Trabaja tu potencial

Si quieres avanzar hacia el logro de unos ideales habrás de asegurarte que tus esfuerzos estén alineados con tus fortalezas, tus hábitos y tus capacidades potenciales. Analiza bien en qué cosas eres bueno, en las que destacas. En el resto estarás en el mejor de los casos en la media, si no peor. Si eres sensato reconocerás tus puntos débiles, obvios y numerosos, que compensarás con ese equipo de personas de las que te has rodeado. Y habrás establecido unos hábitos de trabajo que se apoyarán en tus fortalezas para progresar hacia la consecución de tu ideal. ¿Es así? ¿Cuantas cosas haces cada día que te acercan a tu ideal? ¿Las tienes por escrito? ¿Las cumples? ¿Son suficientes? Aunque las trabajes cada día, es normal no observar grandes cambios en el corto plazo (días, semanas o meses). Puede llevar tiempo que ese esfuerzo acumulado llegue a manifestarse. Pero es esa consistencia, transformada en hábito, la que te permitirá alcanzar tus ideales. Como puedes ver, no son las limitaciones externas las que impiden el desarrollo de tu potencial sino la falta de compromiso interior....

Realismo

¿Cómo andas de realismo? Igual tratas de hacer algo para lo que no tienes condiciones o no estás preparado. Para alcanzar unas determinadas aspiraciones, tus capacidades y hábitos han de estar alineados con aquellas. No puedes depender de la suerte o de las decisiones de otros. Es muy posible que tengas realizar algunos ajustes. Ser realista no es ir contra tus ideales, siempre y cuando estés seguro de que, para lograrlos, dependes de factores que tú controlas. Por eso es bueno que te detengas a reflexionar sobre las siguientes cuestiones: ¿Cuáles son mis aspiraciones? Asegúrate de ponerlas por escrito. ¿Dónde estoy? Define el punto en el que te encuentras respecto a la consecución de dichas aspiraciones. ¿Con qué capacidades cuento? Anota aquellas tres o cinco más destacadas. Para lograr tus aspiraciones habrás de construir sobre ellas. Hacerlo sobre otros factores supone rendir el control a elementos externos, lo que no te ayudará. Introduce los ajustes necesarios en dichas aspiraciones. ¿Qué hábitos he desarrollado? Identifica aquéllos que contribuyen a lograr tus ideales y también los que te impiden progresar. Y piensa en los nuevos hábitos que habrás de cultivar para poder avanzar. Si tienes dudas en este punto, consulta con alguien de confianza y experiencia para que te asesore. ¿Cuánto habré de practicar? Estima el esfuerzo que habrás de poner para desarrollar tu potencial y convertirte en la persona a la aspiras ser. También aquí puedes ayudarte de la opinión de un asesor....

Tu amigo

Un amigo es quien siempre ve en ti más potencial del que tú te reconoces. Es alguien que te ayuda a alcanzar la mejor versión de ti mismo....

Cambia de hábitos

Tus hábitos determinan el resultado de tu vida. El secreto de tus logros está en tu agenda diaria. Quienes alcanzan sus ideales no se caracterizan por andar a la deriva y tropezarse con ellos por accidente. Cuanto más practiques los hábitos oportunos, de manera disciplinada y concentrada, mayores posibilidades tendrás de conseguir un futuro satisfactorio. Los hábitos tienen un efecto acumulativo y sus resultados pueden necesitar un tiempo para manifestarse. Si los hábitos son negativos, cuando seas consciente de sus efectos, probablemente será ya demasiado tarde para corregirlos. De ahí que debas asumir el control de tus hábitos lo antes posible. Que alcances tus ideales depende de los hábitos que hayas cultivado. Analiza de modo realista tu situación y adónde te conducen tus prácticas habituales. Si no están alineadas con tus objetivos, o cambias de hábitos o cambias de ambición. Hacer las cosas de modo diferente a como siempre las has hecho te resultará incómodo y poco natural al comienzo. Por eso, cambiar requerirá un esfuerzo continuado de tu parte. Merecerá la pena porque verás cómo avanzas para lograr lo que te propones. Cultiva los hábitos adecuados y practícalos regularmente....

Inmersión

Alimenta tus sueños si quieres que se hagan realidad. Ignorarlos o negarlos te volverá cobarde, inseguro y dolido. Céntrate en aquello que te hace crecer y no pierdas tiempo ni energías en aquello que te lo impida. Todo lo que te frena, la falta de autoestima, la introversión, el miedo al éxito o al fracaso, sentimientos de incapacidad, desaparecen cuando te dedicas a las cosas buenas que te motivan. Tu atención ya no admite distracciones. Tus objetivos no son buenas intenciones que anotas de tanto en cuanto, sino factores críticos para llevar una vida plena y satisfactoria. No puedes dejar de alimentarlos pues te proporcionan la fuerza para alcanzar tus ideales. Si los apartas de tu vista te perderás en la vorágine del mundo. Si dejas de considerarlos caerás en el círculo vicioso de un trabajo sin sentido. La mejor manera de alimentar tus sueños es dedicando tiempo a aprender algo nuevo o cómo mejorar lo que ya haces. Busca el modo de lograrlo a través de mentores, libros, conferencias, cursos, audios…, de forma que llenen el tiempo que dedicas a tu desarrollo personal. ¡Sumérgete en conocimientos…!...

