Hace poco hablaba de las incomodidades y de la ventaja que proporciona el aceptarlas y aún más el elegirlas. Sin embargo algunos me hacéis saber que estáis dispuestos a aceptar de buen grado incomodidades materiales, pero cuando se trata de personas insufribles, eso ya es otro asunto. En efecto, cuesta mucho más asimilar las molestias ocasionadas por las personas que nos rodean o con quienes estamos obligados a relacionarnos. No digo que necesariamente hayas de permanecer pasivo. En ocasiones habrá que salir al paso de determinadas conductas o hacer frente con firmeza a situaciones injustas. Pero, aunque no sea fácil, también aceptar lo positivo de esas contradicciones ayuda a crecer y ganar en madurez. En todo caso, las siguientes consideraciones te ayudarán a abordar esas circunstancias aparentemente difíciles: No asumas de entrada mala voluntad en la otra parte. Lo más probable es que se trate de un mal entendido, un error de interpretación, una insuficiente comunicación. Reconoce que tenemos caracteres muy distintos, sensibilidades opuestas; reacciona a esto de manera positiva y no te sientas agredido por ello. No hagas juicios de valor y acepta a los demás como son. En la medida que te abras a ellos, crecerás en conocimientos y te sentirás más cómodo. Renuncia al orgullo de ganar siempre, a exigir que te valoren como el mejor, a llevar siempre la razón. En realidad no tienes gran cosa que perder. Aprecia las ventajas que te proporcionan las molestias derivadas de las diferencias de carácter y personalidad. Te curarán de la estrechez de miras y descubrirás nuevas cualidades. Ten por seguro que aprenderás más de aquellos con los que ahora no te entiendes que de esos otros con los que pareces coincidir en todo. Si sólo te relacionas con tus afines, habrá...
Transparencia
Se ha puesto de moda este concepto de la transparencia. En un mundo hiperconectado y sobreinformado, parece la condición obligada para ganarse la confianza de los otros. Un amigo me contaba el énfasis que le hacía su jefe en mantener una relación profesional gobernada por la transparencia. Era tal la insistencia en este asunto que no había reunión en la que su jefe no insistiera en la transparencia como el principal valor de la nueva cultura de la empresa. Hasta que un día se descubrió el comportamiento gravemente deshonesto de su jefe. Sin embargo, la transparencia en el entorno empresarial tiene más significados y de carácter positivo. Por ejemplo hace referencia a que: Todos deben conocer dónde se dirige la empresa y cómo llegar a su destino. Todos comparten objetivos importantes y no pierden el tiempo en la burocracia y en batallas políticas internas. Todos disponen de la información que les permite centrarse en lo que realmente importa y en el modo en que pueden realizar una contribución significativa. Nadie tiene miedo a recibir correcciones. Nadie tiene nada que ocultar pues no gana nada con ello. Nadie opera de manera aislada o individual. Se trabaja de manera colaboradora y se crean comunidades. Lo personal y lo profesional no aparecen como cosas completamente separadas e independientes. No se rehúye hablar con claridad con compañeros o con clientes. El control no es lo más relevante pues se ha contratado a personas que son responsables. Se admiten los errores y no se penalizan. Se mantiene la palabra dada. Se manifesta y defiende la propia opinión y se está abierto a escuchar la de los otros. Por el bien de tu organización, compensa que promuevas una comunicación directa y abierta con todos los interesados y por el...
