Control emocional del feedback

Hemos hablado en varios post sobre la importancia del feedback entre directivos y colaboradores. Hemos subrayado la importancia de que éste sea continuado, constructivo, claro y concreto, además de rápido y ligado a hechos observables.

Hoy queremos compartir la importancia de evitar excesivos alardes emocionales en el momento de su transmisión. Un feedback excesivamente emocional nos puede llevar a perder rigor, claridad e incluso proporcionalidad. Todos sabemos que las emociones positivas o negativas pueden llevarnos, en ocasiones, a sobreactuar en un sentido u otro.

Además, en el caso del feedback negativo un exceso de emoción por parte del directivo que lo está trasladando (enfado, dolor, tristeza, etc…) puede hacer perder receptividad al colaborador evaluado. Incluso esa actitud del superior le puede hacer poner a la defensiva y hacer adoptar una actitud de negación ante la situación.

Por otro lado, un exceso de emoción en el feedback positivo puede llegar a parecer artificial en determinadas ocasiones, además de proyectar una imagen un tanto lunática del que lo está trasmitiendo si su actitud emocional oscila excesivamente en un sentido u otro.

Esto no quiere decir que no se deba mostrar energía y entusiasmo en el momento de trasmitir el feedback, especialmente el positivo, pero siempre manteniendo la proporcionalidad, la objetividad y sobretodo, evitando que la forma o tono empleado pueda ensombrecer el fondo del mensaje a trasmitir.

Oct 10, 2011 - Procesos    1 Comment

Enfoque competencial en la formación

Hablábamos hace unos días sobre la necesidad de compatibilizar un enfoque mas funcional (tareas del puesto) con otro mas competencial (habilidades, valores, conocimientos) en el plan de formación anual de las organizaciones.

Decíamos que, en principio,  la formación funcional es mas adecuada para personas con menor dominio y experiencia en el puesto y, el enfoque competencial es mas adecuado para personas  mas asentadas y,  que podrán focalizarse a mejorar competencias que les permitan un desempeño excelente.

Aún así, nosotros pensamos que la formación en competencias es en general una inversión de mas valor para la empresa y empleado, por lo que será interesante que los presupuestos formativos se balanceen en mayor medida hacia esta tipología de programas formativos. Algunas de las razones son:

  • Las competencias, en general, son mas transversales y el aprendizaje es aplicable potencialmente a diversos puestos de trabajo, haciendo al empleado mas polivalente horizontal o verticalmente. Por ejemplo, formar a un vendedor en como registrar una venta (formación funcional), es aplicable a ese puesto en particular, pero una formación de trabajo en equipo (formación competencial), será aplicable a múltiples puestos de la organización.
  • Por esa misma razón la motivación del empleado al recibir ese tipo de programas formativos es muy superior. Entre otras cosas porque, el empleado es consciente de que el crecimiento personal que experimenta como consecuencia de una formación competencial es aplicable en esta y en otras organizaciones a las que se pueda incorporar a lo largo de su carrera profesional. Los programas competenciales que además otorgan algún tipo de titulación refuerzan esta positiva sensación por parte del empleado.
  • Las funciones son muy importantes, pero son más fácil de aprender en el puesto de trabajo si el empleado está bien tutorizado y acompañado en los inicios (learning by doing). Por el contrario, la formación en competencias implica romper determinados hábitos, modelos mentales o tendencias naturales, por lo que la persona requerirá y valorará una ayuda formativa externa para experimentar esa evolución.

Como hemos comentado en otras ocasiones un modelo avanzado de gestión por competencias, inducirá a la organización a gestionar sus procesos de desarrollo principalmente por competencias. En ese sentido y como hemos visto, el proceso de formación no debería ser una excepción.

Oct 6, 2011 - Crecimiento Personal    2 Comments

Steve Jobs

Pocas veces la noticia de una muerte tiene un impacto mediático de la trascendencia de la pérdida esta madrugada del genio Steve Jobs.

La repercusión de su legado es hoy por hoy todavía incalculable. Además de que, como apunta hoy Bill Gates, tiene el extraordinario valor adicional de que su obra ha transformado el mundo en vida del genio, sin necesidad de esperar décadas o repercusiones posteriores.

Su fallecimiento hoy a los 56 años, aunque predecible por su estado de salud de los últimos meses, ha sobrecogido al mundo. Sin duda es una demostración más de que las leyes de la vida y la muerte son incontrolables para todos, independientemente de tus circunstancias.

Se han escrito y escribirán incontables artículos sobre la trascendencia de su obra. Igualmente se han escrito y escribirán muchos más sobre su capacidad de liderazgo visionario y creativo, capaz de revolucionar el mundo.

A mi, me gustaría destacar las razones por las que lo he admirado y admiraré profundamente:

1.- Como ser humano, su capacidad para luchar contra las adversidades y sacar conclusiones positivas de esas etapas, teniendo además la generosidad de compartirlas con todos nosotros; en ese sentido, su archiconocido discurso en la ceremonia de graduación en la Universidad de Stanford en 2005 me causó un profundo impacto y, ha sido y sigue siendo una fuente de inspiración en mi vida.

2.- En el ámbito del liderazgo, la capacidad de alinear a su organización, sin fisuras, en una dirección inequívoca. Mucho se ha dicho sobre su ya legendario liderazgo estratégico. Pero yo quiero subrayar en particular la otra cara del liderazgo, el operativo.

Como hemos comentado en anteriores post, la visión es la primera parte del liderazgo (y aquí Steve Jobs es ya un paradigma), la segunda es la implementación, que es la que queremos destacar. La forma en que, en relativo poco tiempo desde su regreso a Apple en 1996, Steve Jobs ha conseguido alinear a su organización y equipo, haciendo a la compañía tan efectiva en todas las fases de la cadena de valor es admirable.

A nadie se le escapa hoy que el éxito nunca es obra de una persona individual, sino de un equipo trabajando de forma eficiente y comprometida por un objetivo superior. Y eso es lo que Apple ha conseguido hacer bajo su liderazgo durante todos estos años .

3.- Finalmente su innata capacidad de comunicación. Su puesta en escena, habilidad, estilo, capacidad de poner en valor los mensajes, es sencillamente inigualable. Sus presentaciones en las convenciones de la compañía conseguían revalorizar cada lanzamiento. Creo sinceramente que su foto debería aparecer en el diccionario al lado de la palabra “elocuencia”.

Para terminar mencionar que, la muerte de cualquier ser humano siempre es triste. Y la de Steve Jobs lo es, ni más ni menos que la de cualquier otro. Lo que ocurre es que el grado de conocimiento y admiración despertado por Steve Jobs hace este sentimiento más universal y compartido.

Stephen Covey dice que, existe una gran diferencia entre tener potencial en algo y, ser capaz de plasmarlo en una vida de contribución y grandeza.  Yo soy un firme convencido de que todos los seres humanos tenemos potencial en algo y, nuestro principal desafío es ser capaces de canalizarlo adecuadamente. Steve lo consiguió y, por ello, seguirá siendo una fuente de inspiración para muchos y, para mí en particular.

Descanse en paz.

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