el ámbito profesional o personal que desees probablemente te baste con dominar no más de media docena de competencias. Y si crees que ya has cumplido tu ciclo donde estás, si no te motiva ni te interesa y deseas cambiar, determina cuáles son las nuevas competencias que precisas y ponte a...

Cautivos

Ya son muchas las empresas que creen haber descubierto el enorme potencial de las nuevas tecnologías para tener cautivos a sus clientes. Su propósito inconfesable es convertirlos en unos usuarios compulsivos de la información y servicios proporcionados a través de aplicaciones específicas y corporativas. Para lograrlo buscan que instalen la aplicación en sus dispositivos móviles y crear la suficiente presión a través de las redes sociales para mantener la atención sobre ella, sus funcionalidades y los productos que se ofrecen. El objetivo innegable es el convertir más que en un hábito, en una adicción, el consumo de los productos de la empresa y reforzarla con la gratificación inmediata que significa el reconociendo social de sus seguidores por ese comportamiento de compra. El fenómeno se refuerza con rapidez pues la información recogida de los hábitos de consumo y de las valoraciones y comentarios registrados se utiliza para especificar una oferta de productos y servicios específicamente dirigidos a ese cliente adicto. Actuar de este modo parece proteger a la empresa de la competencia. Se supone que los mecanismos diseñados para establecer la rutina de dedicar cada vez más tiempo a la aplicación de la marca evitará que se atienda a los reclamos de la competencia. Detrás de estos comportamientos se esconden al menos dos grandes errores, uno ético y otro estratégico. El primero se caracteriza por menospreciar la libertad de los consumidores y tratar de anularla con prácticas adictivas que se suponen de eficacia universal. La práctica demostrará que ni son tantos los que se enganchan ni lo harán por mucho tiempo. El error estratégico es confundir un cliente cautivo con un cliente cautivado. Es una confusión común de quienes optan por la estrategia del System Lock-in o Sistema Cautivo del Modelo Delta. Dicha posición nunca se...

No esperes

Las decisiones arriesgadas te ponen nervioso y te descentran. El cuerpo te pide retrasarlas a la espera de nueva información que pueda hacerlas más sencillas. Habitualmente es una estrategia inadecuada. Nunca tendrás una perfecta información y los costes de tu vacilación no harán sino crecer. Si te acostumbras de decidir con diligencia sacarás ventaja a la mayoría de...

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