Incomodidades
Todos las experimentamos aunque parece que la mayoría trata de evitarlas. Sin embargo, actuar así es un factor limitante del propio desarrollo. Seguro que cada día te encuentras con cosas que no te gustan, personas que te incomodan, situaciones que te resultan molestas. Cae dentro de la normalidad y has de saber vivir con ello. Algunos tratan de escapar de cualquier malestar o molestia y se entregan a hábitos que generan mayores inconvenientes: tabaco, alcohol, drogas, comida, desidia. El resultado para quienes no saben asumir o convivir con las pequeñas incomodidades habituales es que se muestran inquietas, nerviosas o de mal humor. Todo crecimiento o cambio exige un esfuerzo que se acompaña de cansancio y molestias. No son algo malo en sí mismo; es sólo que no estás acostumbrado a esas nuevas circunstancias, que no las aceptas como algo positivo. Aunque suene contradictorio, para superar las incomodidades lo mejor es sentirse “cómodo” con ellas. Y esto sólo ocurre si tu mismo las has elegido. Desde ese momento pasan a tener un sentido y una utilidad extraordinaria para tu desarrollo personal. Las recompensas llegan siempre antes de lo que imaginas: orden, eficacia, satisfacción, alegría, amistades, aprendizaje, progreso, descubrimientos, salud, … Ya ha sido suficiente molestia leer esta nota. Ahora ya puedes ponerte con eso que no te apetece nada y date el gusto de sacártelo de encima. ¡Tu eliges!...
Algunos de ellos
Una de las cinco sencillas preguntas incluía el «quienes». Se trataba de identificar a las personas de las que te habrás de rodear y que te han de acompañar en tu itinerario profesional y personal. Igual piensas que se trata de personas con unas competencias específicas de las que tu careces. Y esto es verdad, ellos son claramente necesarios para lograr tus objetivos, digamos que desde un abordaje más técnico. Pero hay más. Desde un punto de vista más conceptual y a la vez operativo necesitas algunos perfiles como los siguientes: El mentor: Es la persona que te hace de guía, posiblemente a quien deseas imitar. Es la autoridad que te hace recordar lo que puedes lograr si haces uso de tus compacidades. El provocador: En el buen sentido, alguien que te incita, que te hace pensar. Será quien te inspire y te empuje para que te pongas en movimiento, para que pases de la idea a la acción. El animador: Es tu seguidor incondicional, quien te apoya y te defiende, a ti y a tu trabajo. De su vinculación continuada te llega buena parte de la motivación. El capataz: Es quien te machaca para que cumplas con tus objetivos, para que alcances tus metas. Será quien te señale si estás avanzando o no. El facilitador: Es el que te ayuda a entrar donde tu no puedes, a descubrir caminos que no conoces. Con él llegarás a personas y lugares ahora poco accesibles para ti. Será quien te ponga en sociedad. Está claro que tanto puede ser «el» como «la». Si no los tienes identificados ya al leer estas líneas, deberías buscarlos cuanto antes. No puedes esperar más tiempo o de otro modo manifiestas tu falta de compromiso con tus objetivos. Y no...
La imaginación
Hace unos días me encontré con este video de Ken Robinson. Sus intervenciones son siempre interesantes. Esta vez se centraba en explicar la diferencias entre imaginación, creatividad e innovación. Como son conceptos actuales y apasionantes, con frecuencia tratados en estas notas, merecen ser comentados de nuevo. Imaginación: La define Ken como el poder de traer a la mente cosas que no están accesibles o que no existen. Nos permite revisitar el pasado, visualizar distintos escenarios futuros, ponernos en el lugar de otros. Creatividad: Surge de la capacidad de imaginar y avanza un paso más; la pone a trabajar, la aplica a cuestiones concretas. De este modo pueden generarse ideas originales con potencial para generar valor. Innovación: Es el estadio final de este proceso que concluye con la puesta en práctica de las ideas antes generadas. Nadie discute hoy día la necesidad de personas y organizaciones de desarrollar este proceso, dadas las exigencias del cambiante mundo en el que nos movemos. Y sin embargo no son tantas las que de manera efectiva lo llevan a cabo. Entre las razones que se proponen como causa para no hacerlo se destaca la naturaleza de nuestros sistemas educativos que limitan, cuando no suprimen, la capacidad de imaginación y el desarrollo de la creatividad. No sé si hay una única causa. Seguramente serán diversos los factores determinantes, pero estoy de acuerdo en el diagnóstico. Lo comentaba hace unos días. La industrialización de la formación, la preferencia por la estandarización y los sistemas de control, limitan la espontaneidad y la generación de iniciativas por el miedo a incurrir en errores o fracasar. Y sin embargo los tiempos nos obligan a experimentar de continuo. Quedarse en los modelos que funcionaron en el pasado nos lleva al bloqueo y la extinción....
