¿Y tu que opinas?
Pocas expresiones tienen un efecto tan motivador y contribuyen mas a liberar el potencial de las personas como la frase, ¿Y tu que opinas?
Nos referimos en particular, a las situaciones en que un colaborador se dirige a su manager, directivo o jefe de equipo, para que le resuelva una duda, pregunta o inquietud relativa a su puesto o actividad profesional. ¿Por que no preguntarle en primera instancia su opinión en ese momento?
Es cierto que, uno de los retos de un líder es contribuir a reducir la incertidumbre, y se espera que los managers, directivos o jefes de equipos sean capaces de resolver ese tipo de cuestiones. Ahora bien, eso no quiere decir que se deba dar directamente una respuesta o caer en la tentación de dictar una lección magistral.
De hecho, proceder en ese momento a preguntar la opinión del colaborador tiene muchos efectos positivos:
- En primer lugar obliga al colaborador a realizar un esfuerzo mental que contribuirá a su crecimiento.
- Reafirmamos además la confianza él; estamos dando un mensaje directo de que consideramos que su opinión tiene un valor importante y la queremos conocer.
- Además, quien mejor que la persona en contacto directo con la actividad para emitir una opinión cualificada. Es muy posible que en su respuesta esté la solución, o por lo menos, esté implícita parte de la información necesaria.
Finalmente, corresponderá al manager, directivo o jefe de equipo resolver la incertidumbre y definirse, pero, seguro que después de escuchar al colaborador estará en disposición de asumir esa responsabilidad con mas calidad y acierto.