Capacidades para el liderazgo

La naturaleza del liderazgo en las organizaciones es un asunto tan amplio como controvertido. Pero en cualquier caso se admite que es el factor determinante del capital humano para lograr el desempeño destacado de toda organización.

Desde el punto de vista práctico el problema a resolver es identificar, de entre las diversas cualidades de los directivos, las de más impacto en los momentos actuales para concentrar en ellas los esfuerzos a realizar.

Se acepta hoy que la competencia de liderazgo se apoya de manera predominante en las siguientes capacidades:

  • Resolución eficaz de problemas. El paso previo a la toma de decisiones incluye la recogida de información y su análisis. Es un proceso notablemente difícil a la vez que clave para poder abordar los problemas de mayor impacto.
  • Estar abierto diferentes perspectivas. Es un rasgo muy significativo y caracterizado por estimular la contribución de ideas de los colaboradores para mejorar el desempeño, por saber distinguir lo importante de lo irrelevante, por atender a los intereses de todos los partícipes.
  • Orientación a resultados. No basta con elaborar y comunicar la visión del negocio y establecer objetivos sino que han de alcanzarse los resultados esperados. Se ha de perseguir la eficiencia y la productividad y dar prioridad a la generación de valor.
  • Dar apoyo. La capacidad de liderazgo requiere ser sensible e interesarse por las necesidades de los colaboradores, desarrollar en ellos la confianza y la motivación para superar los retos, despejar preocupaciones por amenazas externas inexistentes, y eliminar conflictos internos.

Si bien es cierto que distintas situaciones de negocio pueden reclamar distintas competencias y estilos de liderazgo, las organizaciones que se preocupan por el desarrollo de sus propios líderes deberían comprometerse con la incorporación de estas capacidades fundamentales.