Tu estratega

estrategaHablemos en serio. Necesitas un profesional de la estrategia que te ayude a hacer frente a las incertidumbres actuales que afectan a tu empresa.

No hablo de un responsable de la planificación estratégica en el sentido tradicional: el que coordinaba el proceso de planificación, rellenaba plantillas y cumplía con las fechas de entrega establecidas. Son ya muchas las opiniones que coinciden en la escasa utilidad e ineficiencia de ese tipo de planificación estratégica y del que he hablado en otras ocasiones (Ver Presupuestos obsoletos y Planificación Continua)

La agilidad organizativa que demandan los tiempos actuales exige una manera diferente de pensar sobre la estrategia: Reasignación de recursos, desarrollo de distintas capacidades estratégicas en diversos lugares de la organización, identificar oportunidades de negocio, o generar conocimiento e innovación.

Y su formulación se ha de llevar a cabo mediante un diálogo estratégico que necesita de la participación de grupos de dentro y fuera de la empresa y con un dinamismo propio del entorno en el que se mueve. Incluso el propio proceso estratégico adquiere unas características diferentes de las tradicionales, con actualizaciones periódicas del presupuesto y revisión de temas específicos en reuniones a lo largo del año.

Has de innovar en el proceso de formulación, desarrollo y ejecución de la estrategia. El responsable de la misma ha de ser un profesional acreditado cuyo papel vaya más allá del de un mero facilitador y cuyo perfil esté determinado por las necesidades de la empresa y las características del equipo directivo.

En ocasiones el estratega será más un visionario, capaz de identificar tendencias en el entorno y descubrir oportunidades de creación de valor y alertar y prevenir de potenciales riesgos. Otras veces será más un impulsor que haga las preguntas adecuadas, que discuta las tradiciones más establecidas, que se asegure de que la organización aprende, y que comunique bien para llevar las ideas a ejecución.

En cualquier caso se espera de él:

  • Que condicione el modo en que la empresa asigna sus recursos. Carece de sentido que año tras año los recursos se repartan de manera casi idéntica y aislados de los cambios de entorno y de estrategia.
  • Que influya en el establecimiento de prioridades. Dependerán de las singulares circunstancias de la organización y la relación que mantenga con los miembros del equipo ejecutivo.

La complejidad del escenario el que se desarrollan las empresas hace imprescindible la innovación estratégica. Las decisiones serán difíciles y de ahí el factor crítico de la profesionalidad del estratega. A cambio, sus posibilidades de añadir valor serán muchas, así como su capacidad para hacerlas realidad.