Tu próximo minuto
Pongamos que ya has podido responder con una razonable seguridad y confianza a las sencillas preguntas de la nota anterior. Quizás estás más tranquilo aunque no menos preocupado por el futuro. Ya no buscas respuestas a las preguntas que otros plantean sino que eres tu el que pregunta. ¿Y ahora qué…? Ahora haces frente a lo que verdaderamente te pone a prueba. Lo que te definirá mañana no es más que el resultado de lo que hagas en el próximo minuto. Tienes ante ti el reto definitivo y a la vez que inacabable: ¡En qué ocuparás el próximo minuto! Afortunadamente, en la práctica, no has de revisar esa decisión cada minuto. Basta con hacerlo cada 20, 60 o 90 minutos, dependiendo de las tareas, de tu estilo de trabajo, del momento del día, del día de la semana… Tu decisión de qué debes hacer carecerá de sentido si no está alineada con las respuestas a las cinco sencillas preguntas. Por muy nobles, elevados y razonables que sean tus objetivos, serán inútiles si no resuelves acertadamente el próximo minuto, la próxima hora… Y no te olvides después de evaluar lo que hagas. Lo necesitas para poder progresar. Lo habrás de medir contra lo que podrías haber logrado en relación a tus capacidades. ¿Cuál será la evaluación resultante? Últimamente parece que, en lo individual y en lo colectivo como país, abundan los “insuficientes”. Ojalá que al final de la próxima hora puedas alcanzar un “notable”. ¡Nos ponemos a ello!...
Cinco sencillas preguntas...
Hoy me acabarás odiando. Seguro que significativamente más que otros días. Pero no sería justo que no te ayudara a pensar en aquello que más te puede ayudar. Lo normal es que andes buscando respuestas. Las pareces necesitar para salir de problemas o para afrontar nuevos retos. Sin embargo, y aunque te pueda parecer chocante, lo verdaderamente valioso son las preguntas que deberías estar haciéndote. Tiene una importancia crítica que puedas identificar esas preguntas que se caracterizarán por ser audaces, atrevidas y valientes. Esos calificativos no se aplican tanto por la naturaleza de cada pregunta como por tu disposición a hacértelas, por lo que te exigirán de imaginación, de cambio, de innovación. Las necesitas sin duda para redefinir la estrategia de tu negocio, de tu empresa; y también para orientar tu propia vida, personal y profesional. Estas son las que te propongo: ¿Porqué?: Tiene que ver con el propósito que te mueve. Es concretar una determinada Visión, que incluye establecer tu misión, aquello a lo que aspiras y los valores que te mueven. ¿Para quién?: Aquí habrás de identificar de manera precisa a quiénes deseas beneficiar y atender en sus necesidades concretas. ¿Qué?: El qué te lleva a determinar tu propuesta de valor, lo que ofrecerás a aquellos que has decidido atender. ¿Cómo?: Son las tareas concretas que habrás de llevar a cabo para poder realizar lo que te propones. ¿Con quiénes?: Como no podrás lograr en solitario tus objetivos, habrás de reconocer a aquellos que te han de acompañar por disponer de las competencias que a ti te faltan. No dedico mucho espacio a su desarrollo porque hoy lo relevante es el tiempo que habrás de ocupar para reflexionar sus respuestas. Cinco sencillas preguntas… y cinco complejas respuestas. No vale engañarse. ¡Tómate...