Buenas intenciones

Hay una enorme diferencia entre lo que son las buenas intenciones y la intencionalidad. Las primeras pueden hacerte sentir bien pero no ayudas a nadie con ellas. La segunda es la que te mueve a la acción, te permite obtener resultados, dejar huella. Para progresar en tus capacidades debes reconocer en primer lugar que estás viviendo por debajo de tu potencial. Incluso aunque te veas como alguien con éxito, aún puedes mejorar. Puedes alcanzar metas que no has imaginado si te comprometes al seguir el camino que conduce a ellas. Cuando reconozcas que tus supuestas limitaciones son falsas, estarás en condiciones de trabajar por superarlas. Y empezarás a apreciar el potencial que aún tienes por desarrollar....

Anímate

No puedes alcanzar ideales que no tengas. Si no sabes dónde quieres llegar no puedes saber lo que debes hacer para lograrlo. Deja que tus aspiraciones te inspiren y ponlas por escrito. Conviértelas en tus objetivos. Serán la esencia de tu hoja de ruta. Como no puedes alcanzar todo al mismo tiempo, establece las prioridades. Sé realista y honesto. Cuanto más detalles tu plan, más recursos tendrás para lograrlo. Necesitas además identificar las herramientas que necesitas para llegar a tu destino. Sabes ya a lo que aspiras y has determinado las prioridades. Te falta considerar los recursos que precisas. Las personas que te rodean, el trabajo que realizas, pueden formar parte de esos recursos en la medida en que te permiten aprender y crecer. Llegará un día en el que te arrepentirás no de las cosas que has hecho y que no funcionaron, sino de las que no te animaste a intentar....

Prueba

Al revés de lo que parece, no es la motivación interna lo que te lleva a actuar. Es actuar lo que te da el poder y la fuerza. Prueba. Si sólo buscas excusas para no intentarlo no conseguirás nada y siempre tendrás el convencimiento de haber acertado, con lo que reforzarás la conveniencia de no emprender nada. No sabes cuál es tu potencial real…, ni te interesa que nadie te lo explique. Sólo el actuar te dará la medida de lo que puedes llegar a conseguir....

Tú no tienes límites...

Ese es el eslogan de la campaña de nuestra Universidad cuyo spot está arrasando en las redes sociales. Pero esa idea no se debe aplicar sólo a gente joven que comienza a construir su carrera profesional. Probablemente tú mismo desearías obtener más de la vida que llevas. Quizás no estás alcanzado todo lo que te gustaría y no estás satisfecho con tu progreso. No importa la edad que tengas, siempre es saludable tener aspiraciones aún no satisfechas. Pero ¿sabes lo que te limita? Si lo ignoras no podrás eliminar esos obstáculos. Tus capacidades no han sido preestablecidas pese a que en la práctica te hayas acomodado con un determinado nivel de desempeño. Tu potencial no está acotado. No puedes ver al mundo ni definir a las personas, o a ti mismo, por las limitaciones sino por sus posibilidades. Puedes tener condicionantes, pero no tienen por qué ser inamovibles ni frenar tu desarrollo. Avanzar en el auto conocimiento y adquirir la conciencia de lo que careces te pone en el camino de hacer crecer tus capacidades, de ver con más claridad y tomar decisiones. Rompe ese techo que retiene y limita tu potencial. Ensancha tu forma de pensar y tu capacidad. Acepta el reto y cambia de vida....

¡Rebélate!

Innovar es un estado mental. Eres un innovador cuando buscas una oportunidad en cada contratiempo, en cada dificultad, cuando ves el mundo de manera diferente. Este punto de vista singular te convierte en agente del cambio y capaz de aprovechar sus oportunidades. La innovación no es algo que padeces sino el modo en que respondes a aquello que te ocurre. La transformación de tu propio yo pasa por eliminar las barreras internas y externas que limitan tu capacidad de progresión y que condicionan la definición de quién eres. Este no es un proceso cómodo ni fácil. Desde la infancia te han asignado, y te has creído, que tienes unas limitaciones insalvables. Te han alabado o criticado, te han señalado ese único camino que tenías abierto ante ti. Y has condicionado tus ambiciones por las opiniones que sobre ti han expresado quienes te rodean. El modo en que te presentes no puede venir determinado por la manera en la que otros te ven. Tu vida y tu carrera profesional son el resultado del modo en que aceptas o rechazas lo que percibes como tus limitaciones. Lamentablemente, lo que te frena, como a la mayoría de la gente, es tu propia creencia de no ser lo suficientemente bueno, de no merecer determinados logros. De hecho, alcanzarás sólo aquello que creas que te mereces. ¡Rebélate!...

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