Las decisiones de los clientes
He comentado muchas veces el cambio experimentado en el comportamiento de los clientes, el nuevo modo en el que toma decisiones. Ahora son menos sensibles a la lealtad a las marcas y a la influencia de la publicidad.
Los consumidores disponen ahora de herramientas para determinar el verdadero valor de las cosas. En el pasado no podían hacerlo, por lo que habían de confiar en elementos genéricos que les orientaran sobre la calidad de los productos o servicios antes de la compra.
Pero hoy disponen de fuentes más fiables de información, como las opiniones de otros usuarios o expertos, o demostraciones online de los productos o servicios, que les hacen más fácil conocer el verdadero valor de lo que están pensando en adquirir.
Los clientes actúan habitualmente ya de manera más racional. Toman mejores decisiones porque son capaces de evaluar mejor los productos por lo que son y no por lo que explique la información publicitaria y comparativa.
Los programas de comunicación y promoción de ventas que tratan de aprovechar la irracionalidad de los consumidores carecen de la eficacia de otras épocas. Los directivos responsables de esos programas deben hoy conocer cuáles son las distintas fuentes de información que pueden influir en los consumidores. Entre ellas se incluyen las valoraciones de otros consumidores, las opiniones de expertos, los consejos ofrecidos desde las redes sociales, etc.
Su impacto sobre la decisión no es siempre del mismo grado. No es igual que se trate de un detergente, de un coche o de un viaje de vacaciones. Tampoco lo es en todos los segmentos de clientes, pues los hay más proclives a la publicidad que otros que se apoyan fundamentalmente en las opiniones de los demás usuarios.
En la medida en que las decisiones se vean influidas por las opiniones de terceros, las empresas deberían abandonar la publicidad tradicional y centrarse en el modo de proporcionar información convincente y verdadera procedente de otros usuarios y en los lugares de decisión y compra.
El éxito de sus acciones dependerá de la capacidad de conocer las fuentes de información de cada tipo de cliente y llegar a él con las herramientas y canales más adecuados para ayudarles a decidir.