De universidades (2)
Me habías pedido un De universidades (2) y aquí está. Te parecía que había sido muy prudente en el anterior, pero como te comentaba, estas notas no pueden ser excesivamente largas. Abordar el tema de la formación universitaria no es sencillo tanto por la diversidad de las posibles facetas a tratar como por la dimensión de su impacto social. Pero hablemos hoy de la formación impartida de manera on line o virtual. La mayoría de las universidades se han lanzado a desarrollar y promover todo tipo de programas en este formato. Lo han hecho impulsadas por la necesidad de llegar a un mercado más amplio, ante la caída de su mercado de alumnos presenciales, y para responder a las acciones de distintos competidores. El resultado es una oferta inconmensurable de cursos, ofertados por universidades oficiales, nacionales y del extranjero, y por todo tipo de entidades formativas más o menos consolidadas. Hemos asistido a un proceso de industrialización de la formación universitaria con el objetivo de llegar a mercados masivos a unos costes muy bajos, y en determinados casos, con acceso gratuito. Esto ha conducido a una oferta de carácter genérico, imposible de discriminar en su calidad, que se dirige a un mercado que compra por precio y cuyo objetivo es disponer de un título oficial o certificado equivalente que acredite la adquisición de determinados conocimientos. Como en otros sectores económicos, también en el de la formación universitaria es posible encontrar ese segmento de mercado, que en estos momentos parece muy amplio. Lo discutible es si esa industrialización de la oferta responde a las verdaderas características de la formación universitaria y a las necesidades reales de la población. Como ocurre con otros productos de consumo masivo, el que la gente los compre no dice nada...
Para mejorar la productividad...
Quizás te planteas en estos días (por ser invierno, por la crisis…) y de una manera especial cómo asegurar un mayor nivel de productividad: la tuya propia y la de la gente que depende de ti. Hay cosas que deberías tener en cuenta y que te ayudarán a lograrlo: Pasión por encima de todo. Demasiadas veces le damos prioridad a los aspectos racionales, conocimientos, capacidades, experiencia, como determinantes de la intensidad y calidad de la tarea que se realiza. Y sin embargo todo parece indicar que la actitud positiva, la pasión por el trabajo, son motivadores más fuertes para trabajar más y ser más productivos. Deja actuar. Trata a tus colaboradores como personas responsables y capaces de encontrar su propio camino para crecer dentro de la organización. Se supone que han sido contratadas por saber como resolver sus propios problemas y tomar decisiones en beneficio de la empresa. Decide con diligencia. Cuantas más personas participan en la toma de una decisión determinada, más lento y difícil es llegar a un acuerdo. Los equipos de pocas personas, mejor no más de tres, son más fáciles de coordinar y más rápidos para avanzar. Sé flexible. Son muchos los estudios que confirman las diversas maneras que existen a la hora de abordar un trabajo con eficacia. El modo de trabajar y el lugar donde hacerlo deben ser adecuados a las características personales de cada uno, aunque estemos habituados a estilos y normas rígidas y uniformes para todos. Redefine la cultura. Quizás no ha sido explícitamente definida y la imperante es resultado de la inercia y de unas maneras de hacer de muchos años, con prácticas poco eficaces e ineficientes. Es el momento de revisarla y abordar con decisión el cambio. Actualiza las herramientas. Si no haces un...
Cliente con agravios
Por mucho que te esfuerces no siempre sale todo bien y es normal que, de cuando en cuando, tengas que atender a un cliente irritado por las carencias del producto o servicio recibido. Seguramente puedes verte a ti mismo en una situación reciente en la que tu mismo te has comportado como cliente enfadado y recordar el modo en que te trataron y las consecuencias que de esa circunstancia se derivaron. En esos casos lo obligado es prestarles a esos clientes una atención especial que te permita dar la vuelta a la situación y lograr que sea fuente de nuevas oportunidades. Estas son algunas de las cosas que deberías hacer llegado el caso: Da las gracias con sinceridad. Es el mejor modo de rebajar la irritación. Además su queja es extremadamente útil para ti. La mayoría de clientes en su situación suelen optar por abandonarte y no darte explicaciones. Si les demuestras tu interés pueden pasar a hablar bien de ti por el modo en que les has atendido. Acostúmbrate. Los conflictos son inevitables e incómodos, pero a la vez son una manera de hacer que las cosas mejoren, que se conozcan mejor los clientes y la ocasión para que se desarrollen relaciones personales más estrechas. Que no aparezcan conflictos o que busques evitarlos no significa que los problemas no existan ni que se resuelvan espontáneamente. Aprovéchalos para hacer crecer la confianza y generar lealtad. Mantén la calma. Si el cliente está emocionalmente muy alterado, deja que se desahogue. Sólo entonces estará en condiciones de escucharte, de mantener una conversación y encontrar de manera conjunta la solución al problema generado. Eleva el punto de mira. No te quedes en el detalle del error ni busques culpables o pongas excusas. Asume la responsabilidad y mira...
Una cultura atrayente...
No hay estrategia que puedas calificar de inteligente o brillante sin las personas capaces de llevarla cabo. De ahí la importancia de contar con personal adecuadamente preparado y motivado. En las organizaciones actuales, obligadas a desenvolverse en situaciones de cambio, se necesitan personas con flexibilidad y capaces de asumir riesgos. Lo mismo ocurre para la puesta en marcha de nuevos negocios. La actitud de las personas es incluso más importante que el nivel de conocimientos. Encontrar esa gente y con la actitud que precisas es todo un reto. Y además has de ser capaz de convencerles para que se sumen a tu proyecto. Esto hace que hoy día la cultura de la empresa contratante será incluso más determinante que el salario que pueda ofrecerse. La mundialización de los negocios, la similitud en las exigencias a las que se enfrentan las empresas de cualquier localización geográfica, hace que sean similares las características que formarían parte de esa cultura atractiva para las personas de más talento. Entre ellas se encuentran: La flexibilidad en los horarios y el lugar de trabajo. El tener la libertad de elegir las horas en las que trabajar y el lugar desde donde hacerlo puede ser no sólo un incentivo para atraer a los mejores, sino para asegurar la productividad y la lealtad a la empresa. La accesibilidad de los directivos. La posibilidad de relacionarse sin trabas con directivos de cualquier nivel de la organización para acceder a información o resolver dudas es un elemento destacado de la cultura de las empresas más modernas. Planes de carrera. Los empleados tienen claras sus posibilidades de progresión y disponen de los medios para desarrollar las competencias necesarias para lograrla. Reconocimiento público. Los profesionales más destacados ven reconocidos de manera pública y periódica sus logros...
De universidades
Estos últimos días me ha tocado mantener conversaciones muy interesantes con amigos acerca de las universidades y de su modelo de negocio. También son muchos los artículos y publicaciones que en los últimos tiempos analizan la situación de la institución universitaria en distintos países del mundo y los cambios que en ella están teniendo lugar. Y todo esto en un contexto en el que circulan ya borradores de lo que sería la nueva reforma que afectaría a las universidades de nuestro país. Que el modelo universitario en el mundo, independientemente de su limitada diversidad, está en crisis es una obviedad. Las causas son variadas aunque de manera simplista se señala a las nuevas tecnologías como las principales responsables. No es fácil evadirse de entrar en discusiones sobre este asunto. El impacto de la universidad sobre la vida de las personas en muy extenso y forma parte de los temas actuales de debate social, lo mismo que la sanidad o la política, el trabajo, las pensiones, la justicia o la organización del estado. Como puede apreciarse, estamos en una coyuntura de cambio profundo en la que todos los asuntos fundamentales son objeto de revisión. Parecería que la tendencia más establecida es la de una formación on line a costes reducidos o incluso gratuita. La docencia virtual se impone sobre la relación presencial profesor-alumno. Las inversiones en infraestructuras físicas se consideran obsoletas e ineficientes. La tecnología promete proporcionar una relación más estrecha e insuperable por su eficiencia económica. Como todas las generalizaciones que consideran al mercado como algo uniforme y que abordan sus propuestas desde el lado de la oferta, no me parece que ofrezcan la solución adecuada. No puede discutirse el éxito en inscripciones de iniciativas recientes como los MOOC (massive open online courses), aunque...